Las mujeres de entre 25 y 35 años, que viven en zonas urbanas forman un nuevo perfil de usuarios de internet que no sólo están preocupadas por su salud y la de sus familias, sino que quieren en la atención médica la misma inmediatez y calidad que en el resto de sus transacciones on line, ¿cómo es el paciente 3.0?

Ciudad de México, 4 de febrero (SinEmbargo).– ¿Está cambiando la tecnología no sólo la forma de atenderse y curarse sino también el modo en que las personas acceden a la salud? El estudio El perfil y comportamiento del Paciente 3.0 realizado por la plataforma Doctoralia, revela que hay un grupo creciente de usuarios que acostumbrados al uso de un teléfono inteligente para consultar información, hacer compras y obtener servicios, lo utiliza también para atender su bienestar físico y mental.

Durante el segundo semestre de 2016, realizaron un estudio simultáneo en seis países: Polonia, Turquía, Italia, España, México y Brasil, en donde identificaron que los usuarios de las plataformas médicas Doctoralia y DocPlanner tienen un comportamiento homogéneo.

«Estábamos buscando definir el paciente 3.0 como el paciente actual. Vivimos en una era en la que suponíamos que este paciente es el que usa el internet para todo, lo que incluye su estilo de vida y el uso de servicios sanitarios, ir al médico. Estamos hablando de mujeres mayoritariamente, que en todos los países –salvo en España que son un poco mayores– son millennials entre los 25 y los 35 años. Son urbanas, se conectan a través del teléfono móvil y son las mujeres prevalentes porque son las que cuidan de la salud de las familias, ya están en una edad en que la utilizan no sólo para ver opiniones sino para colaborar, para formar parte del colectivo, opinar sobre cómo han sido los servicios, utilizar los servicios de citas on line para poder pedir turno con los especialistas», dice Frederic Llordachs, co fundador de Doctoralia a Magazine.

«Cuando hablamos de Paciente 3.0, nos referimos a una persona que utiliza Internet constantemente, busca información de gran calidad sobre médicos y servicios médicos, concierta visitas médicas a través de plataformas por Internet y participa en debates sobre salud y tratamientos en Internet», definen en el estudio.

EL EFECTO DR. GOOGLE

«Cibercondriaco: Una persona que compulsivamente busca en internet información sobre síntomas de enfermedades reales o imaginarios». Así es como el Diccionario Oxford define el límite más peligroso de tener tanta información a tan fácil acceso: el autodiagnóstico y la automedicación.

Con el internet todos podemos tener el «síndrome del estudiante de medicina», o sea, cuando los jóvenes bombardeados con tanta información sobre cada enfermedad, empiezan a  imaginar que las tienen todas. Cualquier hemorragia nasal parece síntoma de un tumor o un dolor de cabeza de un mal en la presión arterial.

«Las personas se ponen terriblemente ansiosas. Una mujer vino convencida de que tenía melanoma. Trajo 20 páginas de fotos a color de varios tipos de lesión en la piel, tratando de encontrar cuál lucía más como el de ella. Y ahora, por el internet, todos podemos ser estudiantes de primer año de medicina. Obtenemos información básica y no necesariamente mucho contexto, y nos vamos corriendo hacia una conclusión que puede estar completamente equivocada», dijo a CNN el doctor Arthur Barsky, profesor de psiquiatría de la Escuela de Medicina de Harvard.

Sin embargo, algunos estudios han señalado que consultar al «Dr. Google» ha tenido una evolución favorable, pues a finales de lo 90 cuando los usuarios de internet comenzaron a consultar sus dudas médicas en la red, se encontraron con un montón de información médica regada, desde estudios vanguardistas hasta anuncios engañosos de curas milagrosas.

68.5 por ciento de los usuarios que realizan consultas médicas en internet son mujeres. Foto: Pixabay

Algunos años después, las preocupaciones por el bioterrorismo por la crisis del ántrax causaron una cantidad inesperada de tráfico al sitio web de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos, «lo que los lectores encontraron fue presentado de una manera altamente técnica y fue difícil de interpretar. Había una sensación prevaleciente de que los pacientes apreciaban poder acceder al material de origen original fácilmente a través de la web, pero que necesitaban ayuda para interpretarlo», escribe el doctor Bradford W. Hesse en un artículo de la American Medical Association.

Como alternativa, nacieron los foros de discusión, en los que otros pacientes buscaban opiniones de otras persona diagnosticadas con algo parecido a lo que ellos sentían, lo cual comenzó a interpretarse como una «crisis de confianza» hacia los profesionales de la salud. Sin embargo, en 2001 se llevó a cabo la Encuesta de Tendencias Nacionales de Información de Salud en la que se reflejó que las personas seguían poniendo su confianza en los médicos, pero el «Dr. Google» seguía siendo su primera fuente de búsqueda.

«Es curioso y controvertido el tema del autodiagnóstico y automedicación. Yo soy médico y en la mayoría de los sitios donde hay problemas sanitarios es muchas veces porque hay una sobredependencia de los servicios médicos, de tener que ser revisado por un médico cuando el sentido común a lo largo del tiempo ha sido el que ha dictado lo que hacíamos. Afortunadamente creemos que la tecnología puede ser accesible y dar todas estas herramientas de soporte a todo este tipo de dudas que podamos tener, que durante años hemos ido delegando. Quizá es el momento de tener un mayor accesos a fuentes de información que sean confiables, que estén revisadas, que haya alguien competente al otro lado. Yo creo que el futuro del paciente va a ser adquirir una mayor autonomía en su vida y una mayor tranquilidad gracias a las posibilidades de contacto a distancia y en tiempo real con especialistas. Esto pasa con el uso activo del internet, mas no exclusivo», dice Frederic Llordachs en entrevista.

EL PERFIL MILLENNIAL

*Más del 60 por ciento de usuarios de la plataforma en México tiene entre 25 y 44 años. Entre estos, el grupo más numeroso, con un 33.7 por ciento, es el que tiene entre 25 y 34 años.

*La mayoría reside en grandes centros urbanos de más de mil habitantes:

Ciudad de México – 20.6%     |     Monterrey – 5.1%     |     Guadalajara – 4%

* Más de dos tercios se conectan a través de teléfonos móviles, mientras que un usuario de cada cuatro lo hace a través de la computadora.

*Más del 85 por ciento de los usuarios de que utiliza la plataforma para concertar visitas por Internet, lo hace la semana anterior, normalmente en los dos (24 por ciento) o tres (18.6 por ciento) días previos.

*En el servicio Pregunta al Experto, la mayoría de preguntas pertenecen al ámbito de la intimidad, la vida sexual, el uso de medicamentos, así como a precios de servicios médicos específicos, y van dirigida a: laringólogos, internistas, gastroenterólogos, alergólogos, pediatras, reumatólogos, parasitólogos, ginecólogos y psicólogos

*Los expertos más buscados son los ginecólogos, dermatólogos, dentistasm urólogos y cirujanos

«Hoy leía una noticia que decía que los millennials de repente se han puesto todos a ahorrar dinero y claro, tienen ya entre 25 y 35 años, son gente que ya dejó su skateboard y dejó de ir a conciertos, que tal vez ya se casó, tuvo hijos. Es decir, el millennial se está haciendo mayor, va adquiriendo responsabilidades, pasa al cuidado de sus familiares ya sea de sus hijos o de sus mayores, eso es lo que está pasando. Socialmente todavía etiquetamos al millennial como alguien muy joven y ya no lo son tanto.

El conocimiento que ellos tienen es mucho más afín a las redes y a la tecnología que las generaciones anteriores pero también es más ‘adicto’ a la velocidad, a la instantaneidad. En el estudio, el perfil del paciente 3.0 quiere una visita con el médico en menos de cinco días, no la quiere para dentro de dos semanas, lo quieren lo antes posible, porque también son una generación que tiene acceso muy rápido a todo, que puede comprar por internet de hoy para mañana, que está acostumbrado a la venta flash, lógicamente todo es más rápido y la salud propia y de los suyos no tiene que quedarse en el pasado sino que tiene que ser igual de rápida», finaliza el médico.