«Gerardo proviene de una familia pobre, de clase media. Trabajaba para TV Azteca y desapareció hace cinco años junto al reportero Gamaliel López cuando salieron a cubrir una noticia en la ciudad de Monterrey. Pensé que Gerardo era el más olvidado de los olvidados. Un joven padre de familia que no es famoso, tampoco un trabajador reconocido por su empresa o sus compañeros; un reportero gráfico que no tenía la suerte de otros compañeros, que hemos conseguido un cierto reconocimiento del propio gremio. Creo que Gerardo me eligió a mí. Un día cubría una manifestación de desaparecidos en Monterrey y una señora se me acercó y me dijo: «Cuente la historia de mi esposo». En ese momento entendí que Gerardo quería evitar caer en el olvido. Comprendí que me había elegido».
Desde el periodismo, el oficio que parece haberla elegido a ella, Sanjuana Martínez ha hablado por los niños robados de Casitas del Sur, por los migrantes indocumentados organizados mediante la resistencia civil en Los Ángeles, por las víctimas de la pederastia, por las condiciones de esclavitud en que laboran los mineros de Coahuila, y las muchas, miles, víctimas de la guerra contra el narco de Felipe Calderón. Obviamente, en este dar voz a los que sufren o a los que ya no están, no podían faltar los compañeros de oficio.
Junto con otros 125 periodistas, Sanjuana eligió «adoptar» a un compañero; ella, a Gerardo Paredes Pérez, un camarógrafo regiomontano, para participar en el proyecto No se mata la verdad matando periodistas, de Nuestra Aparente Rendición.
Diego Enrique Osorno, al que se ha clasificado como periodista infrarrealista, también aceptó escribir la «hoja de vida» de otro reportero, guía imprescindible en sus inicios:
«Elegí contar un poco de Félix Fernández, periodista que no aparece en la mayoría de las listas oficiales de periodistas asesinados, porque publicaba sus investigaciones en una revista muy modesta de Tamaulipas. A Félix lo conocí en 2001 en Guardados de Abajo, un pueblito de Miguel Alemán, Tamaulipas. Yo tenía 20 años y estaba reporteando mi primer asunto del narco: un operativo federal en la zona, el cual estaba a cargo de un fiscal desconocido en ese entonces, José Luis Santiago Vasconcelos, posterior zar antidrogas hasta que el avión en el que él viajaba con Juan Camilo Mouriño -increíblemente- se accidentó. Félix me ayudó a pisar el terreno, a moverme por los caminos fangosos y a saber qué pasaba ahí. Era un investigador incansable en la peor zona de México para hacer periodismo: Tamaulipas. Un año después de que lo conocí lo mataron al salir de un restaurante, después de cenar. Su asesinato fue minimizado por autoridades, y, lo que es peor, también por colegas. Decían que solía exagerar sus historias, que inventaba cosas como la relación de gobernadores con el Cártel del Golfo, o la presencia de militares de elite en grupos de narco.
Once años después, todo aquello que Félix dijo, se ha comprobado: hay tres gobernadores de Tamaulipas bajo investigación por relación con el narco. Uno de los tres, Tomás Yarrington, era el gobernante en turno cuando mataron a Félix.
Y ahora, todos sabemos que Los Zetas fueron fundados por militares de elite».
Según el Informe 2011: Silencio forzado. El estado cómplice de la violencia contra la prensa en México, de Artículo 19, del total de agresiones registrado por este organismo en el periodo de 2009 a 2011, hubo funcionarios y servidores públicos involucrados en 53.4 por ciento de los casos, contra 13.6 por ciento que se pudo atribuir expresamente al crimen organizado.
Y eso que cuando presentó el Informe de Actividades de la CNDH, en 2009, Felipe Calderón afirmó que «la principal amenaza del pleno ejercicio de la libertad de expresión, proviene, precisamente, del crimen organizado». Según el Presidente, el tiempo en que las agresiones a periodistas provenían de la autoridad había quedado en el pasado.
NUESTRA APARENTE RENDICIÓN
Vía Skype desde Barcelona, en donde vive desde hace seis años, Alejandro Vélez conversa con Sin Embargo MX sobre los orígenes y objetivos de la asociación civil que él y la escritora Lolita Bosch iniciaron en el 2010, y que en su página web se define como «un portal por la paz en México», cuya sede está en Cataluña.
«Nuestra Aparente Rendición empezó después del asesinato de los 72 migrantes en San Fernando, Tamaulipas, en agosto de 2010. Empezó de una manera un poco instintiva, podríamos decir, porque después del asesinato hubo una especie de brote de indignación a través de las redes sociales, a través del Facebook, sobre todo, en donde varios compañeros, varios amigos, dijeron: «No, tenemos que hacer algo, esto no puede seguir así». Como que fue la gota que derramó el vaso, especialmente para nosotros que estamos en el extranjero.
Y lo que sucedió fue que Lolita (Bosch) redactó un manifiesto, el manifiesto que está en la red, y en vez de rolarlo por Internet, por correo, como se suele hacer esto, lo subió a un blog.
Entonces pidió que se tradujera al catalán, al inglés, al francés, y empezó a pedir adiciones, firmas, y afortunadamente mucha gente firmó, y sobre todo gente ligada a la cultura, periodistas, artistas, fotógrafos, y quedó plasmado ahí en el blog.
Así, sin pedir nada, nos empezaron a llegar textos que querían hablar sobre lo que había pasado en San Fernando, y se empezaron a subir los textos, y así, de la noche a la mañana se creó un blog».
En entrevista con esta reportera, el 11 de mayo de 2011, la periodista mexicana residente en Estados Unidos, Alma Guillermoprieto, que junto con Lolita Bosch coordinó el proyecto 72 migrantes, habló de éste con visible emoción:
«A raíz de la masacre de 72 migrantes en agosto del año pasado en San Fernando, Tamaulipas, muchísimos intelectuales, escritores, reporteros mexicanos nos sentimos un poco avergonzados de que en nuestro país se vieran estas cosas cuando nosotros somos un país de migrantes. Nos sentimos horrorizados y a mí me dieron ganas, un impulso muy mexicano también, de hacer un altar. Y se me ocurrió hacer un altar virtual.
Ahí una escritora mexicana empieza, en realidad, la página: Elena Poniatowska y cada uno le dedica un texto a uno de los 72 migrantes. Aparte de eso tenemos música que nos ha regalado Lila Downs, Los Cojolites de Veracruz, los Mexicumbia bros, La Maldita Vecindad; tenemos un altar para que quien quiera dejar constancia de que pasó por ahí pueda dejar una rosa. Tenemos una página de donaciones que van directamente a un albergue para migrantes».
Este altar virtual se convirtió, en noviembre de 2011, en un libro coeditado por Almadía y Frontera Press. Pero en mayo era sólo un sueño de Alma Guillermoprieto:
«Yo creo que vamos a tener un libro bonito donde las fotos, que también donaron fotógrafos mexicanos, fotos muy dramáticas, hay una en cada página, luzcan mejor y donde estén todos los textos. Un libro es un artefacto tecnológico perfecto: se puede hojear, se puede mirar de atrás para adelante, se puede leer completo. Eso me hace mucha ilusión».
72 migrantes fue el primer proyecto de Nuestra Aparente Rendición. Después de éste, cuenta Alejandro Vélez, surgieron otros que aún están activos:
«El segundo fue Menos días aquí, que fue un mes después. Empezó el conteo, el nombramiento de muertos. Es un conteo civil de muertos que tenemos cada día desde el 12 de septiembre de 2010. Hay un voluntario que cuenta las víctimas por violencia en la prensa nacional».
Ante el notable incremento de visitas y seguidores del blog, Lolita Bosch y Alejandro Vélez decidieron darle estructura de sitio web:
«Una estructura de un sitio web un poco mejor organizada y a la mejor más como un medio tradicional, porque como ves arriba hay una sección de blogs, es como los columnistas que escriben, entonces cada una de esas personas tienen el manejo de su columna como ellos quieran. Está Sanjuana Martínez, Sergio Aguayo, y bueno, realmente se han ido sumando poco a poco, y el resto de los textos que nos llegan de estudiantes, de periodistas, etc., esos los editamos entre Lolita y yo.
Después de crear el sitio web nos dimos de alta como asociación en España. Somos una asociación legalmente constituida a partir de febrero de este año. Lo necesitábamos, sobre todo, si queríamos hacer proyectos fuera de lo virtual. Nuestro primer proyecto fue el libro de Nuestra aparente rendición (Random House Mondadori, 2011), con una recopilación de los mejores textos del blog y las royalities (regalías) de ese libro fueron a parar al proyecto “La esperanza de Nuestras hijas de regreso a casa en Ciudad Juárez».
NO SE MATA LA VERDAD MATANDO PERIODISTAS
No es la primera vez que los periodistas voltean a ver a sus compañeros asesinados y escriben sobre ellos. Desde 2008 Sanjuana Martínez mantiene vivo el blog Boomeran(g), en el que ella misma se dedica a que estas muertes no se queden sólo en cifras:
«En julio del 2008 yo inicié un trabajo que se llama «Agresiones Cotidianas» en mi blog literario de «El Boomeran(g)» con el fin de ponerle rostro al martirologio periodístico de México. Por primera vez se hacía algo específico sobre el tema. Allí fui contando la historia de cada uno de los periodistas asesinados o desaparecidos. Quería visibilizar la tragedia de los comunicadores y la única manera era hacerlo en el extranjero. El blog es español y participaban, cuando empecé, José Saramago, Sergio Ramírez y Jorge Volpi. El proyecto tuvo grandes repercusiones. Los lectores me escribían, los familiares de los periodistas muertos o desaparecidos utilizan aún el espacio para expresar su cariño, sus angustias y su dolor; en fin, fue verdaderamente un espacio necesario y oportuno. Hace un par de meses, Lolita Bosch me comentó que querían hacer algo similar y me encantó la idea. Creo que es muy necesario».
El proyecto al que Lolita invitó a Sanjuana se llama No se mata la verdad matando periodistas.
Alejandro Vélez explica, desde Barcelona, que ellos han contabilizado 126 periodistas asesinados o desaparecidos desde el año 2000:
«A partir de la elección de Vicente Fox; es decir, desde julio del 2000. Lo que hicimos nosotros fue revisar las listas que otros organismos habían ya realizado. Por ejemplo, la lista de Reporteros sin Fronteras, la lista del Comité para la Protección de Periodistas, de Artículo 19, de la Comisión de la Cámara de Diputados para los crímenes contra periodistas, el PEN Club Internacional también lleva una lista, entonces nosotros las estudiamos todas, hicimos nuestra propia lista, sin discriminar, pues cada organización tiene sus propias reglas para determinar si este periodista no fue asesinado en el ejercicio de sus funciones, o si es un periodista o no lo es. Nosotros tomamos todos los periodistas y trabajadores de la información asesinados o desaparecidos, buscamos hemerográficamente y finalmente lo que hicimos fue entregarles el caso a sus colegas. Que sus colegas iban a hacer una segunda investigación en donde ya se comprobaría si la información es correcta o no.
Entonces básicamente se trata de 126 hojas de vida que lo que hacen es narrar, un poco realmente en pocas palabras, el caso, a qué se estaba dedicando el periodista, en qué está el proceso judicial. Hay periodistas que eran muy cercanos a los periodistas muertos o desaparecidos, entonces hay historias muy conmovedoras. Hay algunos que eran amigos, entonces obviamente para ellos ha sido un poco catártico el investigar sobre ellos».
– ¿Estos textos permanecerán en línea, en el sitio web de NAR, o hay la intención de publicarlos en papel?
– Así es. Nosotros hicimos nuestro presupuesto para tirar tres mil ejemplares, para traducirlos al inglés, y bueno, está todo el costo que implica hacer un libro de estas características hemos calculado siete mil euros, que vienen siendo 110 mil pesos, más o menos.
Lo estamos haciendo vía crowdfunding que es un sistema de mini mecenazgo, que es muy común en Internet.
Se trata de que, para los organismos que no tengan acceso a los grandes fondos, se dona una cantidad a cambio de una recompensa, que en este caso la recompensa es el mismo libro.
– ¿En la FIL de Guadalajara se entregará a los participantes al Seminario de Periodismo?
– La única forma de tenerlo es, ya sea en la FIL, o colaborando en el crowdfunding porque no saldrá a la venta. Son estas dos formas nada más.
– ¿Cuándo es la fecha límite para reunir el dinero?
– Es el 17 de agosto (poco antes de la publicación de este texto se reunió más del mínimo requerido y la recaudación se amplió a cuarenta días más). La web de crowdfunding que nos está ayudando se llama “goteo”. Es una empresa catalana que lleva tres o cuatro años financiando proyectos a través de este método. Entonces este sistema es muy parecido en todo el mundo: tú tienes 30, 40, 50 días, depende de la web, para reunir un mínimo de dinero. Tú tienes esa fecha y tienes que cumplir. A final de ese periodo, si consigues el mínimo que te planteaste, la web te da el dinero, da vuelta, como si fuera una liguilla. Pero si no, el dinero se le regresa a todas las personas que colaboraron, entonces es una especie de apuesta, es un poco arriesgada, pero realmente es una forma en la que te puedes hacer de un presupuesto pequeño para un proyecto sin involucrar concursos o decisiones de fundaciones. Es una apuesta que decidimos tomar con este proyecto, que queríamos hacerlo de todos modos con o sin crowdfunding, pero usamos el crowdfunding para hacerlo mejor. Además para que no sólo esté en el portal sino que además sea un libro.
– ¿Quiénes son los periodistas que adoptaron a un compañero asesinado o desaparecido para escribir sobre él?
– Diego Osorno, Marcela Turati, Sanjuana Martínez, Sal Camarena, el director de Artículo 19 también tiene un texto, Balbina Flores, de Reporteros sin Fronteras, Ale del Castillo, que está en Emeequis… Son los que ahora recuerdo…
A pesar de que Alejandro Vélez lo incluye en la lista, el director de la oficina para México y Centroamérica de Artículo 19, Darío Ramírez, no participará en este proyecto, ni a título personal, ni como representante de esta organización.
En entrevista para Sin Embargo MX, en sus oficinas de la Ciudad de México, Antonio Martínez, oficial de Comunicación de Artículo 19, explica por qué la organización declinó participar en No se mata la verdad matando periodistas:
«El asunto ha sido problemático, porque vamos a ir con ellos a una proyección del documental y a una discusión acerca de la violencia contra la prensa en México, con gente allá en Barcelona donde se encuentran, y llevamos una buena relación.
El tema es que nosotros como organización que justamente se dedica a eso tenemos un problema con la lista que están mostrando, es decir, la lista son 126 personas, en la cual en el proyecto ni siquiera viene desmenuzado el tema. Es decir, hace parecer que esos 126 casos son periodistas asesinados por el ejercicio de su trabajo. Y la verdad es que no.
Quien iba a participar con un texto era yo, a título personal y decliné de enviar el texto por distintas razones. Y una de las razones es que, en el tema personal y en el tema de la organización, yo veía cierto conflicto de intereses. Yo no podía participar en un proyecto en donde, en cuya lista, cuando me la mandaron para hacer este texto, hay casos que nosotros al hacer esta minuciosa investigación que hacemos, hemos visto que no eran periodistas, que eran periodistas retirados, que tenían antecedentes criminales, es decir… Yo me imagino, y se los hice saber que, imagínate un procurador local, el que sea, conociendo la fama de los procuradores locales, que vea ese libro y diga: están haciendo una apología del crimen.
Eso me parece problemático y yo les invité a usar la lista de los 72 periodistas asesinados de Artículo 19, donde casi con certeza, de manera muy exhaustiva, difícilmente alguien podría dudar que cualquiera de esos 72 fue asesinado por su ejercicio periodístico.
Yo lo que decía es: «A ver, ¿no están haciendo un libro sobre la impunidad en general?» El título del libro es No se mata la verdad matando periodistas, y de esos 126 algunos o no eran periodistas o no tenían nada que ver con el periodismo. Y sí, en efecto están muertos, y en efecto están impunes.
Pero el tema del periodismo, meterlo como tal, es hasta irresponsable. Y en algunos casos, si tú revisas la lista, no hay mayor información: viene el nombre, y viene «Nota de El Universal».
Sin embargo, para Sanjuana Martínez, que lleva ya casi cuatro años contando las historias de periodistas asesinados y desaparecidos, esta discrepancia en las cifras no supone una contradicción grave con el espíritu del trabajo:
«Lo importante en la visibilización de la tragedia periodística de México no son las cifras. No importa si fue uno o 72 o 126, lo importante es que necesitamos estar unidos para contar la historia de los muertos y desaparecidos; que es nuestra historia. No son los periodistas asesinados. Son nuestros periodistas asesinados y desaparecidos. Un país que no investiga ni castiga el crimen contra periodistas, está aniquilando su democracia, su libertad. Matar a un periodista, significa matar la verdad. Silenciar a un periodista desapareciéndolo, es socavar nuestras garantías individuales. Perseguir, reprimir, secuestrar a los periodistas con la intención de que no publiquen la verdad es sólo oficializar la mentira. Los periodistas mexicanos tenemos que unir esfuerzos para de una vez por todas, parar esta tragedia desde abajo, desde la sociedad civil. NAR y Lolita Bosch han tenido la maravillosa iniciativa de hacer algo por nosotros. Necesitamos apoyarnos entre todos porque el cambio no va a venir del gobierno. No podemos sentarnos a esperar. Es el momento de alzar la voz y gritar: ¡Justicia!…»
Diego Enrique Osorno coincide en la importancia de escribir estas historias, de darlas a conocer:
«Lo menos que podemos hacer por nuestros compañeros asesinados en medio de neblina roja es eso: contar su historia, mostrarla, decirla, recordarla. No matarlos dos veces, dejando que el gobierno aliente rumores ruines de que si los mataron fue porque en algo andaban. Quizá es iluso creer que la memoria es lo que en algún momento podrá ayudarnos a superar esta larga cadena de injusticias que se vive, pero nosotros, evidentemente, estamos optando por esa ilusión. Por ese desafío utópico. Por no conformarnos».
Antonio Martínez aclara también que el video Silencio forzado, que realizó Artículo 19 y en el que aparecen testimonios de periodistas como la propia Sanjuana Martínez, Alejandro Páez Varela, Juan Angulo Osorio, de El Sur, periódico de Guerrero, de Chilpancingo, Rachel Levin, de Al Jaazera, Lydia Cacho, Sandra Rodríguez Nieto, de El Diario, de Ciudad Juárez, entre otros, sí está en la página en la que Nuestra Aparente Rendición (NAR) utiliza el método conocido como crowdfunding para reunir el dinero necesario para editar el libro y regalarlo a los asistentes a la FIL en noviembre de este año:
«La página que están haciendo, la página que montaron para el financiamiento del proyecto tiene nuestro documental, y eso fue lo que le pidieron a Darío (Ramírez), y en la página aparece nuestro documental y luego aparece la exposición de motivos del proyecto, y una página donde financia todo el mundo el proyecto, que es los montos de las donaciones y las recompensas.
Nosotros celebramos que haya un llamado de la comunidad periodística para esto. Este ejercicio de adoptar periodistas y escribir sobre periodistas, digamos es un tema casi catártico, que te hace ver a ti como periodista lo afortunado que eres al poder seguir haciendo tu trabajo de manera libre. Y la suerte que no corrieron los demás al hacerlo.
Sin embargo, particularmente con este proyecto, en realidad no queríamos aparecer, es decir, nosotros vamos a ayudar en lo que podamos a esta gente, que además somos amigos. Digo, a título personal, pero no aparecerá el logro de Artículo 19 en ese libro».
Según el conteo de Artículo 19, desde el año de la alternancia, 2000, en México han sido asesinados 72 periodistas y 13 están desaparecidos.
Según el de Nuestra Aparente Rendición en el mismo periodo suman 126 en total, es decir, entre asesinados y desaparecidos.
Y si el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación dictamina el triunfo de Enrique Peña Nieto en las elecciones del 1 de julio, el panorama no será mucho más alentador, afirma Sanjuana Martínez:
«Si Peña Nieto es finalmente impuesto nos espera la oscuridad. Si en el gobierno de Felipe Calderón pudimos realizar nuestro trabajo con serias dificultades, creo que con un hombre ungido Presidente a través de la compra masiva de votos, será mucho peor porque su gobierno no emanará de la democracia ni mucho menos de la libertad. Por tanto, hay que irse preparando. Ya hemos visto los primeros embates: la censura a John Ackerman en MVS, las amenazas a Lydia Cacho y su consiguiente exilio momentáneo; el despido de Pedro Ferriz de Con, la persecución de gobiernos priístas envalentonados por la posible imposición de Peña Nieto, sólo acaba de empezar; yo misma lo he vivido con mi encarcelamiento ilegal. Más nos vale irnos preparando, porque México entrará en las tinieblas del periodismo de Estado. Quienes hemos vivido otros regímenes priístas como periodistas sabemos cómo se las gastan y nos podemos imaginar lo que viene: periodismo de Estado, represión, despidos, censura, autocensura, compra de «periodistas», contratación de aplaudidores profesionales desde el gremio… y lo peor de todo: más muertes».
La opinión de Alejandro Vélez, de Nuestra Aparente Rendición, es más mesurada que la de Sanjuana Martínez, aunque no discrepa en esencia:
«Desde el portal somos muy cuidadosos en tratar temas electorales, y cuando se tratan, se tratan siempre desde el análisis, desde el respeto. De verdad, no tenemos una posición política, no recibimos dinero de ningún partido ni del gobierno.
Y a título personal, a mí me parece que el proyecto es indispensable y necesario por si el regreso del PRI equivale al regreso de las viejas prácticas, como ya se ha visto. Yo en lo personal, creo que estas prácticas regresarán, pero creo que estas prácticas regresan a un México diferente, en el que no será tan fácil que puedan usar este tipo de amenazas, a lo que nos tenían acostumbrados, y lo que aún están haciendo ciertos gobiernos priístas en los estados, y el caso paradigmático es Veracruz, es terrible lo que está sucediendo y sobre todo pensar que esto se puede nacionalizar, creo que tenemos que estar muy atentos y estar preparados para cualquier eventualidad».