Dark Souls, una de las sagas más populares fue remasterizada para consolas de actual generación y el resultado de esta versión mejorada ha sorprendido por las mejoras enfocadas en la parte técnica que propicia un juego con mayor fluidez.
Ciudad de México, 3 de junio (SinEmbargo).- Dark Souls ha sido una de las sagas más emblemáticas y populares en la industria de los últimos años; el Dark Souls original llegó a PS3 y Xbox 360 en 2011 y, no sé ustedes, pero para nosotros sigue siendo el juego con mayor dificultad de la saga, algo que no se vio reflejado en Dark Souls3 y que como un gran desafío que debía ser, nos dejó debiendo a muchos fanáticos, aclaro, no es un mal juego, pero no es tan desafiante como sus antecesores.
Dark Souls llega en su versión remastered para consolas de actual generación: Xbox One, PS4, Nintendo Switch (próximamente) y PC y vaya que nos ha sorprendido bastante, no por el contenido, sino por lo bien realizada que está esta versión mejorada de un juego que pensamos (en su tiempo) que no podía ser mejor.
Claro, en esta versión remasterizada las mejoras son enfocadas en la parte técnica, por ejemplo, podemos ver un juego con una mejor fluidez en cuadros por segundos, hasta 60 fps en Xbox One X, PS4 Pro y PC, además de gráficos 4K y, aunque aún no sale la versión portátil de Nintendo Switch, sabemos que el juego correrá a 30 fps y con una resolución de 1080p en modo dock o 720 en modo portátil. Con respecto al juego, desde un inicio podemos apreciar una mejor iluminación y unas texturas mucho más pulidas, recordando que es una remasterización y no un remake; los trabajos y mejoras hechas son sobre el juego original y no volviendo a hacer el juego desde cero. Así mismo, la tasa de refresco de pantalla es mucho mejor y esto sumado a las mejoras de las resoluciones nos brindan una experiencia más fluida y detallada.
Hay algunas adiciones dentro del juego, como el hecho de que el número de jugadores para el modo online ha aumentado de 4 a 6 personas; si bien podremos recibir ayuda en nuestro juego de hasta dos personas más, esto también significada que podremos ser invadidos en nuestro juego hasta por tres personas, pudiendo dar paso a un modo pvp de 3v3 totalmente nuevo en el juego.
Y con estas “mejoras” o adiciones al pvp, viene una característica que vimos en Dark Souls III y es que ahora tenemos la posibilidad de añadir contraseñas para que nuestros amigos o conocidos puedan unirse a nuestra partida de una forma más rápida y segura; además de que no existe la restricción de niveles. También, con este relanzamiento ahora el juego tiene servidores dedicados, lo que hará de la experiencia online una experiencia más fluida y con el menor número de errores de conexión.
Fuera de eso tenemos el mismo Dark Souls que ya conocíamos; si bien los controles de Dark Souls III cambiaron un poco y se asimilaban mucho a los de Bloodborne, en esta remasterización los controles siguen siendo los mismos que conocimos en 2011. En adición al gameplay hay mejoras como que ahora podamos usar varios objetos del mismo tipo a la vez (antes tenía que ser de uno en uno, siendo muy tedioso al consumir almas), o el poder cambiar de pacto desde las hogueras.
Dark Souls Remastered es una gran entrega y bastante bien recibida casi 7 años después de su lanzamiento; además es una gran oportunidad para las personas que nunca pudieron o quisieron jugar la serie desde un inicio.