La desigualdad de género en México se observa en todos los niveles educativos, incluido el superior. De acuerdo con el estudio anual sobre educación de la OCDE, las mujeres mexicanas con universidad ganan sólo un 66 por ciento de los ingresos recibidos por sus pares hombres, lo que corresponde a una de las brechas salariales más importante de la organización, cuyo promedio es del 74 por ciento.
Entre los jóvenes de 18-24 años de edad, las mujeres también tienen un mayor riesgo que los hombres de estar en situación de desempleo, no estudiar y no recibir formación (NEET): el 36 por ciento de las mexicanas jóvenes en 2017 se encontraba en esta condición, en comparación con un 8 por ciento de los hombres de la misma edad.
Esta brecha porcentual de 28 puntos es la mayor de todos los países de la OCDE, cuyo promedio es de sólo un 2 por ciento.
Ciudad de México, 11 de septiembre (SinEmbargo).– Las mujeres mexicanas con educación universitaria ganan sólo un 66 por ciento de los ingresos recibidos por los hombres con el mismo nivel educativo, lo que corresponde a una de las brechas salariales más importante entre los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), cuyo promedio es del 74 por ciento.
En su estudio anual sobre la educación publicado hoy, la OCDE refiere que si bien en la educación universitaria hay igualdad de género tanto entre los nuevos ingresados como entre los graduados, pues las mujeres conforman el 50 por ciento de nuevos estudiantes en primer ingreso y el 53 por ciento de los graduados, en México las universitarias ganan menos que los hombres: en 2016 las mujeres con licenciatura que trabajaban a tiempo completo recibían un 66 por ciento del salario de sus homólogos masculinos, 8 puntos porcentuales por debajo del promedio de la OCDE.
Entre los jóvenes de 18-24 años de edad, las mujeres también tienen un mayor riesgo que los hombres de estar en situación de desempleo, no estudiar y no recibir formación (NEET): el 36 por ciento de las mexicanas jóvenes en 2017 estaba en esta situación, en comparación con un 8 por ciento de los hombres de la misma edad.
Esta brecha porcentual de 28 puntos es la mayor de todos los países de la OCDE, cuyo promedio es de sólo un 2 por ciento.
De acuerdo con el estudio, en México, más del 90 por ciento de las mujeres en situación NEET está inactiva; es decir, no tienen empleo, pero ni siquiera buscan activamente un empleo en el mercado laboral formal. Se trata de la proporción más elevada de la OCDE y sus países asociados, además de superar el promedio de la organización en 28 puntos porcentuales.
Los niveles elevados de desigualdad de ingresos en México están relacionados con una considerable prima de ingresos para los trabajadores cualificados, señaló la OCDE. Los trabajadores mexicanos (ya lo sean a tiempo parcial o completo) sin educación secundaria superior ganan cerca de un 40 por ciento menos que los adultos con educación media superior, lo que constituye la desventaja en ingresos más alta entre los países de la OCDE y países asociados. De un modo similar, los adultos con educación universitaria ganan casi el doble que aquellos con educación secundaria superior.
MÉXICO, DE LOS ÚLTIMOS EN EDUCACIÓN
El 52 por ciento de los mexicanos de entre 25 y 34 años carecen de educación media superior, lo que sitúa a este país latinoamericano a la cola de los países de OCDE y favorece la desigualdad en el mercado laboral.
Según el informe de la OCDE, este porcentaje ha experimentado una reducción de cerca de 13 puntos desde 2007, pero todavía está lejos de alcanzar el promedio de 15 por ciento entre los países miembros.
México es «el país de la OCDE con los niveles más bajos de titulación en la educación secundaria superior», lo que está «correlacionado con una elevada desigualdad de ingresos», dice el reporte.
Todas estas diferencias contribuyen a perpetuar la desigualdad en México, donde el 10 por ciento de la población con una más recursos tiene unos ingresos siete veces superiores al 10 por ciento más pobre, de acuerdo con la OCDE.
México también tiene la mayor proporción de alumnos que han repetido algún curso de educación media superior, un 14 por ciento, muy por encima a la media de la OCDE, que es del 4 por ciento. Más de la mitad de estudiantes repetidores (56 por ciento) son varones.
Las tasas de matriculación de los niños de entre tres y cinco años subieron casi 20 puntos porcentuales entre 2005 y 2015, hasta alcanzar el 83 por ciento.
La participación de niños de cuatro años se ha «incrementado especialmente», y ha pasado del 69 por ciento en 2005 al 91 por ciento en 2016, dice el informe.
En este nivel educativo, el tiempo que se pasa en la escuela ronda las 15 horas a la semana, lo que constituye la cifra más baja entre los países con datos disponibles, que tienen un promedio de asistencia de 30 horas por semana.
Pese a que entre 2005 y 2016 el número de profesores de preprimaria (preescolar) contratados ha crecido un 48 por ciento, «las clases están masificadas», con 25 niños por cada maestro.