Francisco Ortiz Pinchetti
28/07/2017 - 12:00 am
Sin dedito de AMLO, Martí va por encuesta
Platiqué con Batres Guadarrama en su despacho de la nueva sede del comité estatal de Morena en la CDMX, en la calle Miguel Laurent de la colonia del Valle. Lo sentí confiado, aunque en alerta constante. “Tengo posibilidades ciertas de obtener la nominación”, me dijo. “Sinceramente, pienso que soy la mejor opción para el partido”.
Imposible el consenso entre los tres aspirantes a la candidatura de Morena para la jefatura de Gobierno de la Ciudad de México en 2018, como lo habría sugerido Andrés Manuel López Obrador, el camino que queda para dilucidar la contienda es la encuesta abierta a la ciudadanía.
Así lo afirma uno de ellos, Martí Batres Guadarrama, que considera tener amplias posibilidades de alcanzar la nominación a través de ese sondeo. El también presidente del partido en la capital del país, de 50 años de edad, dice estar convencido de que ese ejercicio favorecerá ampliamente al movimiento con vistas a los comicios constitucionales del año próximo. Los pormenores de la consulta se definirían el próximo 3 de septiembre.
Platiqué con Batres Guadarrama en su despacho de la nueva sede del comité estatal de Morena en la CDMX, en la calle Miguel Laurent de la colonia del Valle. Lo sentí confiado, aunque en alerta constante. “Tengo posibilidades ciertas de obtener la nominación”, me dijo. “Sinceramente, pienso que soy la mejor opción para el partido”.
Oriundo de la capital del país, licenciado en Derecho, Martí fue diputado a la primera Asamblea Legislativa del Distrito Federal (1997-2000) y diputado federal en 2000-2003. Ocupó luego la subsecretaría de Gobierno del DF durante la etapa final de la administración de López Obrador y la secretaría de Desarrollo Social en la de Marcelo Ebrard Casaubón. Cercano al político tabasqueño como pocos, Batres Guadarrama fue el primer presidente nacional del Movimiento de Regeneración Nacional y desde 2015 dirigente del comité capitalino del ya partido Morena.
Sus contrincantes en la lucha por la nominación morenista a la jefatura de Gobierno son el ex gobernador de Zacatecas y actual delegado en Cuauhtémoc, Ricardo Monreal Ávila, priista de origen, y la actual jefa delegacional en Tlalpan, Claudia Sheinbaum Pardo, científica y académica que ocupó con AMLO la secretaría del Medio Ambiente del gobierno del DF.
“¿Decidirá el dedito de Andrés Manuel?”, le pregunté a Batres Guadarrama al inicio de nuestra charla. “No”, contestó, seco. Me aseguró que Andrés está convencido de la importancia que tiene la nominación del candidato en la capital y piensa que la encuesta tiene un gran sentido político, porque alienta la participación ciudadana y constituye un adelanto de la elección constitucional. Y que la gente decida.
Explicó que el estatuto del partido prevé dos formas para decidir las candidaturas. Una de ellas es efectivamente el consenso, pero si éste no es posible entonces está el otro: la encuesta. Es el caso, dijo. Y es que hasta ahora todos los esfuerzos por llegar a un acuerdo entre los aspirantes han resultado inútiles.
Las posibilidades de Morena en la capital son hartas. Su presencia electoral ha tenido un crecimiento francamente espectacular. Lo confirman las diversas encuestas difundidas en las últimas semanas, que apuntan a una victoria apabullante del partido a solo cuatro años de su nacimiento formal. Según el más reciente sondeo de Consulta Mitofsky, por ejemplo, Morena tiene una preferencia entre los electores de 21.6 por ciento, esto es poco más que el PRD (11.4 por ciento y el PAN (10.0) ¡juntos! En comparación con el PRI (5.4), la ventaja es de más 16 puntos porcentuales.
Martí advirtió que, a pesar de esos indicadores, no pueden confiarse; aunque tienen todo para ganar el gobierno de la capital y al menos 12 de las 16 jefaturas delegacionales. Actualmente gobiernan en cinco demarcaciones, una menos que el PRD. Insistió en que la fuerza de Morena tiene ya un sustento en su estructura territorial y no solamente en el arrastre y popularidad de su dirigente nacional, lo que me pareció importante. “La fuerza de Andrés es el alma de Morena, pero el partido se ha consolidado y ha ganado simpatías ya como Morena”. Presumió que tienen ya presencia en las más de cinco mil 500 secciones electorales que hay en la capital, con cuadros activos. “En algunas partes tenemos tal vez solo uno, pero ya lo tenemos”, sonrió.
Me pareció demasiado tajante su afirmación de que el Frente Amplio entre el PAN y el PRD no tiene ninguna posibilidad. Dijo que es falso que se dé una suma matemática; por el contrario, ambos elementos se repelen y el resultado puede ser peor, sobre todo para el PRD. Muchos militantes de uno y otro partido, supone, preferirán votar por Morena que por esa “absurda” coalición. “A nosotros nos puede convenir”.
Reconoció que el rival a vencer es el PRD pero aseguró que cada vez se ve más disminuido y actúa ya a la defensiva. Además de su desgaste natural, opinó, está el desaliento de su burocracia y la decepción de los ciudadanos que los han apoyado y padecen el fracaso del gobierno de Miguel Ángel Mancera. Por eso afirma que la oferta de Morena consiste en el rescate de la capital.
Batres Guadarrama aceptó que hay dos delegaciones especialmente difíciles para Morena. Una de ellas es Benito Juárez, en manos del PAN desde hace 17 años; la otra es Venustiano Carranza, bastión perredista. En ambos casos, sin embargo, es posible según dice revertir la tendencia histórica y conquistar sus gobiernos, a partir de convencer a la ciudadanía de que Morena es la opción para un verdadero cambio. En eso, dijo, estamos trabajando intensamente.
El desenlace de la pugna por la candidatura de Morena en la capital pudiera no ser tan terso como lo platea su dirigente capitalino. Los tres aspirantes habían aparentemente aceptado la vía del consenso, que ahora Martí da por inviable. Me parece que si la contienda se convierte en conflicto el dedito del Peje, no lo descarten, daría la solución final. Abierta o soterrada. Válgame.
@fopinchetti
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