El descubrimiento de estas pinturas se suman los más de 3 mil sitios arqueológicos aborígenes en este país caribeño.
La Habana, 25 diciembre (EFE).- Espeleólogos cubanos descubrieron nuevas pinturas rupestres y petroglifos en cuevas sin explorar de la provincia de Holguín, en el oriente de Cuba, la zona del país con mayor número de indicios de presencia aborigen, reportan hoy medios de la isla caribeña.
El hallazgo, que incluye pictogramas geométricos de color negro y una talla en roca o petroglifo que semeja la cabeza de una tortuga, se localizó en tres cavernas de la localidad de Guayacanes, al este de la Bahía de Samá, en el municipio holguinero de Banes.
Las nuevas muestras de arte aborigen fueron descubiertas durante una expedición conjunta del Departamento Centro Oriental de Arqueología y la filial de la Sociedad Espeleológica de Cuba en el territorio.
Los científicos realizan un estudio sobre el arte rupestre en la provincia, donde las exploraciones han permitido registrar varios hallazgos arqueológicos que arrojan luz sobre las costumbres de los primeros habitantes cubanos.
Junto a las pinturas se encontró un «nuevo sitio bastante conservado, en el cual se hizo una recogida de materiales en la superficie», explicó a la estatal Agencia Cubana de Noticias, Juan Guarch, uno de los integrantes del proyecto.
Guarch informó que anteriormente también reportaron hallazgos en el Cerro de Yabazón y la Cueva de los Panaderos, en el municipio de Gibara, a unos 30 kilómetros de la ciudad capital de Holguín.
El verano pasado, la Sociedad Espeleológica de Cuba anunció el descubrimiento de un sitio arqueológico en una cueva de la provincia de Granma, también en el oriente cubano, en una zona en la que hasta el momento no se habían identificado rastros de la cultura aborigen.
El nuevo enclave fue registrado como La cueva de Runel, bajo el número 302 en el Registro Nacional del Arte Rupestre Cubano, uno de los más completos de su tipo en la región, según especialistas.
Este compendio incluye pictografías y petroglifos realizados de manera intencional en cavernas, solapas, grutas y rocas por grupos o poblaciones asentadas en el archipiélago cubano, previo al descubrimiento de América.
Antes de la llegada de Colón a Cuba, en octubre de 1492, en la isla se estima que vivían unos 300 mil aborígenes, considerados pacíficos y agrupados en tres grupos principales: los guanatahabeyes, siboneyes y los taínos, estos últimos ceramistas.
De acuerdo a un censo realizado en 2013, en Cuba se han registrado 3 mil 268 sitios arqueológicos aborígenes -desde cuevas ceremoniales con arte rupestre hasta cementerios o talleres líticos- de los cuales más de mil 800 estaban sin registrar en aquel momento.