Francisco Ortiz Pinchetti
23/02/2018 - 12:02 am
Las listas de la ignominia
El bochornoso zipizape a golpes, patadas y sillazos en la sede del Consejo Nacional del PRD que vimos hace unos días en algunos videos, languidece ante la contundencia de la ignominia que representan las listas de candidatos plurinominales de todos los partidos. Son el retrato hablado de la clase política mexicana, en todo su esplendor. […]
El bochornoso zipizape a golpes, patadas y sillazos en la sede del Consejo Nacional del PRD que vimos hace unos días en algunos videos, languidece ante la contundencia de la ignominia que representan las listas de candidatos plurinominales de todos los partidos. Son el retrato hablado de la clase política mexicana, en todo su esplendor.
Debiera ser escandaloso, pero ya tomamos con naturalidad el reparto descarado de curules y escaños con que se premian deslealtades, oportunismos, traiciones, chapulineos, incoherencias y sobre todo complicidades. En esas listas está la esencia misma de la corrupción que los candidatos de las tres coaliciones que se disputan la Presidencia de la República prometen combatir hasta el grado de la locura. Finalmente lo que importa es el poder… ¡y el dinero!
No vayan a pensar que la cara de alegría que suelen mostrar los escogidos en cuanto se enteran de que han sido palomeados obedece a que se ve satisfecho su incontenible anhelo de servir a su país. Ocurre más bien que como senadores o diputados tendrán asegurados, por seis o tres años, una jugosa dieta, comisiones, bonos, aguinaldo, dividendos y liquidación de despedida, además de viajes, gastos, auto, chofer, gastos médicos, acceso a medios, influencias y fuero. Es literalmente entrar a un mundo fantástico.
Eso explica que la rebatiña fuerte en todos los partidos –que llega a niveles como los que vimos en los videos del PRD– no sea por las candidaturas llamadas de mayoría de quienes aspiran a ganar una elección luego de hacer una campaña proselitista que generalmente les cuesta dinero y trabajo, para acceder finalmente a una curul o un escaño, no. Se trata de las canonjías regaladas, sin campaña, sin necesidad de someterse al escrutinio ciudadano y menos a la prueba de una elección. La negociación, el cochupo vil, los compromisos, la compra- venta de favores finalmente, suplen al derecho de los electores a decidir.
Casos extremos son la postulación de pillos reconocidos a candidaturas plurinominales. Uno escandaloso es el del nefasto líder minero Napoleón Gómez Urrutia, que será senador de la República por decisión de Andrés Manuel López Obrador a cambio posiblemente de apoyos económicos y electorales. Ahí la incoherencia es mayor por parte del líder de Morena, que a la vez que propone su “revolución moral” se alía con gente de la peor calaña. Y además trata de justificarlo.
Pero también hay ejemplos en los otros partidos. El PRD y el PAN han incluido en sus listas de futuros diputados federales plurinominales a los tres pillos autores del escandaloso “secuestro” de ocho mil millones de pesos destinados a la reconstrucción de la Ciudad de México. Los actuales diputados locales perredistas Mauricio Toledo Gutiérrez y Leonel Luna Estrada, sí, están ya la lista amarilla.
Y el cacique del PAN en la capital del país, Jorge Romero Herrera, encabeza la nómina panista de diputados plurinominales por la Cuarta Circunscripción y tendrá también fuero. No importa que haya estado involucrado durante años en actos de corrupción que van desde la falsificación del padrón interno de su propio partido hasta la colusión documentada, la complicidad evidente con inmobiliarias en la construcción de edificios ilegales –algunos de los cuales se vinieron dañadas con el sismo– cuando fue delegado en Benito Juárez.
Decepciona comprobar que en muchos casos las supuestas convicciones de los beneficiarios de estas prebendas no son otra cosa que acciones convenencieras, interesadas. Alguien con la trayectoria política de Pablo Gómez Álvarez, por ejemplo, acaba renegando del partido que él ayudó a fundar, para supuestamente sumarse a una causa que repentinamente le ha convencido. Hoy está en la lista de Morena.
Germán Martínez Cázares fue dirigente nacional del PAN y defensor del triunfo de Felipe Calderón Hinojosa en la elección presidencial de 2016, que López Obrador impugnó por fraudulenta. Tatiana Clouthier Carrillo, la hija de Maquío, dijo sentirse atraída también por las propuestas de AMLO. Y la senadora panista Gabriela Cuevas Barrón de pronto se dio cuenta de que el verdadero camino para el país es el que anuncia el líder tabasqueño. A la vuelta de los días, los tres aparecen en las listas como candidatos plurinominales de Morena.
Xóchil Gálvez Ruiz traicionó inesperadamente sus promesas de terminar su mandato como jefa delegacional en Miguel Hidalgo y ahora es postulada como pluri por el PRD. Miguel Ángel Mancera Espinosa aparece en cambio, inopinadamente, en la lista del PAN al Senado, lo que provoca protestas internas e incluso una demanda ante el Tribunal Electoral contra la camarilla que gobierna hoy el partido albiazul por violar sus propias normas internas.
Ahora sabemos por qué luego de insistir tercamente en su aspiración de ser candidato presidencial, el jefe de Gobierno decidió de pronto sumarse a la postulación del hoy cuestionadísimo panista Ricardo Anaya Cortés y obtener a cambio no sólo su futuro escaño sino además posiciones legislativas para toda su gente: Patricia Mercado Castro, Héctor Serrano Cortés, Manuel Granados Covarrubias, entre otros. Y sabemos también por qué el ex delegado en Cuauhtémoc Ricardo Monreal Ávila hizo gran pancho y prácticamente amenazó renunciar a Morena cuando AMLO impuso a Claudia Sheinbaum Pardo como candidata a la jefatura de Gobierno de la Ciudad de México. También él será senador plurinominal.
Y Rafael Moreno Valle, ex priista y ex gobernador de Puebla por el PAN, fue otro aparente opositor y rival de Anaya Cortés en la disputa por la postulación presidencial. De repente dobló las manos y desistió: será senador plurinominal, mientras que su esposa será la candidata del PAN a la gubernatura poblana… con el pleno apoyo del llamado chamaco maravilla.
Ante estos ejemplos de verdadero oprobio –que hay muchos más, claro— la lista del PRI se antoja al menos más coherente, aunque igualmente descarada. Ahí están en efecto quienes deben estar, leales al fin, no obstante muchos de ellos tengan no sólo enorme colmillo, sino una larga cola que les pisen.
Algunos nombres emblemáticos del priismo de ayer y hoy son: Miguel Ángel Osorio Chong, Gerardo Ruiz Esparza, Miguel de la Madrid Cordero, Eruviel Ávila Villegas, Rubén Moreira Valdés, José Reyes Baeza, Claudia Ruiz Massieu, César Camacho Quiroz, Jorge Carlos Ramírez Marín, Beatriz Paredes Rangel, Augusto Gómez Villanueva. Todos ellos –entre otros— serán felizmente senadores por seis años. Válgame.
@fopinchetti
más leídas
más leídas
entrevistas
entrevistas
destacadas
destacadas
sofá
sofá