Redacción/SinEmbargo
09/06/2017 - 6:47 am
‘Cuando despertó…’/ Último cuarto/ Alegar fraudes
En el Reforma, la periodista Carmen Aristegui, escribe sobre las inconsistencias que ha habido del PRE y conteo de votos tanto en el Estado de México como en Coahuila y de no llevar una metodología rigurosa para una revisión, señala es uno de los factores que han sumado para que el PRI siga al frente:
‘Cuando despertó…’
En el Reforma, la periodista Carmen Aristegui, escribe sobre las inconsistencias que ha habido del PRE y conteo de votos tanto en el Estado de México como en Coahuila y de no llevar una metodología rigurosa para una revisión señala, es uno de los factores que han sumado para que el PRI siga al frente: » las elecciones en México de este 2017 serán recordadas como aquellas en las que se asestaron, sin mucho pudor, varias puñaladas a la democracia. Inevitable hoy la evocación a Monterroso y el dinosaurio que sigue ahí, entre nosotros. Las elecciones en Nayarit, Coahuila, Estado de México y Veracruz mostraron lo inoperante que resultó la instrumentación de la última gran reforma electoral que se aprobó en el Congreso[…]. Los locales en materia electoral mostraron, especialmente en Coahuila y el Estado de México, impericia y visos de sometimiento a los poderes locales. En Coahuila, se dio a conocer ayer el cómputo del 100 por ciento de los 3 mil 625 paquetes electorales y se dio como ganador por un margen de 2.44 por ciento al candidato del PRI, Miguel Ángel Riquelme, en un proceso sumamente cuestionado[…]. Como ‘elecciones de Estado’ fueron calificadas por protagonistas y críticos las elecciones 2017. Anticipo de lo que podría venir con las presidenciales. Hoy estamos en el cómputo. Las fases previas de precampaña, campaña, conteos rápidos y resultados preliminares estuvieron plagadas de cuestionamientos y denuncias de inequidad, intervención indebida por parte de los gobiernos federal y estatales[…]. Hubo prácticas disuasivas de todo tipo. Se sembró miedo y desconfianza para inhibir el voto[…]. En el caso del PREP para el Estado de México circuló en redes la versión sobre presuntas manipulaciones a ese sistema preliminar. Al considerar los datos tomados del PREP en la página del IEEM de cada distrito, colocarlos en una hoja de Excel y sumarlos, el resultado parecía dar miles de votos más para el PRI, en relación con la suma de cada casilla. El especialista José Antonio Crespo revisó el tema e identificó que en más de 2 mil casillas aparecía en el espacio para el PRI y sus aliados el mensaje: «sin dato», en donde debería ir el número de votos. Al revisar el acta, la votación para esa coalición sí aparecía, pero no en el registro del PREP. Por eso la suma total era diferente a las sumas reportadas por casilla. Rarísimo el asunto. El IEEM aún no ha explicado por qué dio un tratamiento diferenciado a los resultados del PRI[…]. Horacio Duarte, representante de Morena ante el INE, informó que recibieron de manera anónima 9 carpetas que contienen, dijo, la contabilidad paralela de la campaña del PRI en el Estado de México. Duarte acusó al PRI de ocultar información sobre sus gastos y de falsear lo reportado sobre un gasto cercano a los 116 millones, cuando de las carpetas se desprende un monto superior a los 400. Si la información es confirmada, habría un cambio en el tablero mexiquense: rebasar el tope de campaña es causal de anulación de las elecciones».
Último cuarto
En el Excélsior, su director, el periodista Pascal Beltrán del Río, escribe sobre las veces que han ganado invictos candidatos del PRI y que sin duda esa será una razón por las que pierda Andrés Manuel, si decide lanzarse por tercera vez como candidato presidencial: «hasta ahora, su candidato a la gubernatura del Estado de México, Alfredo del Mazo, tiene el triunfo en la bolsa[…]. La constancia de mayoría que lo acredite como el ganador de la disputada contienda. No es un secreto que el Presidente Peña Nieto se involucró personalmente en la campaña del Estado de México. La selección del candidato del PRI fue suya[…]. El triunfo en la elección es, pues, suyo. Y ganó en una contienda en la que tuvo que enfrentarse a su ex rival de la campaña de 2012, Andrés Manuel López Obrador[…]. Retener para el PRI el Palacio de Gobierno de Toluca era, políticamente hablando, de vida o muerte para el Presidente. Perderlo tenía implicaciones no sólo para la continuidad de su partido en Los Pinos sino para su propia vida al dejar el poder […]. Junto con Álvaro Obregón y Miguel Alemán, Peña Nieto es uno de los tres presidentes de México con una carrera política invicta[…]. Al mexiquense aún le quedan 18 meses en la Presidencia –el ‘último cuarto’, dijo ayer– y aún hay tiempo para que pierda[…]. Peña Nieto no ha tenido desventuras[…] pero igual que Obregón y Alemán, encontró el apoyo indicado para escalar los peldaños del poder[…]. Sus heridas políticas se las ha infligido él mismo (Ayotzinapa, la Casa Blanca). Ninguno de sus rivales lo ha derrotado. A López Obrador, él lo ha vencido dos veces. Sabedor de que AMLO será nuevamente candidato, ¿buscará vencerlo una tercera vez? Si se lo preguntaran hoy quizá diría que sí[…]. Si Peña Nieto va a la guerra electoral en 2018, más le vale ganarla porque, de lo contrario, dejará muchos heridos en su propio bando y muchos enemigos en el contrario. Tengo la sensación de que sí lo hará. Sobre todo después de conocer la revelación que me hizo el lunes en entrevista el líder del PRI, Enrique Ochoa Reza, de que el partido dará a conocer a su candidato presidencial no en el otoño, como ha acostumbrado, sino en el invierno. Para usar sus propias palabras, ‘en el primer trimestre del próximo año’».
En ocho entidades está la Presidencia
En Milenio, el periodista Joaquín López Dóriga, señala las entidades de la República que cuentan con el mayor número del padrón electoral y que sin duda es hacia donde los partidos deben mirar para ganar la presidencia: «ayer apunté que en las elecciones del domingo en el Estado de México, Andrés Manuel López Obrador no pudo superar su histórico tercio de votos, hubo quienes respondieron que eso fue producto de dos fraudes electorales.Pero la observación me hizo irme a los números y ver si los partidos, y en este caso me quiero referir al PRI, tienen claro dónde están los votos que tiene que reunir el candidato que quiera ganar las próximas elecciones presidenciales. En las dos últimas, nadie rebasó 40 por ciento de los votos. En 2006, Felipe Calderón tuvo[…] 35.89 por ciento, y López Obrador […] 35.31, una diferencia de .57 […]En 2012, Enrique Peña Nieto 38.2 por ciento, y López Obrador […] 31.7. La diferencia 6.6 por ciento[…]. López Obrador tuvo, en 2006, 35.31 por ciento de los votos, en 2012 31.7, y en el Estado de México el domingo Morena alcanzó 30.81. Por eso hablaba del tope de sus tercios.En cuanto al PRI, debe leer muy bien que 2018 no tiene nada que ver con 2012[…]. ¿A qué me refiero con leer muy bien el 18? Pues a los votos. Los ocho principales padrones del país, Estado de México, Ciudad de México, Jalisco, Veracruz, Puebla, Guanajuato, Nuevo León y Chiapas, que suman 45 millones 753 mil, del total del padrón que alcanza los 85 millones 887 mil, y la mayoría está en manos de la oposición. El PRI, sí, retiene el Estado de México, el mayor con 13.3 por ciento del padrón[…] Jalisco no está decidido y Chiapas es Verde, después de que Manuel Velasco lo recuperara de dos gobiernos de oposición. Es decir, gran parte de la elección presidencial del año que viene se juega en esos ocho entidades en las cuales el PRI tiene al Estado de México, y en duda Jalisco, 6.6, y Chiapas, 4. El resto, 29 por ciento, casi un tercio, otra vez los tercios, hoy es de la oposición».
Expulsión de Borge
En el Excélsior, su columna de trascendidos, Frentes Políticos, asegura que la expulsión del ex Gobernador Roberto Borge del Partido Institucional Revolucionario (PRI) fue algo tardía: » Los integrantes de la Comisión de Justicia Partidaria del PRI se pusieron de acuerdo y, por unanimidad, expulsaron del partido a Roberto Borge, ex Gobernador de Quintana Roo. Por considerar que violó los principios éticos del partido, determinaron que se fuera. Muchos pensarán que se tardaron en expulsarlo, y lo hicieron hasta que la justicia panameña le detuvo, acusado en México de lavado de dinero, pero se equivocan, el partido había suspendido los derechos partidistas de Roberto Borge desde diciembre de 2016. Se vieron muy severos, pero piénsenlo, pues si de eso se trata, se andan quedando sin militantes. Y no sólo los del PRI”.
Por su parte Milenio, su columna de trascendidos Trascendió también señala que le PRI irá tras sus militantes que han sido señalados por actos de corrupción :»luego de que la Comisión Nacional de Justicia Partidaria del PRI expulsó ayer a Roberto Borge, ex gobernador de Quintana Roo, ahora van contra el ex gobernador de Nuevo León Rodrigo Medina bajo las instrucciones de Enrique Ochoa de no permitir que ningún funcionario acusado de algún acto de corrupción se mantenga dentro del partido”.
En el diario Reforma, su columna de trascendidos Templo Mayor, asegura que: «Roberto Borge se veía flaco, ojeroso, cansado y sin ilusiones cuando lo aprehendieron, espérense a ver cómo anda su padrino político, Joaquín Hendricks, pues su nombre aparece por todos lados en el caso de unas extrañas facturas en Quintana Roo. El Gobernador Carlos Joaquín se ha negado a reconocer esas millonarias deudas en la compra de medicinas pues, según dicen, fueron adquiridas por Borge sin licitación, a precios inflados y, además, ¡con jugosos moches!”.
Alegar fraudes
En el Reforma, el analista y periodista Sergio Sarmiento, escribe que México cuenta con los mecanismos para alegar los fraudes electorales que se presentaron en las elecciones del 4 de junio: “Este 6 de junio Felipe Calderón[…] comentó: ‘Reclamar triunfos que no se obtienen, alegar fraudes que no se demuestran, mentir a los ciudadanos. Mismo guión, mismo personaje’. […]. Yo no sé si Calderón tiene razón y las protestas de Morena en el Estado de México son una mentira, pero las del PAN y otros partidos en Coahuila son una expresión legítima de agravio ante un fraude electoral[…]. Es muy fácil reclamar fraude cuando uno pierde una elección. Por eso lo hace Humberto Moreira, quien afirma que su hermano Rubén, el Gobernador de Coahuila, le robó el triunfo a una diputación plurinominal estatal[…]. Un político puede protestar por fraude incluso en las elecciones que gana[…]. México tiene instrumentos que permiten verificar la voluntad de los ciudadanos en una elección. Las encuestas de salida, los conteos rápidos y el PREP no son más que indicadores del voto. El verdadero recuento se realiza sobre las actas llenadas por ciudadanos comunes y corrientes insaculados después de contar las boletas en cada casilla[…]. La suma da el resultado legal de una elección. Si un grupo se sale de esas sesiones en supuesta protesta, está permitiendo que se perpetre un fraude o está aceptando que perdió la elección porque las actas no le dan la victoria. No es difícil generar desconfianza en los procesos electorales de nuestro país. Los mexicanos simplemente no creemos en las elecciones. En parte esto es producto de décadas en que tuvimos comicios manipulados en los que siempre había un mismo triunfador: el PRI. Pero hoy las cosas son diferentes. La alternancia de partidos en el poder es la regla más que una excepción. Más del 60 por ciento de las elecciones de los últimos tres años han sido ganadas por partidos en la oposición. El mismo PRI es oposición en buena parte del país.Esto no significa que no pueda haber irregularidades electorales[…]. Quizá no son perfectos, pero sí han permitido borrar muchos de los abusos del pasado y han permitido la alternancia de partidos en el poder que es la prueba de fuego de una verdadera democracia. Negarse a usar los instrumentos legales no tiene sentido”.
El fracaso que podría repetirse en el PAN
En El Universal, el periodista Carlos Loret de Mola, escribe sobre la división interna de Partido de Acción Nacional (PAN) a raíz de la elección de su candidato presidencial y advierte que lo anterior pone en desventaja al partido para los comicios presidenciales : «tras las elecciones estatales de hace un año, el 5 de junio, el PAN quedó en posición de ser considerado el partido que se perfilaba para llegar con ventaja a la contienda presidencial de 2018, tras la debacle priísta de ese momento. En los siguientes doce meses, los panistas parecen haber entendido sólo que parecían el partido a vencer. La pugna interna entre los aspirantes a la candidatura presidencial se exacerbó. Hoy, el panorama triunfal de 2016 ya no existe[…]. Después de los triunfos de 2016, Ricardo Anaya se montó en ellos para justificar el control absoluto que ejercía sobre el proceso como presidente del partido. Tanto Margarita Zavala como Rafael Moreno Valle anunciaron públicamente su legítima aspiración a la candidatura[…]. A la elección de junio de 2017 el PAN no llegó unido. La exigencia de Zavala […] de que Anaya dejara la presidencia del partido podía ser desdeñada porque venían los procesos estatales[…]. Hoy es al revés. Ya no hay pretexto para que Anaya no abra el proceso y se decida a permitir una contienda pareja entre los que aspiran: los tres mencionados y otros que ya levantaron la mano como Juan Carlos Romero Hicks, Ernesto Ruffo y hasta Luis Ernesto Derbez. Ya no puede Anaya seguir jugando como presidente del partido y contendiente por la candidatura[…]. No se ve que haya prudencia suficiente ni en el anayismo ni en el calderonismo ni en el morenovallismo para procesar su contienda interna sin llegar a las divisiones. De cómo lo hagan dependerá que lleguen a la elección de 2018 con fuerza para competir o que se profundice el declive que comenzó el domingo pasado”.
De cómo el Senado mermó a quienes calificarán las elecciones
En Milenio, el periodista Carlos Puig, escribe sobre la acciones de inconstitucionalidad que se llevaron a cabo en el Senado: «el 20 de octubre del año pasado el Senado cumplió su obligación y renovó la Sala Superior del Tribunal Federal Electoral. Tres magistrados (Felipe de la Mata, Janine Otálora y Mónica Soto) fueron nombrados por un periodo de nueve años; otros dos (Felipe Alfredo Fuentes y Reyes Rodríguez) por un periodo de seis años, y los dos restantes (Indalfer Infante y José Luis Vargas) por un periodo de tres. Los magistrados juraron, tomaron posesión, todo en orden. Unos días después nos enteramos que durante su negociación para elegir a los magistrados, el PRI y el PAN habían concertado cambiar el tiempo en que esos magistrados durarían en el cargo. Los de tres durarían seis, los de seis durarían ocho ¿Por qué? Porque pueden. En esos días, en Nexos, se publicó que esto sería ‘a todas luces inconstitucional[…]y que amenazaría con disminuir aún más la baja legitimidad de la Sala Superior’. Pues PAN y PRI así lo hicieron. Prorrogaron sus nombramientos. PRD y Morena acudieron a la Suprema Corte. El caso cayó en el escritorio de Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena, quien en unas horas o días presentará su conclusión a sus compañeros. Y tengo información suficiente para afirmar que el ministro dice pues que sí, que sí fue inconstitucional lo que hizo el Senado. En las próximas semanas, entonces, mientras los magistrados de este nuevo Tribunal Electoral analizan estas dos complicadas elecciones en Coahuila y Estado de México, la Suprema Corte de Justicia estará discutiendo si fue constitucional una parte de su nombramiento”.
Mayor control y más sanciones
¿Cómo lograr mayores controles cuando la instancia asignada para vigilar el buen uso de los recursos públicos carece de mayor alcance? ¿Cómo evitar que los legisladores incurran en conflicto de intereses? son cuestionamientos que El Universal, su Editorial, se hace a partir de la ineficacia de la Institución encargada de sancionar y controlar a la administración pública:»La clase política ha sido generadora de frases que la describen tal cual. ‘Es un error vivir fuera del presupuesto’ es una de las más conocidas. Esta expresión no puede entenderse de mejor manera que en el caso de aquellos legisladores federales que además de percibir elevados ingresos y bonos extraordinarios también se convierten en empresarios para obtener contratos de los gobiernos federal, estatal o municipales. EL UNIVERSAL dio cuenta ayer de legisladores que, por medio de una veintena de empresas a las que ellos o sus familiares están vinculados, han obtenido más de mil millones de pesos en convenios con el gobierno federal. Este viernes se conoce que los legisladores no sólo hacen negocios con la Federación, sino también con estados y alcaldías[…]. Para expertos la situación representa un potencial conflicto de intereses por hacer negocios con la administración pública[…]. Conocer con detalle cómo se ejercen las compras es una tarea inmensa. Sólo en 2011 las adquisiciones de bienes y servicios del gobierno federal ascendieron a más de 83 mil millones de pesos, y la capacidad de la Auditoría Superior de la Federación alcanza apenas para realizar poco menos de 2 mil revisiones a la cuenta pública de cada año. Hay muchas zonas oscuras que requieren transparentarse[…]. Una exigencia reciente es la obligación de que los funcionarios públicos presenten su declaración 3de3 (patrimonial, fiscal y de conflicto de intereses), pero además que la hagan pública; actualmente ellos deciden si permiten su difusión o no. Las organizaciones civiles se han convertido en un contrapeso real al poder público. Su labor de escudriñar el ejercicio del gasto debe continuar y consolidarse; sus objetivos no son otros que colocar a México en la ruta de un país con mejores instituciones. Sin embargo, quizá la condición más importante es la de contar con un efectivo órgano sancionador. Si no hay una consecuencia punitiva, difícilmente podrá erradicarse esa práctica. Disponer de recursos públicos de manera directa —mediante el robo burdo— o indirecta —por la obtención de millonarios contratos— es una acción que debe ser castigada sin miramientos”.
AMLO sigue de frente
En El Universal, su columna de trascendidos Bajo Reserva, asegura que Andrés Manuel y Delfina defenderán por separado sus intereses: «el tabasqueño sigue de frente y en su personal estrategia para la elección presidencial de 2018, una vez pasados los comicios de 2017. Después de haber lanzado un plan para la defensa del voto en el Estado de México, el Presidente de Morena, Andrés Manuel López Obrador, retoma el curso de su agenda con la realización de asambleas informativas en distintas partes del país. Nos adelantan que don Andrés Manuel se presentará en Ciudad Victoria mañana sábado, el mismo día que la candidata de Morena al Edomex, Delfina Gómez Álvarez, inicia, desde su terruño Texcoco, una gira de agradecimiento por varios municipios mexiquenses. ¿Será que AMLO dejará sola a la maestra, como lo hizo el pasado fin de semana?»
Comey/Trump
En el Excélsior, la periodista Yuriria Sierra, escribe sobre la revelación que hizo el ex jefe del FBI Jemey Comey sobre las comunicaciones que tuvo el entonces candidato Donald Trump con Rusia para espiar a su oponente: «no es que me esté adelantando a un desenlace, que ahora se antoja mucho más complicado que el de aquel episodio de la vida política estadunidense, pero no recuerdo una crisis similar en la más alta esfera del poder en Estados Unidos, al menos no una que esté tan cerca de provocar un impeachment, un proceso de destitución del Presidente, ése que gran parte del mundo se lamenta, a escasos cinco meses de iniciado su mandato, que ha llegado a ser Donald Trump[…]. Y es que la expectativa por lo que sucedería ahí también se despertó temprano, la gente quería estar ahí, en primera fila y no perder detalle de lo que James Comey tenía que decirle a Estados Unidos[…].Ésta será una trama en la que las sorpresas vendrán cuando se recapitule y se viaje al pasado, cuando las declaraciones de Comey, entendidas casi como una confesión, revelen cómo se dieron las comunicaciones que tuvo con Donald Trump cuando éste intentó detener la investigación en la que Trump y Michael Flynn no saldrían bien librados[…]. Intentos vanos que llevarían a Comey a salir del FBI nueve años antes de que terminara su periodo en el cargo. Ésta sería, además de la historia de un Presidente con capacidad de funciones sumamente cuestionables, la de un funcionario reconocido, tanto por demócratas como por republicanos, por una vida política intachable y llevada al extremo por no haber cedido a presiones de la Casa Blanca para parar un escándalo que, solito, creció y se enriqueció con todos esos otros tantos temas que ponen en duda la legalidad, no sólo de una victoria electoral, sino de una operación política y hasta empresarial[…]. Tampoco quedarían fuera los momentos en que Trump se contradijo con su propio gabinete, cuando tensó relaciones diplomáticas, cuando se empeñó en un veto migratorio que la Corte detuvo casi de inmediato, cuando intentó conseguir financiamiento para un infame muro fronterizo. Vaya, hasta sus episodios de misoginia y de desencuentros con la primera dama, Melania[…]. Repito, no nos adelantaremos al desenlace de esta historia, aunque así lo quisiéramos. Trump no es Nixon, pero sin duda estamos frente a un episodio que por el personaje que lo protagoniza y su contexto”.
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