Los 32 coordinadores estatales y los 264 regionales que sustituirán a los más de 500 delegados federales y sus oficinas en los estados, fungirán como vigilantes del presupuesto federal y también buscarán consolidar el proyecto de Morena a través de funcionarios ligados a esa fuerza política y con arraigo en la entidad que corresponda, consideran especialistas consultados por SinEmbargo.
«A la luz de los ‘duartes’ y similares en este país, parece razonable; no está mal que haya un emisario federal, pero se puede volver corrupto en un ratito, basta una visita del narco poderoso local que le haga la famosa oferta de plata o plomo y ahí se acabó la honestidad; si plata o plomo es la opción, pues plata”, advierte Julio Boltvinik Kalinka, investigador de El Colegio de México (Colmex).
Este lunes, AMLO se reunió con los gobernadores del país y les comentó que la nueva figura responde sólo al plan de austeridad de su futuro Gobierno para adelgazar la nómina de las delegaciones. Sin embargo algunos gobernadores, como Jaime Rodríguez Calderón, «El Bronco», de Nuevo León, dijeron que la preocupación sobre los nuevos delegados fue una constante y López Obrador no fue claro sobre el rol que tendrán en las entidades. «Le cuestionamos varias veces eso, es un tema no explicado todavía. Hay dudas respecto a qué van hacer y cómo van a estar», dijo «El Bronco».
Ciudad de México, 27 de agosto (SinEmbargo).– Aunque en el encuentro de este lunes entre Andrés Manuel López Obrador, Presidente electo de México, y los integrantes de la Conferencia Nacional de Gobernadores (Conago), se habló del tema de los «superdelegados» o coordinadores regionales que sustituirán a los actuales delegados federales en las entidades, a los mandatarios locales aún no les queda claro qué atribuciones tendrán y cómo será su relación con los gobiernos locales.
Durante la reunión se avanzó en el tema y, de acuerdo con Manuel Velasco Coello, Gobernador de Chiapas y presidente de la Conago, el Presidente electo fue claro en que no se violentaría la soberanía de los estados y que la nueva figura responde sólo al plan de austeridad del nuevo Gobierno para adelgazar la nómina de las delegaciones federales.
Sin embargo otros gobernadores, como Jaime Rodríguez Calderón, mejor conocido como «El Bronco», de Nuevo León, dijeron que aunque durante el desayuno– al que asistieron todos los mandatarios en funciones y los electos–la preocupación sobre los nuevos delegados fue una constante. Además, dijo, AMLO no fue claro sobre el rol que tendrán en las entidades.
«Le cuestionamos varias veces eso, es un tema no explicado todavía. Hay dudas respecto a qué van hacer y cómo van a estar», dijo «El Bronco» al concluir la reunión.
Rodríguez Calderón agregó que el Presidente electo sólo les dijo «que no van hacer lo que dicen que van hacer. Entonces no sabemos qué van hacer y seguimos con la duda».
Velasco Coello explicó durante la conferencia de prensa que ofreció al concluir la reunión que los delegados federales ya existen y que la pregunta más frecuente fue sobre la coordinación que tendrán en el futuro los gobernadores con el Presidente de la República.
«El Presidente electo fue claro y puntual que las funciones que tendrán los delegados no estarán por encima de la autoridad de un Gobernador. El tema de los delegados es por el tema de la austeridad, en vez de ponerte de acuerdo con 60 delegados te pondrás de acuerdo con uno”, dijo.
Pero Enrique Alfaro Ramírez, Gobernador electo de Jalisco, argumentó que su preocupación es que existan autoridades intermedias entre el Gobierno estatal y el federal.
«Espero que como gobernadores nuestra relación sea directa con el Presidente de la República y sin intermediarios, lo que esperamos es que haya respeto a la autonomía de los estados”, dijo Alfaro Ramírez.
A pesar de que hay un avance entre la futura administración y los gobiernos locales sobre el tema de los nuevos delegados o «superdelegados», para los analistas la figura tendrá dos rostros: en efecto, disminuir la burocracia y dar certidumbre a la federación sobre la aplicación de sus recursos, pero también un innegable papel político en cada uno de los estados, particularmente en el afán de consolidar el proyecto de Morena.
VAN POR PROYECTO DE MORENA: ANALISTAS
Los 32 coordinadores estatales y los 264 regionales que sustituirán a los más de 500 delegados federales y a sus oficinas burocráticas en los estados, explicaron los expertos en entrevista con SinEmbargo fungirán como vigilantes del presupuesto federal, pero también buscarán consolidar el proyecto del partido Movimiento Regeneración Nacional (Morena) a través de funcionarios ligados a la fuerza política y con arraigo en las entidades.
“Tiene ventajas: fortalece la postura de la fuerza del Gobierno federal, y disminuye la de los estados. En los años de la descentralización, de la alternancia panista los gobernadores cobraron un enorme poder. Lo que está haciendo Andrés Manuel es quitarle poder a los gobernadores. A la luz de los ‘duartes’ y similares en este país, parece razonable; no está mal que haya un emisario federal, pero se puede volver corrupto en un ratito, basta una visita del narco poderoso local que le haga la famosa oferta de plata o plomo y ahí se acabó la honestidad; si plata o plomo es la opción, pues plata”, explicó Julio Boltvinik Kalinka, investigador de El Colegio de México (Colmex).
La propuesta enfrentó desde un inicio la resistencia de algunos gobernadores como Javier Corral Jurado del Partido Acción Nacional (PAN) en Chihuahua; Silvano Aureoles Conejo del Partido de la Revolución Democrática (PRD) en Michoacán; y hasta de Cuauhtémoc Blanco, Gobernador electo del Movimiento Regeneración Nacional (Morena) en Morelos, por considerar que se centralizará el poder y se invadirán competencias estatales.
Tatiana Clouthier Carrillo, ex coordinadora de campaña de López Obrador y futura Diputada federal, dijo en entrevista que los gobernadores tienen el poder en términos legales y que “una cosa no tiene que ver con la otra”.
“Hoy en día existen delegaciones. Lo que se hará será delegar en una persona la coordinación en lugar de tener 15, habrá uno para hacer que bajen los programas sociales y asegurarse que lleguen a donde deben llegar”, explicó.
Clouthier Carrillo precisó que se trata de “adelgazar la nómina” y quitar “aquellos que no sirven”, pues hay delegados que sólo funcionan como “jefe de relaciones públicas”.
“Te voy hablar de casos que yo conozco muy bien que es el de Educación: es una figura que cuesta mucho dinero para ser un jefe de relaciones públicas, que sirve de estorbo, más allá de nombres el de Educación es el más inútil de todos los que existen”, dijo.
Sin embargo, los coordinadores que, de acuerdo con la información que se conoce, tendrán a su cargo a ocho subcoordinadores en cada estado, no sólo serán el enlace principal entre los Gobernadores y el Gobierno de López Obrador para bajar recursos, lo que para algunos analistas significa el “cuidarles las manos” a los mandatarios, sino que será una estructura paralela de Morena que podrá ser utilizada con fines electorales.
“No estoy en desacuerdo con la idea básica, pero es muy problemática. Por los nombramientos se volvió muy electoral. ¿Cuál va a ser la relación de ese Delegado con la organización de Morena? En el Estado de México será claro, Delfina [Gómez Álvarez] será quien controle el partido. En la mayor parte de los casos esos delegados no los conoce nadie a nivel nacional, pero sí la gente del lugar. No son los virreyes españoles que llegaron a la Nueva España, es gente que Andrés Manuel los eligió porque viven y militan en ese estado, es gente local, no es un emisario del centro”, argumentó Julio Boltvinik.
Boltvinik es uno de los intelectuales estudiosos de la pobreza en México más importantes del país, de hecho él diseñó un método que fue utilizado oficialmente en el Gobierno de Marcelo Ebrard Casaubón en la capital del país durante el periodo 2008-2012.
De acuerdo con el especialista, los perfiles de los coordinadores estatales no tienen nada que ver con una experiencia previa en implementar los programas sociales en los estados.
“No lo hizo por los programas, lo hizo por tener más fuerza política. La duda es qué va pasar. Algunos gobernadores se van a pasar por el arco del triunfo al delegado y van a seguir negociando con el Secretario. Los gobernadores van a querer hablar con la Secretaria de Desarrollo Social, no con el delegado. No se logrará el propósito de descentralizar las disputas y que se queden allá con los delegados. Va a variar de estado a estado dependiendo del Gobernador, del partido y de la legitimidad que tenga”, explicó.
SIN SORPRESA
El pasado martes Andrés Manuel hizo nuevos nombramientos. Entre ellos el de Gabriel García Hernández como el futuro coordinador de Programas Integrales de Desarrollo; es decir, será el enlace entre el Presidente y los 32 coordinadores estatales y los regionales.
El nombre de García Hernández a cargo de la coordinación sólo se hizo oficial, pues ya se hablaba de él desde que se dio a conocer la lista con los nombres de los futuros funcionarios en cada una de las entidades.
Gabriel García fue el secretario de Organización de Morena, el hombre que construyó la estructura que operó a favor de López Obrador para lograr el triunfo del 1 de julio, por lo que su nombramiento ha generado una serie de opiniones sobre el papel que jugará al frente de los coordinadores estatales.
Para algunos es claro que si operó una estructura electoral para Morena, con el poder que tendrá a cargo de bajar los recursos a las entidades, lo hará también para empoderar al partido en cada uno de los estados.
Entre los que serán coordinadores destacan políticos que buscaron gobernar la entidad que coordinarán, como la maestra Delfina Gómez que apenas en los comicios de 2017 compitió por la gubernatura del Estado de México (Edomex) en una elección cerrada con Alfredo del Mazo Maza, el entonces candidato del Partido Revolucionario Institucional (PRI), ahora Gobernador.
Otros coordinadores como Víctor Manuel Castro Cosío, en Baja California, buscó ser Gobernador en 2015 por el entonces recién registrado partido Morena.
De igual forma Miguel Ángel Navarro buscó la gubernatura en Nayarit y será el coordinador regional, así como Carlos Lomelí Bolaños en Jalisco, Pablo Amílcar Sandoval en Guerrero y Joaquín Díaz Mena en Yucatán, los tres postulados por Morena para gobernar sus estados.
Otros más pertenecieron o pertenecen a los comités estatales de Morena como Jaime Bonilla en Baja California, Aldo Ruiz Sánchez en Aguascalientes, Katia Meave en Campeche, José Antonio Castillejos en Chiapas, Indira Vizcaíno en Colima, Abraham Mendoza en Hidalgo, Enrique Novelo en Durango, Roberto Pantoja en Michoacán, Nancy Ortiz en Oaxaca, Gabino Morales en San Luis Potosí y Manuel Huerta Ladrón de Guevara en Veracruz.
Otro grupo de coordinadores tienen el antecedente que fueron postulados por Morena o por otros partidos como el PAN o el PRD para el Congreso de la Unión, una alcaldía o una diputación local. Es el caso de Lorena Cuéllar, actual Senadora de la República postulada para coordinar Tlaxcala, José Ramón Gómez Leal en Tamaulipas, Carlos Merino en Tabasco, Jaime Montes Salas en Sinaloa, Gilberto Herrera Ruiz en Querétaro, Rodrigo Abdalá en Puebla, Blanca Judith Díaz Delgado en Nuevo León, Rabindranath Salazar en Morelos, Reyes Flores Hurtado en Coahuila, Cristina Cruz en la Ciudad de México, Juan Carlos Loera en Chihuahua.
“Es innegable que esos delegados tienen un doble rostro: es cierto que puede haber un ahorro, pero será mucho menor porque no serán 32 contra los más de 500 de ahora, sino que serán 264. Esta medida puede ser que mejore la coordinación del Gobierno federal en términos de servicios y eso puede beneficiar a la población, pero está el otro lado de la moneda, pues todo redundará en la construcción de apoyo político al Presidente y a su partido que implicará el lograr que este resultado electoral de Morena, en su momento sorpresivo, se repita en las siguientes elecciones”, dijo Nicolás Loza Otero, investigador de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso).
El investigador agregó que habrá una centralización de la conducción de López Obrador sobre sus secretarios, dependencias y presencia en los estados, lo que podría significar o no un crecimiento partidista de Morena.
“No es sorprendente ni debería parecernos anormal que haya un proyecto implícito de construcción partidista, porque todos los presidentes lo hacen: el programa Solidaridad de Carlos Salinas generó comités que al final eran tentáculos políticos del Gobierno federal. Lo que hará Morena será construir una nueva hegemonía política para construir un nuevo régimen. Eso es normal, el tratar de aprovechar condiciones favorables para expandirse y preservar hegemonía el mayor tiempo posible”, explicó.
Iván Iturbe Carbajal, especialista en campañas políticas y análisis del discurso de la Universidad Iberoamericana (UIA), coincidió en que la medida tiene dos propósitos: mejorar la administración, disminuir la burocracia, pero también tener un rol político importante.
“Se pudieron haber elegido políticos de Morena, pero no ser asignados a sus estados. Si su labor es vigilar los recursos públicos federales, el problema es dárselos a políticos que tienen carrera política y aspiraciones en algunos estados”, expuso.
Los analistas concluyeron en que las elecciones intermedias, cuando se renueven gobernadores en algunos estados y de nuevo el Congreso de la Unión, se verá con claridad cuántos de los coordinadores estatales se postularán para un cargo público.
“En unos cuatro, cinco meses sí podremos juzgar ya con hechos y no con opiniones cuál es el peso de los delegados. No nos va a extrañar que sí serán candidato, ¡claro que lo serán!, evidentemente tendrán una proyección muy importante”, argumentó Iturbe Carbajal.
Martí Batres Guadarrama, Senador electo de Morena y una de las piezas clave en la fundación del partido, dijo en entrevista que “ya habrá momento de evaluar” y que siempre ha habido delegados del Gobierno federal.
“Va a seguir esta estructura, no es algo nuevo. Se buscará que sea una estructura más coordinada, que no se dé esta hipertrofia de decenas y decenas de todos los delegados. Se trabaja en la idea de que una cosa es Gobierno y otra es partido. El Gobierno debe gobernar para todos”, señaló.
Batres Guadarrama explicó que los perfiles de los coordinadores varían y que “no podríamos decir que cada uno de estos perfiles tendrán posteriormente carreras políticas”.
Algunos críticos de la medida señalan que son pocos los funcionarios para satisfacer las necesidad de todas las secretarias federales en los estados, Batres puntualizó que “hay otras estructuras que ellos van a coordinar, pero la parte de hasta arriba es la que adelgaza, es la tónica general que se ha seguido en el Gobierno”.
UNA TRANSICIÓN “SUAVE”
Julio Boltvinik explicó que la operación de los programas sociales en el país requiere de un trato especial.
“Tiene que haber una transición suave, si no se pierde todo el conocimiento acumulado. Esta gente conoce a los médicos por nombre y profesores de escuela. En este país hay 150 mil localidades. En un porcentaje elevado de ellas opera el programa Prospera que requiere de un ejército de gente que esté abajo contando. El médico pone palomitas a cada ama de casa que acude a sus citas médicas obligatorias, el maestro pone palomitas a todos los estudiantes que asistieron al 80 por ciento de la clases, y esos papelitos los tiene que recoger alguien. Es poco probable que en todos los casos se pueda sustituir a toda esta gente, no lo han dicho y es probable que lo estén pensando. Queda la duda”, explicó.
El experto en el tema de pobreza agregó que lo mismo sucede con programas de otras dependencias como en el DIF, Educación y Salud.
“Yo creo que no basta los 264 [delegados regionales], que son menos de 10 por entidad federativa, para ver agua, drenaje, carreteras, puentes, seguridad pública, ¡por Dios, me parece una barbaridad! Ojalá que me equivoque”, anotó.