De acuerdo con información de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales, había 54 sitios para la disposición final de cascajo producido por el sismo: nueve en Morelos, 14 en Puebla y 30 en el Estado de México, de los cuales, 21 funcionaron para la disposición de escombros de la Ciudad de México.
Sin embargo, como dichos centros de disposición son privados, las autoridades de la Ciudad de México no tienen un control ni están obligados a supervisar si los Residuos Sólidos Urbanos (RSU) derivados del sismo fueron reciclados.
Al día, en México se generan 33 mil 600 toneladas de residuos de construcción, independientemente de eventos como el sismo, lo que equivale a 12 millones de toneladas de cascajo al año.
Por Rocío Melgoza
Ciudad de México, 21 de septiembre (EconomíaHoy/SinEmbargo).- Hasta la semana pasada, en la Ciudad de México se habían generado poco más de 78 mil toneladas de escombros derivados del sismo del 19 de septiembre de 2017; sin embargo, a pesar de que hay una normatividad que prevé una disposición final y reciclaje de este tipo de materiales, no hay un dato oficial que indique a dónde fueron a parar y mucho menos, si fueron reutilizados.
Ernesto Gutiérrez Garcés, director general de Imagen, Alumbrado Público y Gestión de los Residuos Sólidos Urbanos, de la Agencia de Gestión Urbana (AGU) de la Ciudad de México, dijo en entrevista para EconomíaHoy que diez días después del sismo se estableció un acuerdo coordinado por Semarnat y los titulares de medio ambiente de los estados afectados para garantizar el confinamiento de escombros generados por la contingencia.
La @AGUCDMX opera en 7 cuadrantes de zonas afectadas por el sismo, en @072CDMX recibimos solicitudes de retiro de cascajo #mm
— Miguel Ángel Mancera (@ManceraMiguelMX) 7 de octubre de 2017
De acuerdo con información de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) había 54 sitios para la disposición final de cascajo: nueve en Morelos, 14 en Puebla y 30 en el Estado de México, de los cuales, 21 funcionaron para la disposición de escombros de la Ciudad de México.
Sin embargo, como dichos centros de disposición son privados, las autoridades de la Ciudad de México no tienen un control ni están obligados a supervisar si los Residuos Sólidos Urbanos (RSU) derivados del sismo fueron reciclados.
Lo anterior, a pesar de que la Semarnat solicitó a los gobiernos de Puebla, Morelos, Estado de México y la Ciudad de México a aprovechar los residuos para la reconstrucción de infraestructura y caminos en zonas afectadas
«La obligación del Gobierno de la Ciudad de México es llevarlos a los centros de disposición final donde pueden ser procesados, dijo Ernesto Gutiérrez Garcés.
Gutiérrez Garcés dijo que no es posible estimar el porcentaje final de los RSU derivados del sismo que se reciclaron «todo lo llevamos a disposición, que tienen sus propios procesos, en fin, lo más importante es para lo nosotros dejar a la ciudad libre de estos residuos».
«Los centros de disposición son privados, en la CdMx no los hay, carecemos de espacio y lugares para generar rellenos sanitarios, no hay, la gran mayoría está en el Estado de México, pero son privados desde luego», reiteró el funcionario de la AGU.
Para el director de Gestión de Residuos Sólidos Urbanos de la ciudad, el reto para las autoridades es, más bien, mantener la vialidad para evitar que se conviertan en tiraderos clandestinos. «Donde hay un cumulo de cascajo, es probable que al día siguiente aparezcan más, se mezclen con otro tipo de residuos y complican un manejo más integral, adecuado que permita un reciclaje correspondiente».
FALTA DE APOYO
La doctora Neftalí Rojas Valencia, investigadora del Instituto de Ingeniería de la UNAM participó en la creación de normas (NADF-007-RNAT-2013 y NMX-AA-164-SCFI-2013) que establecen criterios para la clasificación y manejo de residuos de construcción y demolición para su aprovechamiento y requerimientos ambientales mínimos para las edificaciones sustentables.
«Antes era fácil que nos apoyaran en investigaciones universitarias, pero hay desviaciones para otros lados y hay gente que mete proyectos que no tienen una debida línea de investigación. Nos falta acercarnos más a las autoridades», apuntó la investigadora de la UNAM
En entrevista para EconomíaHoy, señaló que el problema del manejo de los RSU en el país es preocupante, ya que al día se generan 33 mil 600 toneladas de residuos de construcción, independientemente de eventos como el sismo. Es decir, que al año son 12 millones de toneladas.
En ese contexto, mencionó que en la Ciudad de México se generan 7 mil toneladas diarias de RSU al día y «lo más triste es que de esa cantidad de residuos de construcción, sólo se llegan a reciclar mil toneladas por día».
Aproximadamente en cuatro meses la CdMx puede generar la misma cantidad de escombros que se generaron durante el sismo.
La académica indicó que hay recicladoras, pero poca es la gente que sabe de su existencia, y además, dice, las personas que se dedican a recoger el cascajo deben contar con un certificado especial «algo que en realidad no pasa».
También, señaló que un problema es que no hay apoyo de parte de las autoridades para impulsar proyectos de investigación que ya han dado resultados. «No hay quien quiera invertir en los proyectos y hay poco apoyo o interés de las autoridades. Hay un potencial grande, pero no se le ha puesto la atención debida».
Hace tres años, el equipo de la especialista del Instituto de Ingeniería (II) de la UNAM creó un ladrillo ecológico mediante un proceso sustentable; para su fabricación se utilizan residuos de construcción como materia prima y energía solar para el secado, en vez de la cocción tradicional en las ladrilleras. Sin embargo, no ha logrado el empuje necesario. El desarrollo universitario está compuesto por restos de excavación (arcilla), residuos de tala y de construcción triturados, integrados por un aditivo natural: una mezcla de agua con mucílago de nopal.
«SE RECIBE ESCOMBRO»
Rojas Valencia mencionó que han trabajado en algunos proyectos con la empresa Concretos Reciclados, ubicada en la delegación Iztapalapa, al oriente de la ciudad.
Su director, Enrique Ganell, en entrevista para EconomíaHoy, dijo que Concretos Reciclados tiene la capacidad de procesar hasta 2 mil toneladas de escombro diario, pero solo reciben entre 60 y 80 toneladas.
«Podemos procesar 2 mil toneladas diarias, es evidente que para la ciudad hacen falta otras tres plantas más»: Enrique Ganell, Concretos Reciclados
Mencionó que, a pesar de contar con la tecnología, no recibieron escombros del sismo, «hay muchos sitios en el Estado de México, alrededor de 20 que tienen autorización (de Semarnat) para recibirlos, no sé si sea lo mejor enterrarlos, pero de los males el mejor, preferible a que lleguen a ríos, barrancas o predios abandonados».
Además, señaló que la mezcla de escombros de un sismo representa un factor para su separación, «hay desde muebles, enseres, líquidos, solventes, pinturas o materiales infecciosos».
Dijo que en este tipo de casos, lo ideal es disponerlos en un sitio donde se pueda hacer la separación adecuada y «cada quien que se lleve lo suyo, en nuestro caso, todo el escombro, los agregados pétreos, así los de plástico, PET, pero no se hizo esa separación, se requería de un predio grande, se hablaba de algunos en Tláhuac, pero al final del día por desaparecer estos escombros no se hizo la separación y llegaron sitios donde no se recicló nada de ello».
«Viejas prácticas, cierta inercia institucional, no permite que la empresa progrese, los agregados reciclados son más económicos que los agregados naturales y disponer en este sitio en vez del Estado de México y otros centros autorizados pues nos ayuda también en los acarreos, eso incrementa su costo, no solo de una manera económica, sino también ecológica, porque no solo estamos quemando combustibles y generando de CO2».
En Concretos Reciclados se reciben los residuos de construcción y los almacenan en cuatro tipos. Primero, los que son exclusivamente de concreto o mortero, simples o armados, que de acuerdo con Enrique Granell, proveen agregados reciclados de excelente calidad.
También, el escombro más común que es ‘todo en uno’ y que tiene una calidad ligeramente menor, pero puede emplearse en terracerías, subases, terraplenes.
En tercer lugar están los materiales de excavación, que no dejan ser naturales, como arcillas, tepetates, rocas y que generan excelentes agregados naturales. Por último, están los fresados de carpetas asfálticas que son 100 por ciento recuperables en bases espumadas, mezclas tibias o frías y micro carpetas.
De hecho, la empresa ha procesado escombros derivados de la construcción de proyectos como el distribuidor vial de calle 7 en avenida Chimalhuacán, en Nezahualcóyotl, en el Estado de México. También de la Línea 12 del Metro de la Línea Dorada.
Más recientemente, reciben los escombros que se generan en la parte superior de los pilotes que sirven para la cimentación del Nuevo Aeropuerto de la Ciudad de México.
VAMOS ATRASADOS
Para Arturo Bautista Lozano, presidente de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción, delegación Ciudad de México, la contingencia superó las capacidades de las autoridades. «Aprovechar los resididos es fundamental y tras la contingencia también había mucho material que se podía aprovechar al 100 por ciento»
«Lo que pasa es que el tiempo nos alcanzó y vamos atrasados, las sinergias lo tenemos que hacer a la de ya, Claudia Sheinbaum dijo que su Gobierno será de innovación y sustentabilidad, entonces hay que tomarle la palabra trabajar en conjunto para que todas las nuevas tecnologías sobre todo de recolección y rehúso de materiales lo veamos a la de ya».