Javier Jiménez Espriú, el futuro Secretario de Comunicaciones y Transportes, habló sobre la construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional de México. En un evento de la revista The Economist, cuestionó que en un país con casi 60 millones de pobres se discuta sobre la construcción del mejor aeropuerto habiendo más opciones.
«¿Con qué derecho vamos a tener el NAIM más lujoso del mundo, el más caprichoso? Eso es lo que debemos de decidir como nación», dijo al ser cuestionado sobre la consulta ciudadana que se llevará a cabo en octubre.
Ciudad de México, 6 de septiembre (SinEmbargo).- Javier Jiménez Espriú, el futuro Secretario de Comunicaciones y Transportes, cuestionó frente a los asistentes al evento «The Economist 2018» que en un país con casi 60 millones de pobres y hospitales o escuelas abandonadas, «con qué derecho» se construirá el mejor Aeropuerto Internacional habiendo más opciones, aunque reconoció que la base de Santa Lucía también tiene complicaciones.
Además, dada la saturación aérea y que la construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional no estará en los próximos «cinco o seis años», independientemente de la consulta ciudadana de octubre, es necesaria una «solución provisional» así como rehabilitar el actual. En días anteriores ha dicho que esa opción sería mandar vuelos al aeropuerto de Toluca, Estado de México.
«La consulta es para saber por dónde vamos. No sabemos si el NAIM va o no va», aseveró. «No está establecida en la ley, pero no es ilegal».
Preguntó que en un país con 60 millones de pobres, 80 hospitales saturados y miles de escuelas deplorables, «¿con qué derecho vamos a tener el NAIM más lujoso del mundo, el más caprichoso? Eso es lo que debemos de decidir como nación».
«Hay una decisión política (…), lo haremos responsablemente», dijo ante cuestionamientos de los invitados.
Ayer, los ingenieros civiles de México entregaron al Presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, el dictamen técnico de viabilidad del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM). Su conclusión fue que la obra, insigna del Gobierno de Enrique Peña Nieto, debería continuar construyéndose en Texcoco.
En el análisis, solicitado por López Obrador, se destacó que no se cuenta con la información suficiente para saber sobre el suelo, las condiciones geográficas, el financiamiento, y otros temas con relación a la alternativa de Santa Lucía.
Tener dos aeropuertos funcionando, indicaron, tiene en contra la incertidumbre sobre la viabilidad aeronáutica.
Este jueves el ingeniero Espriú expuso sobre la consulta que no es ilegal, es vinculante, será a nivel nacional por su impacto, así como informada, es decir, se planteará a partir de lo dicho por los especialistas y organizaciones que el equipo de transición ha estado consultando estos meses.
Detalló que se costeará con el dinero de la transición a través de una casa encuestadora privada. No especificó cuál, pero dijo que no será un proceso significativamente caro.
Sobre la opción de la base militar en Santa Lucía al afirmar que tiene complicaciones, están dialogando con asociaciones en el sector.
Explicó que si hubieran tenido la oportunidad de empezar desde cero, no hubieran elegido Texcoco, Estado de México, pues fue «una mala decisión; es una zona muy complicada».
En 2006, recordó, se propuso Tizayuca, Hidalgo, pero ya en 2018 hay inversiones y cancelarlo, están conscientes, ascendería a 100 mil millones de pesos. En su primera etapa, el costo del NAIM ya va en casi 300 mil millones de pesos, más de los 169 mil millones planteados al inicio.
«No sabemos todavía. Faltan mucho», dijo sobre costo final.
Jiménez también expuso sus metas como gestión: construir caminos rurales para conectar 350 comunidades rurales para acercarles servicios educativos y de asistencia médica.
Además, llevarán internet de banda ancha a poblados desconectados mediante diversas vías: señal de radio, satélite, cables o solicitando a los concesionarios que amplíen su cobertura.
Respecto al Tren Maya, detalló que será turístico y generará empleos en la región para evitar migración y fractura de familias.