Cuando Cristina Fuentes La Roche, directora del Hay Festival para España y América Latina dice estas palabras, sabe bien de lo que está hablando: el camino para construir una de las reuniones literarias más importantes del mundo se ha topado, a menudo, con serios obstáculos.
Por ejemplo, en unos minutos más anunciará que es muy probable que Lydia Cacho, cuya participación estaba incluida en el programa para conversar sobre periodismo de investigación con Jon Lee Anderson y Guillermo Osorno, no esté presente en el Hay, o al menos, no «en vivo».
EL PUEBLECITO DE LOS LIBROS
El pueblo de Hay-on-wye, que se sitúa en la frontera entre Inglaterra y Gales, y que es bien conocido por su gran cantidad de librerías de viejo desde que en 1961 Richard Booth abrió la primera, es la sede principal y el origen del Hay Festival, que cumple 25 años de celebrarse ahí. Y desde entonces se ha extendido a India, Colombia, España, Líbano, Kenia, Hungría y México.
Después de presentar el programa para el Hay mexicano de este año, que al igual que el anterior se realizará en la ciudad de Xalapa, y que incluye, por supuesto, un homenaje a Carlos Fuentes; Cristina Fuentes Laroche comenta, en entrevista exclusiva para Sin Embargo MX, cómo fueron los inicios de esta reunión literaria y artística.
«Hay-on-wye es un pequeño pueblecito en Gales, de mil 500 habitantes, en la campiña galesa, que es una preciosidad. Es un pueblo que tiene muchas librerías de segunda mano: libros antiguos, y hace 25 años ahí fueron a parar Peter Florence y su padre, Norman Florence. Peter era actor, había estado por todo el mundo, y encontró en Hay un lugar fabuloso para crear un festival».
Los ojos de Cristina y la rapidez con la que habla delatan su emoción al contar esos momentos:
«Empezó como una reunión de amigos, de escritores que invitaban, pequeñito, y fue creciendo hasta convertirse en este gran festival que es ahora, que es el festival más importante de Inglaterra y uno de los más importantes en el mundo. Hoy en día el Festival (en Hay-on-wye) dura diez días, convoca 500 escritores, pensadores, creadores, más de 400 eventos, en un pueblecito diminuto de Gales. Ahí se reúnen, entre las ovejas, los grandes Premios Nobel, los grandes pensadores, los formadores de opinión, de cultura, del mundo, en un ambiente muy distendido. Y realmente es entrañable ver al público, un público maravilloso que va ahí con sus botas… Esta mezcla tan distendida que es la campiña galesa».
– ¿Cómo fue que un proyecto tan personal, casi podríamos decir tan modesto, se empezó a expandir a otras regiones del mundo?
– El festival en Gales fue un modelo muy admirado. De excelencia. Mucha gente venía a ver a Peter Florence para que le ayudara a montar algo parecido en su país. Él fue instrumental para crear el Festival de Mantova, en Italia, el de Berlín, el de Paraty (se pronuncia Parachí) en Brasil, y llegó un momento en el que él pensó: «¿Por qué no lo creamos nosotros?, o sea, cada festival: tenemos un gran conocimiento de escritores, sabemos cómo hacerlo, la idea es ir a diferentes sitios, encontrar un buen equipo local, y crearlos.
Entonces, desde 2004, hemos empezado a expandir el festival con el Branding Hay Festival, que si bien está dirigido desde Inglaterra, tiene grandes equipos en todas partes en las que trabajamos.
Pero no siempre ha sido fácil convencer a gobiernos locales, a instituciones y a patrocinadores para colaborar a que el Hay se lleve a cabo en sus ciudades, y en ocasiones, tampoco a los escritores invitados para que asistan.
En el 2007 organizamos este proyecto llamado Bogotá 39 junto a la Capitanía Mundial del Libro de Bogotá, de la UNESCO. Realmente el alcalde de Bogotá nos pidió hacer el Hay Festival en Bogotá y dijimos que no funcionaba, que era en Cartagena. Fue la selección de los 39 escritores menores de 40 años de todo el continente americano. Hicimos un festival con ellos. Fue fabuloso y ése fue el proyecto con la ciudad (de Bogotá)».
Entre los escritores mexicanos seleccionados en Bogotá 39 había figuras tan distintas entre sí como Jorge Volpi, Fabrizio Mejía Madrid y Guadalupe Nettel.
Cristina continúa:
– Y en el 2009 Beirut fue Capital del Libro, entonces decidimos repetir el proyecto con escritores árabes. La selección de los mejores 39 escritores árabes de menos de 40, y realmente fue un proyecto que yo manejé, ya que manejé Bogotá 39.
Fue un proyecto complicado, maravilloso; hubo muchos problemas políticos; hubo, por ejemplo, escritores árabes que vivían en Israel, que no podían venir a Beirut; fue un gran aprendizaje, un proyecto que realmente hacía falta hacer. Y a raíz de ahí comenzamos con el Hay Festival en Líbano, que este año hemos tenido la primera edición. Tuvimos un festival pequeño ahí, por todos los cambios de gobierno y por el poco apoyo público. Tenemos apoyo de embajadas, organismos internacionales, The British Council, y realmente fue algo muy entrañable.
Líbano es una ciudad muy segmentada políticamente, ideológicamente, socialmente. Lo que hicimos fue llevar a los escritores, aparte de las sedes de en la tarde, a diferentes segmentos de la ciudad. Fuimos hasta un campo de refugiados palestinos, a la comunidad armenia, a diferentes universidades, y fue un proyecto que queremos continuar en años vecinos.
HAY FESTIVAL EN MÉXICO
En nuestro país, el Hay Festival celebrará apenas su tercera edición. La primera, en 2010, con la presencia de escritores como Jung Chang, autora del famoso best seller Cisnes Salvajes, Javier Cercas y Héctor Abad Faciolince, se realizó en Zacatecas.
Óscar Montes, director del festival para México, explica por qué a partir del 2011 se realizó en Xalapa, la que se supone, será la sede permanente aquí.
– ¿Por qué se decidieron finalmente seguir en Xalapa?, ¿Zacatecas no acogió bien al Festival o qué pasó?
– Los cambios políticos determinaron… O sea, el nuevo gobierno no quiso realizar el Festival.
– ¿Cuando se realizó, en el 2010, la gobernadora era Amalia García?
– Básicamente ella fue la que lo trajo aquí a México. Entonces el nuevo gobierno tenía otras prioridades en cultura; las entendimos perfectamente. Ciertamente nosotros ya teníamos peticiones de otras ciudades que no voy a mencionar porque ya no vale la pena, y una de ellas era Veracruz . Veracruz desde el principio mostró mucho interés. Cuando la coyuntura no se dio con el otro estado, con Zacatecas, decidimos que Xalapa era la mejor ciudad, después de un análisis previo, de su población, predominantemente estudiantil, y la verdad no nos equivocamos. Yo creo que dimos en el clavo perfectamente al habernos ido a Xalapa.
Según Óscar Montes, la asistencia de espectadores, de 2010 a 2011 casi se duplicó: «En Zacatecas tendríamos aproximadamente entre unos ocho y 12 mil asistentes, y en Xalapa fueron un poco más de 20 mil, 20 mil 600. Ha sido una cosa impresionante. Por ejemplo, te voy a decir una cosa: en Cartagena tuvimos nosotros el año pasado 39 mil asistentes, en ocho años, aquí en Xalapa, en el primero, 20 mil, o sea, más o menos tú te das cuenta de la proporción de las cosas».
Aunque el programa del Hay Festival se centra fundamentalmente en la literatura, también tiene espacio para la música, el teatro, el cine y la reflexiones sobre temas políticos y sociales, así como los derechos humanos.
– En el caso de México, ¿cuáles han sido estos temas sociales que más han preocupado, desde la primera edición en Zacatecas, la segunda en Xalapa, y la tercera que será también en Xalapa?
Cristina Fuentes La Roche responde:
– El tema ahora mismo en México es el tema de la migración, de la violencia, que está tan palpable en la cultura también. O sea, la violencia es atacada desde la música, desde la literatura, desde el ensayo, y es algo que hemos querido también apoyar y hablar realmente sobre el tema. Hace falta el foro para que se hable sobre ella, desde el aspecto cultural, pero por supuesto que la cultura no lo es todo.
Por ejemplo en Colombia, que también es un país con mucha violencia, no hemos tocado tanto esas temáticas, pero cuando llegamos a hacer el festival ahí, ya estaban muy tratadas en otros foros. Y teorizamos más, si estamos ahí, por ejemplo, en aumentar la participación internacional, como hace ocho años que empezamos ahí, había escritores que no querían ir ahí. Era un país muy culto pero aislado, y realmente la intención de Colombia fue llevar a escritores como Salman Rushdie, hasta Javier Cercas, escritores que fueron por primera vez. Ese puente entre el resto del mundo y Colombia fue un punto importante».
LAS LETRAS, LETALES PARA LA VIOLENCIA
Hace apenas unos días, Gerardo Pérez, del Colectivo por la Paz, sección Xalapa, declaró a la prensa que entre 2011 y 2012 esta ONG ha contabilizado cerca de 300 personas desaparecidas en esta área, la mayoría de ellas, mujeres jóvenes. Muchas de las desapariciones, continuó, ocurren en la mañana, cuando las chicas se dirigen a sus escuelas.
En la penúltima semana del mes de septiembre, Marisela Ortiz, fundadora, junto con Norma Andrade, de Nuestras hijas de regreso a casa, publicó en el muro de Facebook de esta organización, la foto de Sandra Jennifer Giraldi de 19 años de edad, desaparecida el 14 de septiembre, cuando se dirigía a la Universidad Xalapa, en donde estudiaba becada.
La siguiente pregunta parece incomodar a Cristina Fuentes, pero lo disimula bien; usa el mismo trato amable y suave, y responde con seguridad.
– ¿Qué tan difícil ha sido trabajar con el gobierno de Veracruz, que es un estado señalado por inseguro, y especialmente difícil para el ejercicio periodístico?
– Para nosotros lo fundamental de trabajar con dineros públicos, gobiernos, es la total libertad de programación. O sea, la programación la maneja el Hay, el gobierno no se mete en la programación, y eso también habla muy bien del gobierno. Y por ejemplo, el año pasado trajimos al padre Solalinde, que dijo lo que quiso en nuestro escenario. Estaba invitado Javier Sicilia, que no pudo venir por otros temas.
Trabajamos muy de la mano de Oxfam, que también tiene sus temáticas en migración; se presentó la película de La bestia; este año Lydia Cacho está invitada y si puede venir, si cambia su situación, vendrá; si no, como te dije antes, también vamos a intentar hacer streaming desde donde está ahora, o grabar una entrevista previa.
Realmente lo fundamental para nosotros es tener libertad de programación. Nuestro único poder, nuestro único valor, es la programación del Hay. Es algo que cuidamos mucho, y vamos, es la libertad que está en manos nuestras».
Óscar Montes, en cambio, habla más abiertamente del tema de la inseguridad: «Es una preocupación latente. Es una preocupación general, pero realmente la primera experiencia fue tan buena, que aunque todo mundo decía lo mismo: no, Veracruz no (porque) nos sentimos inseguros. Pero realmente encontramos un ambiente tan amable, tan amigable y tan seguro, porque los escritores se bajaban del hotel e iban caminando al Ágora. Realmente se ha podido circular, se ha podido llevar muy en paz.
Digo, sí hay violencia, lo sabemos, pero no se manifestó en el momento del festival, y también es una muestra de que la palabra, el diálogo y todo, privan.
O sea, eso es lo que hay que hacer en este país: hablar, dialogar, conocer ideas, aportar.
Pero evidentemente hay preocupación, y las autoridades del estado nos han garantizado la seguridad, nos han garantizado que va a haber, no un operativo espectacular ni mucho menos, porque no se necesita, pero sí tenemos garantías de que nada va a ocurrir».
ESTE AÑO, MÁS LATINOAMERICANOS
Si el año pasado las «estrellas» del Hay Festival fueron Martin Amis y Richard Ford, figuras muy populares de la literatura en habla inglesa; en éste, parecería que las cartas fuertes del programa son hispanoamericanos, como Enrique Vila-Matas, Evelio Rosero, Santiago Gamboa, Marcos Giralt Torrente, y específicamente mexicanos, como Álvaro Enrigue, Fabrizio Mejía Madrid, Élmer Mendoza y Guillermo Fadanelli.
– Hay ahora más autores españoles y latinoamericanos y menos ingleses, norteamericanos… ¿Se está buscando un balance?
– Yo creo que en realidad, no – dice Cristina convencida.
– No veo los números como tal. Lo voy a decir así, a grandes números, que igual y me equivoco: 60 por ciento puede ser mexicano y 40 internacional. Yo creo que este año tenemos una representación mexicana muy buena también, llamativa, con novedades, como la película de Mario Bellatin… Y quizá en lo internacional, aparte de los premios Nobel (el francés Jean Marie Gustave Le Clézio y el nigeriano Woyle Soyinka), traemos a figuras maravillosas que quizá no son tan conocidas; por ejemplo, Janne Teller, que es una escritora danesa maravillosa, que escribió este libro Nada, que es sobre los límites de la tolerancia; Jeannette Winterson, que es fundamental en la literatura británica, que acaba de publicar un libro en español ¿Por qué ser feliz cuando se puede ser normal?
Es fundamental celebrar lo autóctono mexicano, y también lo que comenté antes. Este intercambio nos interesa mucho. Incluso este año llevamos a Beirut a escritores colombianos. En Gales estuvo Álvaro Enrigue, Valeria Luisseli; ahora a Segovia va Diego Luna. Realmente el intercambio es fundamental.
– ¿Les ha afectado la crisis económica que vive Europa?
– En España, especialmente, ha sido duro el tema de la crisis. Nos han recortado presupuesto en el Hay Segovia, pero con la ayuda de diferentes organismos, embajadas, vamos adelante y en un par de semanas lanzaremos la programación del Hay Segovia, y es tan fuerte como nunca.
Creo que la cultura es un tema que mucha gente ayuda y quiere que siga el Festival. El Festival se convierte en todos, entre todos, aunque haya una crisis económica, sale adelante».
XALAPA 2012
Desde el estreno de la película Bola negra, de Mario Bellatin, hasta el concierto de Café Tacuba en el Parque Juárez, todo cabe en esta edición del Hay Festival: una conversación sobre el precio de los libros con Alberto Ruy Sánchez, Juan Arzoz y Guillermo Quijas; la presentación de la escritora británica Jeannette Winterson, que se hizo popular con su novela autobiográfica Fruta prohibida, las mesas en torno al libro Sam no es mi tío: 24 crónicas migrantes, los moneros Jis y Trino, el homenaje a Carlos Fuentes, en conjunto con la Cátedra Interamericana Carlos Fuentes de la Universidad Veracruzana, en el que participarán Sergio Pitol, Adolfo Castañón y Alberto Manguel, una reflexión sobre la tiranía del culto al cuerpo con Susie Orbach y Arnoldo Krauss, talleres y encuentros entre estudiantes y escritores en el Hay Joven, un concierto de la Orquesta Sinfónica de Xalapa, una plática sobre ficción y policías entre Élmer Mendoza, Paco Taibo II y Martín Solares y la banda favorita de Barack Obama, el Hypnotic Brass Ensamble, en concierto.
Claro, éstas son apenas algunas de las 70 actividades, con los cerca de 100 invitados que se llevarán a cabo del 3 al 7 de octubre en Xalapa, según se anunció en conferencia de prensa.
Además, la Universidad Veracruzana, institución que apoya el festival, editará próximamente un libro homenaje a Carlos Fuentes, según dijo su rector, Raúl Arias Lovillo.