Magazine platicó con Perla Ernest, la creadora de este proyecto que al presentar tartamudez desde su infancia y crecer con ella viajó por el mundo en busca de las mejores técnicas para superarla y mejorar así su habla y expresión, aspectos que decidió compartir en México.
Ciudad de México, 26 de agosto (SinEmbargo).- La tartamudez afecta al 5 por ciento de la población infantil a nivel mundial y al 1.5 por ciento de los adultos, sector en el que los hombres suelen resultar más afectados, pero ¿es posible cambiar esto y dejar de tartamudear? Proyecto Ernest busca ayudar a las personas a cumplir esta meta a través de actividades integrales.
Magazine platicó con Perla Ernest, la creadora de este proyecto que al presentar tartamudez desde su infancia y crecer con ella viajó por el mundo en busca de las mejores técnicas para superarla y mejorar así su habla y expresión, aspectos que decidió compartir en México.
"Proyecto Ernest es una comunidad de adultos que tartamudeaban fuera de control y que hoy en día se desarrollan a través de sus talentos y de sus fortalezas, así como también han aprendido a reinterpretar creencias limitantes que han sido muy arraigadas a raíz de la tartamudez para que en armonía ellos puedan usar una técnica del habla que pueda reemplazar los estragos de la tartamudez por una comunicación asertiva", explicó Perla.
Perla señaló que tras encontrar una forma de hablar asertivamente ella seguía "operando desde la ansiedad, seguía operando desde el miedo a recaer como estaba antes y realmente eso no era vida" por lo que decidió incursionar en neurociencia y de psicobiología para entender realmente el trasfondo de la tartamudez.
Para no trabarse al hablar la mayoría busca cambiar palabras, "esto era una predisposición que usaba yo por muchos años, después me doy cuenta que hilar diez palabras o el cambiar las palabras por otras que si podía decir me sacaba del apuro en el instante pero no bajaba el miedo a tartamudear ni mucho menos hacia que el mensaje fuera claro para mi interlocutor, entonces era como crear una bola de nieve tras otra bola de nieve y qué pasa, al final ese acumulo de bolas de nieve explotan porque es como estar poniendo un curita encima de otro", agregó Ernest.
¿CÓMO FUNCIONA?
La fundadora de Proyecto Ernest señaló que en la tartamudez hay varios aspectos que intervienen como “Factor biológico, genético, mental, emocional y al final espiritual y para realmente tener resultados a largo plazo es trabajar esos aspectos”, por lo que el tratamiento debe ser integral.
Para iniciar se cursa un programa de 4 días llamado "Reprográmate" en el que se aprende cómo hablar para contrarrestar bloqueos y sobre todo el miedo a tartamudear, se da una introducción a la la Neuro-bio-emoción además de técnicas para para manejar el habla y sanar las emociones negativas.
“Son entrenamientos de cuatro días en los que estamos trabajando aproximadamente 55 horas por los cuatro días en donde los primeros dos días están destinados a trabajar el músculo diafragmático, este músculo es el órgano resentido cuando el cerebro se predispone a tartamudear, entonces cuando tu cerebro ya se predispuso manda la señal y se contrae ese músculo, por lo tanto cuando se contrae no produce suficiente aire y cuando no producimos suficiente aire nuestras cuerdas vocales se secan y no podemos transformar el aire a voz”, explicó Perla.
De inicio se trabaja dicho músculo con la sincronización del habla y locución de voz "porque no es solamente hablar sino comunicar, tanto estructurar tu mensaje, tanto sentirte en confianza para hacerlo y que te ancles con quien eres".
Si la persona se siente lista puede quedarse y continuar con el tratamiento, en caso de que no sea así se puede retirar y regresar cuando se sienta preparado para continuar.
El siguiente paso es trabajar el autoconcepto de cada persona a través de sus fortalezas y talentos para que sepan que son mucho más que tartamudez.
"En Proyecto Ernest creemos que la tartamudez se vuelve temporal para nosotros".
Después se trabaja la reinterpretación de creencia a través de la neurotranformación, "una vez que la técnica este solida cada persona tiene el libre albedrío de salir a practicar nuevas formas de hablar" compartió Perla, esto se hace con el fin de salir de la zona de confort y convivir con gente fuera del programa.
Las personas pueden obtener buenos resultados de hasta quitar un 90 por ciento del bloqueo que viven pero esto depende de la actitud y de las ganas del adulto para querer "tomar las riendas de su vida para ir creando nuevas oportunidades para comunicar". También hay platicas para padres, para familiares y amigos para servir de apoyo en el proceso.
"UNA OPORTUNIDAD DE ÉXITO"
Israel Ochoa, de 31 años, contó que se enteró de este programa cuando tenía 27 años y decidió adentrarse en él gracias a las buenas referencias que tenía, se informó a través de videollamadas, Facebook y testimonios de personas que ya habían tomado el curso y una semana después se integró a las actividades.
"Me di cuenta que enseñaba más que una metodología física era una capacidad de enseñar una técnica para aprender a conocernos a nosotros mismos y aprender a aceptar la tartamudez ya no como un problema sino como una oportunidad de éxito", explicó.
Israel también destaca la importancia de la actitud y el cambio de mentalidad que Proyecto Ernest motiva en sus participantes.
"He visto mucho cambio en mi manera de comunicar, puedo ser más asertivo, puedo ser más claro en lo que quiero decir pero creo que todo eso es consecuencia de un cambio de mentalidad, yo creo que eso es lo más importante del curso, que aprendemos a ver esa condición con unos ojos más amables".
Ochoa refirió que con su experiencia sabe que las técnicas de respiración, articulación, formulación de ideas son poco efectivas cuando se encuentran con una "situación retadora sino se está en coordinación con una mentalidad sólida".
Israel dijo que ahora se puede presentar como una persona autentica ante los demás, agrega que las personas con tartamudez pueden elegir comunicarse y participar en el Proyecto Ernest le ha ayudado en un ámbito profesional y personal.