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La Cruzada contra el Hambre de EPN falló hasta en el pueblo del plan piloto; «la ayuda no llegó»

09/09/2018 - 11:30 am

Pobladores de Apango, en Guerrero, señalaron que el programa Cruzada Nacional contra el hambre, la estrategia para combatir la pobreza, la desnutrición y la marginación social del Gobierno de Enrique Peña Nieto resultó un fracaso en ese municipio, en donde por cierto se instaló el plan piloto a nivel nacional.

La comunidad expuso que a pesar de la visita, en 2013, del Presidente Enrique Peña Nieto acompañado de funcionarios federales y el entonces Gobernador Ángel Aguirre Rivero, todo se quedó en proyectos sin ejecutar.

Por Zacarías Cervantes

Chilpancingo, Guerrero/Ciudad de México, 9 de septiembre (El Sur/SinEmbargo).– A casi dos meses y medio de que termine el Gobierno de Enrique Peña Nieto, representantes de los comités encargados de implementar en el municipio de Mártir de Cuilapan (Apango) la Cruzada Nacional contra el Hambre denunciaron que esa estrategia resultó un fracaso en ese municipio, en donde se instaló el plan piloto a nivel nacional.

“Los proyectos quedaron sin ejecutarse y los apoyos no llegaron a la gente para la que estaban destinados», denunció Alberto Velázquez, uno de los integrantes de los comités.

Mencionó que el 17 de julio de 2013 el Presidente Enrique Peña Nieto acompañado de funcionarios federales y el Gobernador Ángel Aguirre Rivero, visitó la cabecera municipal para realizar una evaluación integral de la Cruzada Nacional contra el Hambre.

La Cruzada Nacional Contra El Hambre Fue Una Estrategia De Epn Lanzada En 2013 Foto Presidencia

“Y desde esa fecha no se ha realizado ninguna evaluación, tampoco se ha informado con exactitud cuántos cientos millones de pesos se han invertido y si se han auditado estos recursos económicos por parte de la federación”, dijo consultado en esta capital cuando con otros de sus compañeros vinieron a solicitar su credencial de elector.

“Nos prometieron que mejoraría nuestra calidad de vida pero no hemos mejorado en nada, nuestra alimentación que dijeron sería lo prioritario sigue igual, no mejoraron los servicios de salud ni educación, vivienda menos, y peor estamos en servicios públicos, carecemos hasta de agua”, se quejó Alberto Velázquez.

Denunció que los apoyos para la producción, se quedaron en proyectos, “ninguna dependencia federal o estatal ha informado de sus inversiones y metas alcanzadas”, insistió.

“Sabemos que los presidentes municipales que manejaron los recursos de la Campaña Sin Hambre ahora son los nuevos ricos del municipio, presumen propiedades en Acapulco, Chilpancingo, vehículos de lujo y hasta constructoras tienen a costa del dinero destinado a combatir la pobreza y todo porque los órganos de fiscalización son cómplices de éste robo a las arcas municipales”, reprochó.

Citó el caso del ex Alcalde perredista José Guadalupe Rivera Mercenario, quien era Alcalde cuando se puso en marcha esa cruzada en Mártir de Cuilapan y en casi todas sus comunidades. Dijo que “de ser un humilde y pobre ciudadano” se convirtió en empresario y que en la elección pasada promovió como candidata a la alcaldía a su esposa Jenny Ocampo González, quien ganó las elecciones y es la Alcaldesa electa.

SIGUEN LA POBREZA

Mientras Alberto declaraba sus manos no descansaban, tejía con su esposa y algunos de sus compañeros una tira de la palma que es a lo que se dedica y obtiene sus ingresos cuando no trabaja en el campo.

“Nosotros de esto vivimos, no mejoraron nuestras condiciones, mucho menos nos sacaron de pobres”, dijo.

Contó que una persona experimentada puede tejer hasta seis rollos de palma de 20 brazadas, aproximadamente, o 13 metros de longitud en el día “y aparte lo de la noche”. Agregó que el precio por rollo es de tres pesos con cincuenta centavos.
Alberto quien también es comprador de las cintas a los artesanos, explicó que la mayoría de las personas tejen de cinco a seis rollos de cintas al día y que les genera ingresos de apenas 20 pesos, lo que apenas les alcanza “para tomarse un refresco o comprar unos chiles verdes porque negocio no es”.

Alberto Velázquez es vecino de la comunidad de Zotoltitlán, a unos 15 minutos de Apango, la cabecera municipal, desde donde bajan a comprar la palma los domingos a un costo de 100 pesos el ciento.

Alberto Velázquez aseguró que no es negocio tejer palma pero debido a que no existen fuentes de trabajo en el municipio, los ciudadanos se dedican a esta actividad “para tener pequeños ingresos”.

Se quejó de que los habitantes de la mayoría de las comunidades de su municipio y de la cabecera municipal siguen en las mismas condiciones, aún con la Cruzada Contra el Hambre, estrategia con la que se destinaron cientos de millones de pesos “y que no se conoce en qué se han invertido”.

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Redacción/SinEmbargo
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