La Organización Meteorológica Mundial afirmó que las temperaturas registradas en 2017 permiten confirmar que fue el año más cálido, lo que provocó grandes pérdidas por fenómenos meteorológicos y climáticos extremos.
Ginebra/Ciudad de México, 22 de marzo (EFE).- El año 2017 fue uno de los tres años más cálidos de los que se tiene registro y el más cálido sin haber tenido influencia del fenómeno de «El Niño», que puede estimular considerablemente las temperaturas anuales, confirmó hoy la Organización Mundial de la Meteorología (OMM).
Así consta en la declaración de la OMM sobre el estado del clima mundial en 2017, que la organización publicó hoy con motivo del Día Meteorológico Mundial que se celebra mañana.
En 2017 se registraron temperaturas medias mundiales de alrededor de 1.1 grados centígrados por encima de los niveles preindustriales.
La temperatura media mundial del período comprendido entre 2013 y 2017 es la media quinquenal más elevada jamás registrada.
Los nueve años más cálidos jamás registrados se han dado a partir de 2005 y los cinco más cálidos de todos ellos a partir de 2010.
«En el comienzo de 2018 se mantiene la tendencia de 2017: Las condiciones meteorológicas extremas continúan cobrándose vidas y destruyendo medios de subsistencia», afirmó en un comunicado el secretario general de la OMM, Petteri Taalas.
La temperatura en la superficie del mar a escala mundial en 2017 estuvo ligeramente por debajo de los niveles de 2015 y 2016, pero fue la tercera más cálida jamás registrada.
El contenido calorífico de los océanos, que es una medida del calor existente en las capas superiores de los océanos hasta los 2 mil metros, alcanzó nuevos niveles máximos sin precedentes.
Además, a lo largo de 2017, la extensión máxima de hielo marino del Ártico en invierno fue la más baja recogida en los registros satelitales y el valor estival fue el octavo más bajo registrado.
La extensión máxima de hielo marino de la Antártida por su parte se ubicó en niveles mínimos jamás registrados, o cerca de ellos, a lo largo de todo el año.
A su vez, el balance de la masa del manto de hielo de Groenlandia entre septiembre y diciembre de 2017 estuvo cerca de la media.
No obstante, la OMM recuerda que desde 2002 el manto de hielo ha perdido cerca de 3.6 billones de toneladas de masa de hielo.
En cuanto a los gases de efecto invernadero, la OMM señala que durante el último cuarto de siglo, las concentraciones de CO2 en la atmósfera han aumentado de 360 partes por millón (ppm) a más de 400 y se mantendrán por encima durante varias generaciones.
Así, el planeta enfrentará un futuro más cálido y una mayor cantidad de fenómenos meteorológicos, climáticos e hidrológicos extremos, advirtió Taalas.
En 2017 se produjeron numerosos desastres provocados por fenómenos meteorológicos y climáticos con grandes impactos económicos, que la reaseguradora Munich Re evaluó en 320 mil millones de dólares (260 mil 188 millones de euros), la mayor cuantía anual jamás registrada (después del ajuste por la inflación).
Las naciones vulnerables se ven especialmente afectadas por los impactos climáticos, pues el Fondo Monetario Internacional (FMI) estima que un aumento de 1 grado centígrado de la temperatura podría reducir considerablemente las tasas de crecimiento económico en muchos países de bajos ingresos, señala la OMM.
En 2016 los desastres meteorológicos obligaron a 23.5 millones de personas a desplazarse, principalmente por crecidas o tormentas y sobre todo en la región de Asia-Pacífico.
Además, el riesgo de contraer enfermedades relacionadas con el calor o de fallecer ha aumentado de forma constante desde 1980, y actualmente cerca del 30 por ciento de la población mundial vive en condiciones climáticas capaces de generar temperaturas potencialmente letales al menos 20 días al año, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).