Ciudadanos, académicos, organizaciones civiles, universidades e instituciones reclaman que las modificaciones a la Ley de descarga de aguas residuales no son lo suficientemente estrictas y permitirán a la industria seguir contaminando mares, ríos y lagos del país.
Los inconformes sostienen que la legislación no considera el control de sustancias cuyas características químicas causen daños, tampoco modificaciones sustantivas en los límites para metales pesados y cianuros, además del escaso personal de supervisión para que se cumpla la norma, entre otras deficiencias, por lo que llamaron a endurecerla.
Xavier Romo, responsable de Educación y Comunicación ambiental en el Colectivo Ecologista Jalisco, destaca que de mantenerse así la Ley, «se puede contaminar con legalidad y con impunidad. Se puede contaminar sin estar infringiendo alguna Norma».
Ciudad de México, 17 de marzo (SinEmbargo).- Académicos, especialistas y organizaciones de la sociedad civil afirman que el proyecto para modificar la norma que dicta los límites permisibles de contaminantes en las descargas de aguas residuales en aguas presenta mejoras, pero es débil, por lo que las aguas nacionales y la salud de los mexicanos se encuentran «desprotegidas».
En entrevista para SinEmbargo, Xavier Romo, responsable de Educación y Comunicación ambiental en el Colectivo Ecologista Jalisco, expuso que en cuanto a las descargas a los cuerpos de agua nacionales, como ríos, lagos y aguas costeras, la normatividad «actualmente es laxa» y aún con las modificaciones «sigue siendo laxa y sigue siendo permisiva».
En México, agregó, «se puede contaminar con legalidad y con impunidad. Se puede contaminar sin estar infringiendo alguna norma».
Romo afirmó que distintos sectores industriales ejercen presión para evitar que las modificaciones sean aprobadas, ya que les representaría inversiones extra para descargar sus contaminantes.
«La petición es que se ponga un alto a la contaminación y exista realmente una Norma Oficial que garantice la protección de los cuerpos de agua y la salud humana en el país».
El pasado 5 de enero, en el Diario Oficial de la Federación (DOF) se publicó el «Proyecto de Modificación de la Norma Oficial Mexicana PROY-NOM-001-SEMARNAT-2017, que establece los límites permisibles de contaminantes en las descargas de aguas residuales en cuerpos receptores propiedad de la nación».
El doctor Omar Arellano-Aguilar, del departamento de Ecología y Recursos Naturales en la Facultad de Ciencias de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), recordó que dicho proyecto modificaría la NOM-001-SEMARNAT-1996, que se encuentra vigente desde hace más de veinte años, por lo que señaló como «ventaja» el paso.
No obstante, «tiene muchos contras» ya que el proyecto fue elaborado sólo por el sector gubernamental y no hubo participación de organizaciones civiles ni del sector académico para crear una discusión y así llegar a la realización de una legislación que proteja las aguas nacionales, comentó.
«Aunque la Norma Oficial reconoce el problema de contaminación de los cuerpos de agua superficiales, debido a la descarga de aguas residuales, no incide en los cambios de patrón respecto al control de contaminantes», puntualizó.
El especialista también destacó que hace alrededor de 7 años, la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) hizo una evaluación y concluyó que la NOM «muestra un efecto o impacto nulo» y que «no se cumple, lo que representa la libre descarga de contaminantes».
En ese sentido, la doctora Raquel Gutiérrez, abogada ambiental, apuntó que gracias a ello, una gran cantidad de cuerpos de agua han sido afectados por la descarga de contaminantes. Incluso, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) ha señalado que en territorio nacional «más del 70 por ciento de los cuerpos de agua tienen algún grado de contaminación: lagos, ríos, manglares y costas están contaminados, afectando a seres humanos, animales y plantas que habitan estos ecosistemas».
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A través de un comunicado, decenas de ciudadanos, académicos, organizaciones civiles, universidades e instituciones comprometidas con el avance del derecho humano al agua, al medio ambiente sano y la salud de los mexicanos expresaron su preocupación al considerar que el proyecto de Norma no garantiza que la contaminación actual de los cuerpos de agua en el país sea controlada adecuadamente y para argumentarlo enlistó una serie de puntos:
1. El proyecto no considera el control de sustancias cuyas características químicas causen daños genotóxicos, mutagénicos, teratogénicos, así como impactos ecotoxicológicos y daños al sistema endocrino.
2. No contempla modificaciones sustantivas en los límites para metales pesados y cianuros vertidos a ríos, arroyos, canales, drenes, zonas marinas y estuarios, en comparación con la norma vigente.
3. Mantiene de manera general los mismos Límites Máximos Permisibles de contaminantes regulados por la NOM-001-SEMARNAT-1996.
4. Consideramos que un problema clave con la NOM-001-SEMARNAT-1996 ha sido el número bajo de inspectores de Conagua, situación que ha empeorado en los últimos dos años por la reducción del presupuesto del organismo.
5. Consideramos que la inclusión del parámetro toxicidad aguda representa un avance con respecto a la NOM-001-SEMARNAT-1996, ya que éste permite determinar si las descargas de aguas residuales tienen efectos adversos en organismos vivos. Sin embargo, el valor propuesto es muy elevado.
Los especialistas consultados por este medio de comunicación coincidieron en que es necesario crear una serie de normas que regulen por separado los distintos contaminantes, tomando en cuenta el tipo de industria y el cuerpo receptor de contaminantes.
«El tener una sola Norma para todos los procesos y actividades –industriales, comerciales, etcétera– que descargan sus desechos en cuerpos de agua nacionales ha sido un fracaso, y ha permitido la contaminación de nuestros lagos, lagunas, arroyos y ríos de manera muy preocupante», dijo al respecto la doctora Gutiérrez, quien es presidenta del Instituto de Derecho Ambiental, AC, e investigadora de la Universidad de Guadalajara.
En caso de continuar con una sola norma, destacaron la necesidad de que la totalidad de los permisos de descarga emitidos por Conagua incorporen condiciones particulares que tomen en cuenta el giro del generador de la descarga y el grado de contaminación del cuerpo que lo recibe.
«Una norma ambiental que incorpore las mejores prácticas y estándares es de vital importancia e interés para todas y todos los mexicanos, con el fin de reducir y eventualmente suprimir la actual contaminación y restaurar nuestros cuerpos de agua», urgieron a través del documento.
Los especialistas también manifestaron que la protección de los cuerpos de agua mexicanos requieren fortalecer el régimen de inspecciones e incluir la participación de la academia y de organismos de la sociedad civil en la vigilancia de la calidad de los cuerpos de agua y de las descargas de aguas residuales.
«Me parece que la Semarnat debería estar muy atenta a hacer congruente esta Norma con la problemática que tenemos en materia de disponibilidad y calidad de agua en el país», concluyó la doctora Gutiérrez en la charla sostenida con este diario digital.