Rubén Moreira Valdés, ex Gobernador de Coahuila, dejó a la entidad como la sexta más endeudada del país y pagó durante su gestión 21 mil millones de pesos a los bancos de puros intereses sin bajar ni un centavo el adeudo.
El Partido Revolucionario Institucional (PRI) «lo premió» con la Secretaría General de su Comité Ejecutivo Nacional y con una diputación federal por la vía plurinominal. Legisladores electos del PAN y Morena recriminaron el incentivo al ex mandatario en lugar de ser llamado a cuentas, no sólo por no disminuir la deuda, sino por no investigar a su hermano Humberto Moreira.
Ciudad de México, 5 de agosto (SinEmbargo).- El hombre que dejó endeudado a Coahuila y que se gastó el dinero de los coahuilenses en pagar sólo los intereses de la deuda que heredó de su hermano Humberto, fue premiado con una diputación federal y con la Secretaría General del Partido Revolucionario Institucional (PRI). Rubén Moreira Valdés, ex Gobernador de la entidad, es el ejemplo de los cuadros que tiene el priismo que lo llevó a una contundente derrota en los comicios del 1 de julio, dijeron candidatos electos de la oposición en la entidad, en entrevistas con SinEmbargo.
“Fue premiado, va ser Diputado federal. El PRI es el tipo de cuadros que premia, la gente está harta de la política por ese tipo de cosas, no hay consecuencias a las malas administraciones y decisiones. Hoy quienes nos dejaron así, hoy ocupan cargos a nivel federal como es el caso de Rubén Moreira, y además no tienen consecuencia jurídica. Está claro que el PRI quedó en el lugar que quedó, por los cuadros que tiene”, dijo Luis Fernando Salazar Fernández, Diputado Federal electo por el Partido Acción Nacional (PAN).
Rubén Moreira heredó una deuda en 2011 del Gobierno que encabezó Humberto Moreira Valdés, su hermano, de 36 mil 509.6 millones de pesos. En 2005, Humberto recibió una deuda de apenas 323 millones de pesos y él, en seis años, la elevó a 36 mil 186.6 millones.
A pesar de la exigencia de la oposición por disminuir la deuda de la entidad, el ex Gobernador Rubén Moreira dejó la entidad como la sexta más endeudada a nivel nacional, con un monto de 36 mil 700 millones de pesos.
De acuerdo con el Centro de Estudios de Finanzas Públicas (CEFP), cada coahuilense debe 12 mil 065 pesos; además la deuda representa el 5.6 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) estatal.
La organización México ¿Cómo Vamos? pone a Coahuila en semáforo rojo, pues su nivel de deuda se encuentra por encima de la media nacional.
El Diputado electo Luis Fernando Salazar Aunque recordó que el Gobierno de Rubén hizo dos reestructuraciones, pero los coahuilenses pagaron 21 mil millones de pesos sólo a intereses y el adeudo no disminuyó ni un centavo.
“Gastamos más en deuda que en salud. En Coahuila se gastaba más en el manejo de la deuda que lo que se invertía en obra pública. Esto trajo que Coahuila tenga grandes retos en materia de salud. Por ejemplo, el presupuesto de salud de Coahuila se redujo en un 41 por ciento; aumentó el cáncer de mama, es la tercer causa de muerte de mujeres en Coahuila”, recordó.
Armando Guadiana Tijerina, Senador electo del partido Movimiento Regeneración Nacional (Morena) por Coahuila, consideró que el PRI premió a Rubén Moreira por ser el “mapache mayor”.
“Ellos, los del PRI, quieren echar a la bolsa del olvido todas las cosas que han hecho mal. Éste [Moreira] era el mapache mayor. Aquí Coahuila era de los más priistas, espero que en tres años les podamos quitar la mayoría en el Congreso del estado”, dijo.
El Senador electo añadió que en lugar de ser premiados, los Moreira deberían “pagar por lo que hicieron en contra de los ciudadanos de Coahuila”.
“Ahí está la matanza de Allende de la época de Humberto Moreira y la megadeuda que jamás disminuyó, al contrario seguimos debiendo más”, precisó.
Sobre Rubén Moreira pesan señalamientos de la oposición por no investigar a su hermano Humberto por la megadeuda ni por las masacres de Allende y Piedras Negras.
Además, en septiembre del 2016 la bancada del PAN en el Senado de la República presentó ante la Procuraduría General de la República (PGR) una denuncia penal en contra de Rubén Moreira por el presunto desvío de 160 millones de pesos de las arcas públicas a una empresas fantasma.
El entonces Senador Luis Fernando Salazar afirmó que la denuncia de hechos era contra el “moreirato”. Los desvíos se habrían realizado pagando a empresas fantasma que no aparecen en el padrón de proveedores del Gobierno de Coahuila. Todos los pagos fueron por adjudicación directa.
En julio de 2016, de acuerdo con el diario San Antonio Express, Adolfo Efrén Tavira, un miembro de Los Zetas, declaró ante una corte federal en San Antonio, Texas, Estados Unidos, que Rubén Moreira recibió en 2012 una camioneta llena de dinero del grupo criminal.
PIDEN TRANSPARENTAS REESTRUCTURA DE LA DEUDA
Ambos futuros legisladores de la oposición coahuilense coincidieron en que esperan que la reestructura de la deuda que planteó esta semana Miguel Riquelme Solís, Gobernador del Estado, sirva para beneficiar a los ciudadanos.
Este semana el Gobierno de Coahuila emitió la convocatoria a los bancos que deseen participar en la reestructuración de su deuda.
“Es correcto una reestructuración de la deuda, es correcto porque está claro que Rubén Moreira contrajo una reestructura que no era conveniente para Coahuila. Espero que el Gobernador actual haga una reestructura que beneficie a los coahuilenses para que dejemos de pagar esas cantidades de dinero que se llevan los bancos y que en nada benefician a las familias del estado”, dijo el futuro Diputado panista, Luis Fernando Salazar.
Armando Guadiana, futuro Senador de Morena, consideró que se trata de una tercera reestructuración que debe transparentarse.
“Que nos digan cuál es el estado actual de la deuda respecto a los créditos, en qué plazo están, en qué tasa anual y cuáles son las amortizaciones que se están pagando. Cuál es la oferta nueva, qué beneficios obtendrá el estado; ojalá y no sea nada más por las comisiones que van a cobrar los banqueros y la que gente involucrada en la reestructura”, dijo.
Guadiana Tijerina recordó que en 2011 con la primera reestructura, la comisión que se cobró fue del 5 por ciento de la deuda reestructurada.
“Más de mil 700 millones de pesos de pura comisión que se repartieron banqueros, notarios, y no sé quiénes más, seguro algunos de los funcionarios del Gobierno”, dijo.
