Una desertora del Ejército norcoreano reveló las condiciones extremas en las que sobreviven las mujeres soldado. Alistadas para huir de la hambruna, son sometidas a violaciones, discriminación y trato inhumano.
Ciudad de México, 28 de noviembre (TICBeat/SinEmbargo).- El servicio militar para mujeres en Corea del Norte empezó a ser obligatorio hace dos años. No obstante, muchos años antes la hambruna ya había provocado que muchas mujeres se alistaran en el Ejército con el fin de subsistir.
Este es el caso de Lee So Yeon, que ante la escasez de comida y su sentimiento patriótico decidió unirse al servicio militar de su nación en 1999. Casi dos décadas después, So Yeon relata su experiencia en el Ejército norcoreano como mujer durante una entrevista con la BBC.
Las mujeres debían mostrar respeto por sus líderes norcoreanos, y cada una guardaba dos fotografías encima de su cajonera, una de Kim II sung, y otra de Kim Jon il. No obstante, el respeto no era mutuo, ya que en muchas ocasiones recibían un trato inhumano.
“El comandante de la compañía se quedaba en su habitación en la unidad hasta tarde y violaba a las mujeres soldado que estaban bajo su mando. Esto pasaba una y otra vez, sin fin“, declaró So Yeon. Sus actos no eran impunes, de hecho el Ejército decía penalizar estos abusos sexuales con hasta 7 años de cárcel. Sin embargo, el problema está en que muchas mujeres no se atreven a testificar, por lo que en la mayoría de los casos los hombres no eran castigados.
So Yeon explica que los abusos vienen a raíz de la actitud patriarcal que existe en la sociedad norcoreana. La violencia doméstica está aceptada, y esto se extiende al Ejército. Eso si, la mujer también asegura que esta cultura también existe en el Ejército de Corea del Sur. El machismo también provocaba que las mujeres fueran las encargadas de las labores domésticas como limpiar o cocinar, tareas que los hombres no realizaban. Aparte de eso su rutina era bastante similar al de sus compañeros masculinos, con entrenamientos algo más cortos.
Aproximadamente 6 meses después de entrenar para el Ejército las mujeres norcoreanas dejaban de tener la menstruación, provocado por una combinación de factores como una mala nutrición y el “ambiente estresante“. No obstante, curiosamente esto era un alivio.
Aquellas que aún tenían la menstruación se veían obligadas a reutilizar las toallitas sanitarias, que lavaban cada noche lejos de la vista de los hombres. Tampoco podían lavarse bien ya que no había agua caliente en las duchas. Hoy en día parece que se han mejorado ligeramente las condiciones, ya que después de establecer el servicio militar para mujeres obligatorio, el país anunció que distribuirían una marca de calidad de productos sanitarios.
Hoy en día So Yeon tiene 41 años y reside en Corea del Sur. El 70 por ciento de desertores de Corea del Norte son mujeres, y So Yeon es una de ellas. Dejó el ejército en 2001 a los 28 años y en 2008 intentó escapar, sin embargo le atraparon en la frontera con China y reclutaron en un campo de internamiento durante un año. Al salir no esperó mucho antes de volver a intentar escapar. Nado el río Tumen y cruzó a China, desde donde viajó exitosamente a su nuevo hogar.
¿Podemos fiarnos de los testimonios de los desertores de Corea del Norte?
En este caso en particular expertos aseguran que la historia de So Yeon coincide con la de muchas mujeres. Además, no recibió una compensación económica por hablar con la BBC.
No obstante, la información sobre la vida en Corea del Norte por norma general si tiende a estar algo distorsionada; por un lado las fuentes gubernamentales son propaganda pura, y por otro los desertores muchas veces exageran sus relatos por alimentar a los medios o recibir dinero.
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