Rescatamos algunas de las mejores comedias para este pequeño recorrido. Entre ellas encontrarás desde grandes obras clásicas de Hollywood hasta cintas menos conocidas y de presupuesto reducido.
Ciudad de México, 1 de septiembre (TICbeat/SinEmbargo).- Charles Chaplin se hizo famoso por decir aquello de que “un día sin risa es un día perdido” y como no le falta razón, queremos rendir homenaje a aquellas comedias cinematográficas que llevan años, e incluso décadas, brillando en el firmamento del séptimo arte como invitadas de lujo o pequeñas joyas que relucen de nuevo con cada visionado.
Dentro del género de la comedia existen numerosas subtipologías: desde la romántica de Capra a la burlesca de Chaplin, pasando por las parodias, el humor negro, el absurdo de los Monty Phyton o la comedia sofisticada de Woody Allen. Hoy trazamos un pequeño recorrido por algunas de las 11 mejores comedias y películas de risa de la historia. Entre ellas encontrarás desde grandes obras maestras del estrellato hollywoodiense a óperas primas nacionales surcadas de encanto.
Con faldas y a lo loco (1959)
Una de las obras maestras de Billy Wilder, director también de cintas como El crepúsculo de los dioses o El apartamento. Protagonizada por la icónica Marilyn Monroe, Jack Lemmon y Tony Curtis, relata la historia de como en plena Ley Seca, dos músicos de poca monta se ven obligados a escapar tras presenciar un ajuste de cuentas entre dos bandas mafiosas. Para huir de la persecución recurren a la triquiñuela de disfrazarse de mujeres. Uno de ellos, Joe, aparenta ser un manager impotente para conquistar a la cantante, mientras que el otro, Jerry, recibe el cortejo de un afamado millonario.
El baile de los vampiros (1967)
Sin duda, la mejor parodia del cine de vampiros, mezclando una trama astuta que combina el género de comedia y el de terror. Roman Polanski dirige una historia en la que el doctor Abronsius y su ayudante Alfred, viajan por Transilvania para confirmar la existencia real de los vampiros. Cuando paran en una posada plagada de ajos, raptan a la hija del posadero y este se empieza a comportar de un modo extraño, los dos colegas deciden acudir al castillo.
El jovencito Frankestein (1974)
Dirigida por Mel Brooks con Gene Wilder, Peter Boyle y Marty Feldman en el reparto, se trata de una delirante parodia acerca del clásico de Mary Shelley. hoy catapultda como cinta de culto de terror y carcajadas a partes iguales. En esta película, Frederick Frankenstein, un joven neurocirujano norteamericano, quiere dejar atrás el estigma que supuso la monstruosa creación de su abuelo, años atrás. Sin embargo, al heredar el castillo de Frankenstein y encontrar un misterioso manual científico con las directrices a seguir, empieza a crear su propio monstruo.
La vida de Brian (1979)
¿Quién no ha cantado “always look on the bright side of life?” La película más famosa de los Monty Phyton es una parodia desternillante de una particular versión del Nuevo Testamento, protagonizada por Brian, nacido el mismo día que Jesucristo y que lleva una vida paralela al Hijo de Dios, pero en versión decadente. Poncio Pilatos, María Magdalena y otros personajes bíblicos salpican esta colección de delirantes gags, símbolo estrella del humor absurdo de sus autores.
Aterriza como puedas (1980)
Los críticos de cine dijeron en su momento que esta comedia era poseedora de un gag impagable por minuto. El vuelo 209 de la Trans American sale de Los Ángeles con destino a Chicago, pero nada saldrá como se había planeado: indigestiones, personajes enloquecidos, histeria colectiva y secuestros. Humor fresco e imaginación en estado puro como emblema de su tiempo y que sentaría escuela en el cine posterior.
Un pez llamado Wanda (1988)
Otra de las grandes joyas de la comedia de finales de los ochenta, dirigida por Charles Crichton y protagonizada por John Cleese, Kevin Kline y Jamie Lee Curtis. Los protagonistas son una nefasta banda de atracadores cuyo jefe es detenido. Wanda, la única mujer del grupo, trata de seducir a Archie, el abogado defensor del cabecilla para sonsacarle el escondite del botín. Mientras, Otto, un siniestro psicópata admirador de Nietzsche, y Ken, un tartamudo aficionado a los peces exóticos, también esperan sacar tajada y recibir su trozo del pastel.
Mujeres al borde de un ataque de nervios (1988)
La que para muchos es una de las obras maestras de Pedro Almodóvar se trata de una tragicomedia pop colorida, visceral y de vertiginosas emociones en el Madrid de la Movida. Pepa, interpretada por una genial Carmen Maura, es una mujer que sufre una ruptura con un empedernido mujeriego que pronto irá a recoger sus cosas. Su casa empieza a llenarse, en aras del consuelo y de la evasión, de personajes extravagantes, rotos, enloquecidos y maravillosos.
Familia (1996)
Se trata de la maravillosa ópera prima de Fernando León de Aranoa, por la que recibió el Goya en 1997 a la mejor dirección novel. Es mejor no desvelar nada acerca de esta ácida e inteligente comedia, en la que Santiago se levanta esperando a que toda su familia lo felicite por su cumpleaños.
Mejor imposible (1997)
Melvin Udall (Jack Nicholson), un escritor maniático que padece un trastorno obsesivo-compulsivo, se trata de un hombre huraño, maniático y desagradecido que vive en Nueva York. Esta película escarba en los acontecimientos más asombrosos de su vida cotidiana, desde comer todos los días en la misma cafetería o proferir insultos homófobos al artista gay que vive en el apartamento contiguo. Sin embargo, todo cambiará con la llegada de un perro a su vida.
El gran Lebowski (1998)
Hace veinte años veía la luz una de las obras cumbre de los hermanos Coen que junto a Fargo, se trata de una de las obras de culto más adoradas por sus fans. Su protagonista es el Nota (Jeff Bridges), un holgazán residente en Los Angeles, que un buen día es confundido por un par de matones con el millonario Jeff Lebowski. Así comenzará una sucesión surrealista de acciones para encontrar a la mujer del auténtico magnate y hacerse de oro.
La Comunidad (2000)
La cinta icónica del director español Álex de la Iglesia, protagonizada por Carmen Maura, una mujer madura que trabaja en una agencia inmobiliaria y, por sorpresa, encuentra 300 millones de pesetas escondidos en un piso, debiendo hacer frente a una histérica comunidad de vecinos, en una mezcla delirante de terror, sorna, parodia e inquinas, sello de su director.