¿Podemos sentirnos menos culpables si nos saltamos el gimnasio para quedarnos en casa y hacer algún tipo ejercicio mental en vez de tumbarnos en el sofá a ver Netflix? Veamos qué dice la ciencia sobre si es posible quemar calorías pensando.
Por Christiane Drummond
Ciudad de México, 25 de octubre (TICbeat/SinEmbargo).– Te has saltado el gimnasio por quedarte tirando en el sofá viendo la vida pasar mientras observas la del resto en las historias de Instagram. La otra opción era seguir con el proyecto que estás llevando actualmente en el trabajo, todo un reto que requiere mucha energía mental. ¿Es posible que la diferencia entre ir al gimnasio y no ir hubiera sido menor de haber escogido la segunda opción?
Lo que realmente planteamos es ¿podemos quemar calorías pensando? Veamos cómo funciona un poco la mente.
El ejercicio mental sí consume energía. Un 20 por ciento de la energía que quemamos diariamente la consume el cerebro, para hacerte una idea. Esto implica que, de media, consumimos alrededor de 320 calorías al día pensando.
El cerebro, se abastece exclusivamente de la glucosa, y una tarea cognitiva más demandante efectivamente consumirá más, explica Ewan McNay, profesor de psicología y neurociencia del comportamiento, a Time. Sin embargo, el incremento es bastante reducido, en torno al 5 por ciento; esto finalmente se traduce en un aumento del consumo de calorías casi imperceptible.
Es decir, mientras sí quemamos calorías pensando, no puedes adelgazar realizando tareas mentales más complejas. Por ejemplo, alguien que pase 8 horas llevando a cabo tareas cognitivas complejas quemará cerca de 100 calorías más que una persona que dedique las mismas 8 horas a no hacer nada. Si la tarea en cuestión requiere de múltiples sentidos, como aprender a tocar un instrumento, tal vez quemaremos 200 calorías más, pero se trata de un tiempo y una dedicación algo ambicioso para tan pocas calorías.
Así, tras un tiempo continuado realizando un esfuerzo mental tan grande nuestra mente sin duda comenzaría a agotarse, y para seguir necesitarías consumir más glucosa; este consumo sin duda sería mayor a las calorías que después quemarías.
Puede que hacer ejercicio mental no vaya a darte ese tipín que quieres tener el próximo verano, pero entrenar tu mente te hará más inteligente y te beneficiará de cara al futuro cuando envejezcas, así que…¡a pensar!