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Alcaldesa del PRI se lleva el agua a otros pueblos por ganar votos, acusan indígenas en Guerrero

29/08/2017 - 2:10 pm
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La comunidad de nn’anñcue ñonmdaa (amuzga) está a dos horas de camino de terracería de la cabecera municipal de Xochistahuaca, en la Costa Chica de Guerrero. Sus 200 habitantes viven rodeados de los cerros de La Cueva y El Violín, en un paisaje completamente verde. El 25 de septiembre de 2016, las autoridades firmaron un convenio hecho a modo de la Alcaldesa priista, “otorgando el más amplio permiso y autorización, al Ayuntamiento” para que extraiga agua de la comunidad.

La mayoría de los habitantes no sabe leer ni escribir, según el Inegi, el 64 por ciento de su población sólo habla el ñomndaa, y el resto habla español. En la comunidad no hay teléfono, menos celular o internet, la mitad cuenta con radio, y el 40 por ciento con televisión, pero las señales apenas se escuchan y se ven. Ninguno tiene sanitarios y tampoco drenaje. Todos tienen agua entubada, pero no potable. El pueblo no tiene transporte público, para viajar a la cabecera tienen que caminar unos 5 kilómetros hasta Cerro Bronco y pagar 50 pesos.

Por Jacob Morales Antonio

Xochistahuaca, Guerrero, 29 de agosto (SinEmbargo/ElSur).– A cambio de la construcción de un centro de salud, la apertura y pavimentación de unos 4 kilómetros de carretera y la calle principal de Rancho del Cura Ejido, la Alcaldesa priista de Xohistlahuaca, Aceadeth Rocha Ramírez, pretendía llevarse el agua de un arroyo ubicado en un área natural protegida, a 14 comunidades, buscando el voto, en miras de reelegirse en 2018.

La comunidad de nn’anñcue ñonmdaa (amuzga) está a dos horas de camino de terracería de la cabecera municipal, en la Costa Chica de Guerrero. Es uno de los últimos pueblos del estado ubicados en los límites con el estado de Oaxaca. Sus 200 habitantes viven rodeados de los cerros de La Cueva y El Violín, en un paisaje completamente verde, donde los cánticos de las aves son celestiales.

El 25 de septiembre de 2016, las autoridades firmaron un convenio hecho a modo de la Alcaldesa priista, “otorgando el más amplio permiso y autorización, al Ayuntamiento” para que “por tiempo indefinido y no tiene fecha de caducidad o termino”, extraiga agua de la comunidad.

A cambio la Alcaldesa “se compromete” a pavimentar la entrada principal de la comunidad, iniciando en el crucero de Cerro Bronco, además de que finalizará el centro de salud. El documento agrega que “una vez que inicien los trabajos de extracción de agua, al mismo tiempo se iniciarán los trabajos de construcción”.

Pero la Alcaldesa incumplió y sólo abrió la carretera de terracería que los pobladores no usan, para que la priista no se los eche en cara. Pero el hartazgo de la población llegó a su máximo hace dos meses cuando la Alcaldesa no envió los alambres para cercar los terrenos por donde se abrió la carretera de terracería.

Luego, el pueblo se inconformó, porque al llevarse el agua que en temporada de lluvia apenas luce abundante y suena entre los cerros, arroyo abajo se secaría, y no habría agua para el riego para la siembra de maíz, frijol y ajonjolí; además dicen que el agua no se vende.

Sin embargo la Alcaldesa hizo creer que había comprado el terreno donde fue construida una pequeña represa, y donde sería bombeada el agua, que también molestó a los pobladores, porque el terreno es ejidal, y para poder obtener la posesión de la tierra o cualquier otro asunto que afecte al ejido, se tiene que autorizar en una asamblea de ejidatarios, lo que no ocurrió.

Pero el dueño de predio, el señor Florentino Mauro Luis, en una visita que le hicieron los ejidatarios el sábado pasado, negó que haya vendido hasta por 200 mil pesos el terreno donde pasa el arroyo y donde se captaría el agua.

El hombre que apenas camina, no sabe escribir ni leer, afirmó que sólo otorgó el permiso a la Alcaldesa para que los tubos pasaran por su terreno. Su mujer indicó que el viernes fue la última vez que autoridades del municipio los visitaron, para asegurarse de que no cambiaran de opinión, además aceptó que sí les han ofrecido dinero pero una vez que el agua haya llegado a las casas de las personas de 14 comunidades cercanas a las comunidades Guadalupe Victoria y Cozoyoapan.

EL AGUA Y LOS VOTOS PARA LA PRIISTA

Las nubes que acarician el Cerro de la Cueva dejan a su paso el agua del arroyo, ubicado a 20 minutos caminando a pie de las casas de adobe y techos de barro. A lo lejos, en las pequeñas charcas hay varios niños jugando y disfrutando del afluente.

En los márgenes del arroyo, el presidente del comisariado ejidal y el comisario municipal, Juan López de la Cruz y Fidel del Rosario Reyes, expresaron su descontento, por cómo la Alcaldesa actuó para llevarse el agua, y desde hace cuatro meses no se ha vuelto a parar en la comunidad, porque sabe “que ella nos engañó como pueblo y nos quiso hacer a su modo”, señalan.

Rosario Reyes indicó que luego de los engaños de la Alcaldesa, ésta no se aparece por la comunidad, para poder llegar a un nuevo arreglo. La gente pide a cambio de que se lleve el agua, el pago de 300 mil pesos anuales, “porque sabemos que no va a cumplir con las obras que prometió”.

Además de que el centro de salud (de un programa federal) y la pavimentación de la carretera no debieron de ser una condicionante, “porque es su trabajo hacerlas y apoyar a la comunidad”.

Pero de lo prometido desde noviembre de 2016, la Alcaldesa sólo ha cumplido con el avance del centro de salud al que le faltan acabados, y recordaron que abrió la carretera de terracería pero no la ha pavimentado.

Las autoridades dicen que el dinero lo piden porque la gente que tendrá el agua en sus casas pagará al municipio y ellos en Rancho del Cura Ejido con los 300 mil pesos cuidarán el medio ambiente y realizarán obras necesarias en la comunidad.

Pero también saben que llevar el agua a las 14 comunidades es con fines electorales. El comisario municipal afirmó que el agua es con la finalidad de que la priista obtenga simpatía y votos para las próximas elecciones y recordó que en esas comunidades, ya hay un sistema de agua y no necesitan otra.

El señor reconoce el error que en un principio tuvieron de firmar el acta de acuerdos a modo de la Alcaldesa, “fue una imprudencia, no pensamos en nuestros hijos y por quienes debemos de cuidar el agua”.

Rosario Reyes llamó a las autoridades de las 14 comunidades a una conversación para evitar una confrontación con los pueblos vecinos, y ahí explicarán por qué no permitirán que se lleven el agua de sus tierras.

Denunció que Rocha Ramírez comenzó a tramar una confrontación con sus vecinos de la comunidad de Cerro Bronco, de donde una mujer les informó que el pueblo de mayoría priista, les cerrará el paso en la carretera si ellos no dan el agua a las otras comunidades.

El comisario municipal y los pobladores solicitaron saber el monto de la inversión que se está destinando a la obra para enviar el agua a las comunidades cercanas a la cabecera municipal, “pero si ella no viene, quiere decir que ya no quiere saber nada de este pueblo, entonces tampoco nosotros queremos que haga esta obra”.

ÁREA PROTEGIDA Y POCOS SERVICIOS

Los pobladores indicaron que desde hace seis años están dentro del programa de Pagos de Servicios Ambientales, de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), y la Comisión Nacional Forestal (Conafor), por el que reciben cada año 400 mil pesos, para cuidar el bosque de incendios, y no talar los árboles de poco más de mil hectáreas del ejidos, incluida la zona donde pasa el arroyo, y la “Alcaldesa quiere llevarse el agua de a gratis”.

En Rancho del Cura Ejido, la mayoría de los habitantes no sabe leer ni escribir, según el Inegi, el 64 por ciento de su población sólo habla el ñomndaa, y el resto habla español.

En la comunidad no hay teléfono, menos celular o internet, la mitad cuenta con radio, y el 40 por ciento con televisión, pero las señales apenas se escuchan y se ven. El 91 por ciento de sus habitantes cuenta con electricidad, ninguno tiene sanitaros y tampoco drenaje. Todos tienen agua entubada, pero no potable.

Al centro de salud llega cada 15 días la doctora; los vecinos, si es una enfermedad no grave, recurren a la encargada de la farmacia de la casa de salud.

El pueblo no tiene transporte público, para viajar a la cabecera tienen que caminar unos 5 kilómetros hasta Cerro Bronco y pagar 50 pesos.

El poblado tiene preescolar y primaria con los seis grados, pero para cursar la secundaria los adolescentes tienen que caminar hasta Cerro Bronco y para estudiar el bachillerato si las condiciones económicas lo permiten, sólo lo encuentran en la cabecera a dos horas de distancias en automóvil, y una eternidad caminando.

ESTE CONTENIDO ES PUBLICADO POR SINEMBARGO CON AUTORIZACIÓN EXPRESA DE EL SUR. Ver ORIGINAL aquí. Prohibida su reproducción.

Redacción/SinEmbargo
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