Roma, 31 Ago (Notimex).- Miles de ciudadanos libios en Tripolí y la ciudad de Bengasi salieron hoy a las calles para participar en las festividades del Eid al-Fitr, que marca el fin del mes ayuno musulmán del Ramadán, y celebrar el colapso del régimen de Muamar Gadafi.
Desde antes del amanecer miles de familias enteras comenzaron a congregarse en la Plaza de los Mártires, la más importante de la capital libia, para participan en la multitudinaria oración del Eid al Fitr, la primera sin Gadafi en 40 años.
Con banderas libias en mano, las familias mostraron su alegría por la evidente caída del régimen libio, entonando al unísono cantos tradicionales, lanzando gritos de júbilo y haciendo la señal de la victoria, según un reporte de la cadena árabe Al Yazira.
«Esta es la mejor fiesta de mi vida», dijo Adel Masmoudi, un ciudadano libio quien nació en 1969, año en que Gadafi llegó al poder.
Las oraciones por el fin del Ramadán, mes en que los musulmanes de abstienen de comer y tener relaciones sexuales hasta el atardecer, fueron dirigidas por el principal imán de Tripolí, quien llamó a los libios la unidad y celebró la expulsión del “tirano”.
Las celebraciones del Eid al-Fitr comenzaron tarde el martes con la puesta del alba con una serie ráfagas de armas de fuego, disparadas por las fuerzas rebeldes, en sustitución a los fuegos artificiales, que son lanzados tradicionalmente cada año.
Para garantizar la seguridad las fuerzas rebeldes han creado un cinturón de seguridad alrededor de la Plaza con decenas de guardias armados patrullando la zona y francotiradores posicionados en los techos de varias construcciones cercanas.
En tanto en la ciudad de Bengasi, sede de las tropas rebeldes que combaten contra los hombres de Gadafi, los habitantes también salieron a las calles para celebrar la principal fiesta del Islam, en libertad.
“Las fiestas del Eid al-Fitr son las mismas, no son distintas a otros años, pero esta vez estamos libres, somos una nueva Libia, sin Gadafi”, afirmó un hombre libio a su salida de la principal mezquita, acompañado de su esposa, hijos y otros familiares.
Después de que por varias semanas Bengasi fue una ciudad fastasma, en las últimas horas hombres y mujeres se reunieron en familia para degustar platillo típicos, mientras que decenas de niños juegan entre los restos de las construcciones destruidas en los combates.
Olvidándose de la violencia y de la situación que atraviesan, los residente de Bangasi pasaron el día contentos, anhelando que a normalidad regrese pronto a la ciudad y al resto de Libia.