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Diego Petersen Farah

13/10/2017 - 12:00 am

El silencio AMLO

El silencio impuesto y el auto impuesto van a tener sin duda un efecto en las encuestas, pero si algo ha aprendido López Obrador después de dos derrotas es que es mucho más lo que pierde él en sus arrebatos que lo que le quitan los contrincantes con sus ataques.

ser Candidato único Y Eterno Además De Presidente De Su Partido Le Dio Muchas Ventajas Foto Facebook

Mientras los políticos del PRI se desgañitan por salir en la foto, pues el momento de las definiciones está por llegar (parece apocalíptico eso de «el fin de los tiempos se acerca», pero para muchos priistas en edad de merecer de hecho lo es); los panistas se dan hasta con la cubeta y se pelean el derecho de la tradición (y de aquel PAN solo quedaron las migajas); los Verdes se dan a desear en un intento desesperado para que alguien los saque a bailar y el PRD busca en las alianzas su identidad perdida, Andrés Manuel es solo un fantasma.

En efecto el político que menos ha aparecido en el último mes, de los temblores para acá, ha sido López Obrador. Por más que sus adversarios lo cucan, lo incitan, le muestran el capote él no responde ni embiste. Fiel a su apodo, el “Pejelagrto” sigue debajo del agua, allá donde las pedradas no llegan y los vendavales no hacen olas. No ha faltado quién sostenga que este silencio lo está haciendo retroceder en las preferencias o quién le ha reclamado la falta de una posición más clara a favor de los damnificados, pero, cobija muy orinada después de tantos años de política, Andrés Manuel sabe que un error en estos momentos es demasiado costoso y la posibilidad de cometerlo en tiempos de crisis es diez veces mayor. El costo silencio es mucho más barato que el riesgo de una equivocación.

Vienen los tiempos más complicados para el candidato de Morena. Ser candidato único y eterno además de presidente de su partido le dio muchas ventajas, pero una vez arrancado formalmente el proceso electoral, López Obrador se tiene que sujetar a las reglas. No solo no puede hacer publicidad de Morena con su imagen o hablar del frijol con gorgojo (por cierto, uno de los anuncios políticos de mayor recordación de los últimos años) sino que los tiempos del INE le impiden incluso moverse demasiado.

De aquí a diciembre es el tiempo de búsqueda de firma para los precandidatos independientes. Luego viene la de las campañas internas de los partidos y ahí, aunque Andrés Manuel ponga un «Juanito» para el boxeo de sombra la atención estará centrada en los partidos que si tengan algún tipo de disputa interna. De manera que será hasta marzo cuando el “Peje” podrá salir plenamente del agua y comenzar su campaña y es entonces cuando veremos la verdadera medición, cuando sabremos realmente cómo arranca la contienda y el peso electoral de Andrés Manuel.

El silencio impuesto y el auto impuesto van a tener sin duda un efecto en las encuestas, pero si algo ha aprendido López Obrador después de dos derrotas es que es mucho más lo que pierde él en sus arrebatos que lo que le quitan los contrincantes con sus ataques.

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