México

La “crisis de sueño” de Monreal deja vecinos molestos, calles destruidas y negocios cerrados

30/12/2017 - 6:00 pm

«Calle cerrada por obras, utilizar vías alternas, disculpe las molestias», expone un letrero en la calle Amberes en la Zona Rosa, espacio turístico de la Delegación Cuahtémoc, el corazón económico de la Ciudad de México por el que circulan 5 millones de personas diariamente. Por su concentración de actividades comerciales, aporta 900 mil millones de pesos al PIB nacional [un 4.6 por ciento].

Sin embargo, este año el entonces Delegado Ricardo Monreal inició la renovación de pavimentado y drenaje en calles de las colonias Roma, Condesa, Hipódromo, Hipódromo Condesa y Juárez, la cual se atrasó por el sismo. Al dejar el cargo a mediados de diciembre prometió que se concluiría. Antes declaró que se iba a «a leer y a dormir, traigo un déficit de sueño». Comerciantes acusaron que sus ventas se han desplomado entre un 30 y 70 por ciento por la falta de acceso peatonal, planeación y el polvo, por lo que se quejaron de que el morenista dejara un proyecto aún en proceso.

«Nos deja como ‘ahí arréglensela ustedes'», dijo Gabriela, de una tienda de abarrotes en Génova. La oficina de Comunicación Social de la demarcación, actualmente pendiente de Delegado, aclaró que la Dirección de Obras a cargo de Humberto Chavarría es la responsable de terminar a mediados del próximo enero.

Ciudad de México, 30 de diciembre (SinEmbargo).– Entre las obras para renovar infraestructura que generan polvo y cierre de calles, y la temporada vacacional, las ventas de los negocios de las colonias Juárez, Condesa e Hipódromo Condesa han bajado entre 30 y 70 por ciento, por lo que los comerciantes y empleados exigen a la Delegación Cuauhtémoc, el centro económico de la Ciudad de México pero acéfala tras la salida de Ricardo Monreal Ávila, acelerar los trabajos que se atrasaron durante al menos dos meses por los edificios dañados tras el sismo en el centro del país.

«Estimados clientes», dice un letrero colocado en las cortinas cerradas del restaurante gourmet Gust and Pleser ubicado en Alfonso Reyes, Hipódromo Condesa. «Debido a los problemas ocasionados por las presentes obras, nos vemos en la necesidad de cerrar restaurante y tienda por unos días teniendo la fecha de apertura para el día 3 de enero del 2018».

Frente al negocio cerrado, hay montones de tierra, piedras, tubería y un ruido constante provocado por las excavadoras.

La escena de terracería se repite en otras colonias de esta delegación, que carga una antigüedad de 600 años, es la sede del Centro Histórico de la capital del país –patrimonio universal de la humanidad–. Además, es considerada la séptima economía de México al aportar el 25 por ciento del Producto Interno Bruto local y el 4.6 por ciento del PIB nacional (900 mil millones de pesos) debido al alto nivel de concentración de infraestructura y de actividades comerciales, culturales, financieras y políticas.

Los encargados de los comercios afectados aseguraron en entrevista que no han recibido ningún apoyo económico para compensar las pérdidas. Comunicación Social de la Delegación dijo a SinEmbargo que eso, solo por daños del seísmo, es responsabilidad del Gobierno capitalino mediante la Secretaría de Desarrollo Económico y la Secretaría de Finanzas.

Ahora que el cargo de Delegado se encuentra «pendiente», como reza en la página oficial de la demarcación, la conclusión de las obras es responsabilidad de la Dirección de Obras y Desarrollo Urbano, encabezada por Humberto Chavarría Echartea.

«El Jefe Delegacional es el Jefe de Dirección de Obras para que se delegue todo lo relacionado con las obras públicas. Obviamente la salida del Doctor [Ricardo Monreal] no influye en la conclusión de las obras porque hay un encargado de despacho. Como se menciona en el boletín que mandamos el día en el que Jefe Delegacional presentó su renuncia o su licencia definitiva, las obras tienen sus recursos etiquetados y siguen operando», afirmó París Cervantes, encargado de Comunicación Social.

Explicó que el etiquetado del presupuesto para ejecución de obras lo realizó la Secretaría de Finanzas y la Asamblea Legislativa (ALDF), y ya no puede modificarse por ningún motivo. De acuerdo con las cifras de la demarcación, el presupuesto 2017 es de 4 mil 94 millones de pesos de los cuales el 36.21 por ciento corresponde a la Dirección de Obras.

SinEmbargo realizó un recorrido por las calles de Génova y Amberes (Col. Juárez/Zona Rosa); Zamora (Condesa); Alfonso Reyes (Hipódromo Condesa) y Saltillo (Hipódromo). De acuerdo con la Dirección de Obras, aunque se programó terminar el trabajo a inicios de diciembre, el retraso de 15 días en estas áreas derivó del sismo. Las operaciones de maquinaria pesada fueron detenidas por seguridad al haber edificios en riesgo de colapso. Asimismo, por el periodo vacacional hay menor personal. No obstante, prevé que se concluya a mediados de enero.

La avenida Alfonso Reyes, en la colonia Condesa. Foto: Cri Rodríguez, SinEmbargo

«HIZO UN CAGADERO»

Ricardo Monreal, quien en octubre de 2015 tomó el cargo de Jefe Delegacional del corazón de la Ciudad de México, anunció a mediados de este mes que dejaba la gestión para, desde Morena, contribuir con su experiencia política de 40 años «a la victoria política de Andrés Manuel López Obrador». Días antes adelantó: «Me voy en diciembre. Me voy a tomar un receso. Voy a leer y a dormir, traigo un déficit de sueño. Quiero estar con mi familia».

En un video, agradeció a los vecinos la comprensión y paciencia que le tuvieron conmigo al frente de esa responsabilidad. «Y lo expreso con claridad: todos los frentes de trabajo en proceso, calles, banquetas, mercados, jardines, edificios públicos, se van a concluir y todos tienen presupuesto etiquetado para ello». Explicó que el sismo del 19 de septiembre retrasó dos meses la conclusión de las obras, pero «todas se van a cristalizar, se van a terminar y se van a entregar para beneficio de la población y visitantes de nuestra demarcación».

Y se fue.

Dejó una demarcación con 531 mil 831 habitantes, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), donde a diario, por sus 34 colonias, circulan alrededor de 5 millones de personas, cinco veces más de la que lo habita. Solo el Centro Histórico atrae todos los días alrededor de un millón y medio de población flotante.

«El problema principal con estas obras es que no hay ningún tipo de planeación», expuso César Vargas, de la cocina mexicana El Sur ubicada en la calle Zamora en la Condesa. «Aunado al sismo, hay calles cerradas. La colonia está sitiada. Llegar aquí es un lío». En una ocasión, contó, destaparon el drenaje enfrente de las mesas del restaurante. La cocinera, quien omitió su nombre, reclamó que pese a las pérdidas de un 70 por ciento se sigue pagando mucha renta, luz y sus sueldos se ven mermados.

Durante la gestión de Monreal se comenzaron obras en 38 calles de las colonias Roma, Condesa, Hipódromo e Hipódromo Condesa para la renovación de infraestructura urbana y señalizaciones. Alfonso Reyes y otras cuentan con una nueva red de drenaje, tubería de agua potable, repavimentación y banquetas, mientras Sonora, Campeche, y Avenida Mazatlán tienen una nueva carpeta asfáltica. En el caso del Corredor Jalapa-Coahuila-Yucatán y el Circuito Ámsterdam se rehabilitó con trabajos de balizado y señalética.

«Hizo un cagadero. Trató de decir en qué se había gastado el presupuesto y no lo terminó», aseguró Miguel Flores, del café bar Lorenzo, dentro de Foro Shakespeare en la Condesa. «Es triste no terminar lo que comienza». Pidió que la delegación finalice lo antes posible ya que no repararán las pérdidas económicas.

Los comerciantes entrevistados criticaron su salida y pidieron que se termine pronto para que sus ingresos dejen de caer. «Si inicias un proyecto, necesitas terminarlo, dejar a alguien encargado. Veo gente trabajando; espero lo concluyan», aseguró Enrique Téllez, de la relojería «Servicio Téllez» localizado en la denominada Zona Rosa en la calle Génova, en la colonia Juárez.

«Está mal. Se supone que para eso [Ricardo Monreal] está aquí. Primero pide nuestro apoyo…», declaró Ruth, quien atiende un negocio de reparación de calzado en la calle Amberes, en la Zona Rosa.

«Quien se haya quedado –comentó a parte Humberto Pineda, empleado del Café Emir en Amberes– espero lo termine porque no se puede quedar así». Humberto mostró a este sitio un par de fotografías en las que el polvo cubrió las mesas y vitrinas del sitio de la cafetería. En su caso las ventas han bajado, pero siguen a flote. «Clientes me comentaron que algunos locales de plano cerraron por la zona porque les afectó las obras».

Vecinos y negocios han sido afectados por obras que inició la administración de Ricardo Monreal y que no han sido terminadas en tiempo y forma. Foto: Cri Rodríguez

LAS HUELLAS DEL SISMO EN ZONA ROSA

En la calle Génova, un corredor turístico en la colonia Juárez, los negocios atravesaron por un paro comercial por las obras de pavimentación y drenaje que se atrasaron por el sismo de septiembre que dejó inhabitable el edificio del número 33. Las pérdidas fueron por 53 millones de pesos en venta, de acuerdo con el empresario Jaime Valencia, de la Asociación Por el México que Deseamos.

La Secretaría de Desarrollo Económico ofreció créditos a los locales de la Zona Rosa. A las delegaciones las excluyeron del proceso de reconstrucción, comentó París Cervantes de Comunicación Social.

La relojería «Servicio Téllez», a lado del inmueble en proceso de demolición, tuvo que cerrar durante dos meses por el sismo. Reabrió en noviembre. Pero meses atrás, de enero a julio, sus ventas cayeron un 70 por ciento, contó Enrique Téllez. Expuso que al principio les dijeron que solo sería de dos a tres meses pero se extendió. Además, acusó, hay problemas de iluminación desde hace tres semanas a pesar de la remodelación.

Gabriela Vicencio, de la tienda de abarrotes de la misma calle, coincidió en los problemas de las luminarias y en el servicio de luz en los locales. Su ventas «se vinieron abajo muchísimo». Un 50 por ciento, calculó. Con las obras «la estábamos pasando», pero el cierre de la calle por el edificio en riesgo de colapsar «los llevó para abajo». Tuvieron que cerrar una semana.

El edificio de la calle Génova, días después del sismo de 19 de septiembre pasado, hoy está en proceso de demolición. Foto: Cuartoscuro/ Mario Jasso

«Dijeron que iban a ser como ocho meses, pero ya llevan como un año», aseguró. Un día antes acababan de soldar una jardinera frente al negocio. Consideró que las obras no eran necesarias y «quedó igual».

Sobre la salida de Monreal opinó que «está mal porque nos deja como ‘ahí arréglensela ustedes’. Que venga y nos entregue por completo o nos prometa que tal fecha quedará al cien y podremos laborar normal».

En la calle lateral, Amberes, sede de bares y vida nocturna, a medio día lucía desierta. El bolero de la esquina, José Jiménez, afirmó que era normal por la hora y la temporada de vacaciones, pero sigue fluyendo la gente pese a la presencia de tierra en lugar de banquetas. «Van un poco lentos. La gente le busca para llegar al Metro», dijo parado abajo de un letrero que reza: «Calle cerrada por obras, utilizar vías alternas, disculpe las molestias».

Entre cortinillas cerradas, destaca «Shoe Service», venta y reparación de zapatos. Ruth se quejó de lo molesto que es el polvo y que los trabajadores no echan agua. Ha notado que laboran por partes en vez de concentrarse en un solo punto, por lo que «dejan todo a medias». Comunicación Social de la demarcación aclaró que por temporada vacacional su personal ha bajado, pero las actividades continúan.

CALLES HECHAS POLVO EN LA CONDESA

En Zamora, colonia Condesa, el Foro Shakespeare y el estacionamiento público aledaño tuvieron que colocar piedras encima de la calle excavada para que los automóviles puedan seguir ingresando, ya que les era imposible estacionarse para acceder a las obras.

Miguel Flores, del café bar Lorenzo, dentro del teatro, contó que las obras en este tramo comenzaron entre octubre y noviembre. Les prometieron terminar en tres meses.

«Las ventas han sido muy bajas no solo por las obras, también por la temporada», contó en un local completamente vacío. «Comer afuera es súper incómodo por el polvo».

Contó que una noche encontraron a una joven tirada en la excavación. Su novio la había golpeado y arrojado ahí, contó ella a los vecinos. «Se me hizo como si estuvieras en Ciudad Juárez en donde tienes un canal para aventar cualquier cosa; como si fuera un basurero. Fue un momento triste», narró Flores.

Negocios locales en la Condesa resienten en sus ventas el daño de las obras que no terminan. Foto: Cri Rodríguez
La gente no viene por el ruido y el polvo, se quejan propietarios en la zona. Foto: Cri Rodríguez, SinEmbargo

A lo largo de Alfonso Reyes, en Hipódromo Condesa, la maquinaria y las montañas de tierra también acompañan el camino de los peatones y negocios. Rubén Sánchez, empleado del restaurante El Farolito, contó que la caída de las ventas de un 40 por ciento le afectan al negocio y a los empleados en cuestión de propinas.

«Los clientes se quejan por el polvo y hay que estar limpiando a cada rato. El trabajo es mayor», dijo.

Ante la salida de Monreal antes del término oficial de su gestión, teme que las obras se tarden más. «Si van a hacer algo, que no afecte a los negocios y empleados», pidió a la Delegación.

Sergio, de la carnicería y pollería La Serrana en la calle Saltillo, comentó que dado que no hay paso de peatones sus ventas han disminuido y, como no pueden acceder patrullas, hasta han robado locales.

«Si ya dejó el cargo pues ya; no le afecta a él, sino a nosotros», afirmó viendo su celular sin un cliente a la vista.

Ricardo Monreal, por su parte, ya está en el equipo de López Obrador solo con un objetivo: «la transformación profunda del régimen político actual y de la grave realidad socieconómica hacia la que está conduciéndose al país». Eso dijo sonriendo.

 

Dulce Olvera
Reportera de temas de crisis climática, derechos humanos y economía. Egresada de la FCPyS de la UNAM.
en Sinembargo al Aire

Opinión

más leídas

más leídas