[NdeR: El fact checking o verificación de hechos ha sido retomado masivamente en el mundo. Sobre todo en la prensa de Estados Unidos, donde tienen un Presidente que acostumbra hablar –diríamos los mexicanos– sin los pelos de la burra en la mano. O con mentiras. La Unidad de Datos de SinEmbargo lanza este ejercicio, llamado simplemente “Dichos y Hechos”, para revisar frases, afirmaciones o documentos de figuras públicas para saber si están sustentados.]
EL DICHO: “Para las amas de casa que tanto esfuerzo hacen, que trabajan todos los días, que llevan a los niños a la escuela, que los cuidan cuando están enfermos, que hacen de comer en la casa, que se encargan de la familia. Ese trabajo que hacen todos los días como amas de casa y nadie se los reconoce, se los voy a reconocer yo con un salario rosa. Sí, un salario rosa. Es un pago para reconocerle a las amas de casa, que más lo necesiten, el trabajo que hacen todos los días” (Alfredo Del Mazo Maza, candidato priista al gobierno del Estado de México, durante el debate político del 25 de abril de este año).
EL HECHO: Desde el comienzo de su campaña política en la entidad mexiquense, Alfredo del Mazo ha prometido que será “el gobernador de las mujeres”, quienes según él, “son la prioridad”. Así lo dijo a principios de abril de 2017, durante un mitin realizado en la colonia Niños Héroes, en el municipio de Cuautitlán Izcalli, Estado de México. Al día de hoy, se mantiene firme en su enfoque rosa. Sin embargo, en una entidad en donde el 51.6 por ciento de la población son mujeres, las promesas para este sector poblacional han sido el “PRI de cada día”. Basta recordar que el actual Gobernador de la entidad, Eruviel Ávila Villegas, prometió este año pensiones a madres solteras; y hace no mucho, cuando Enrique Peña Nieto era Gobernador de la entidad (2005-2011), mencionaba la promesa de reducir los feminicidios. Según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), entre 2005 y 2015, las defunciones de mujeres por homicidios aumentaron en 7 por ciento. Ni uno ni otro, pudieron atender el problema de las desapariciones y los asesinatos. Es más, fue apenas el año pasado cuando se implementó la alerta de género en 10 municipios mexiquenses.
Hoy, Del Mazo repite la fórmula de sus antecesores -apoyar a las mujeres- y se ve perseguido por el mismo problema que aquellos: la falta de explicaciones, o bien, el cómo, con cuánto y a quiénes beneficiará con sus propuestas. Habla de “fortalecer”, “mejorar», “aumentar” y “mantener” diversas situaciones a través de su estrategia, pero hasta ahí llegan sus aclaraciones. En el caso de las mujeres, ha hecho múltiples proposiciones, como por ejemplo, incluir a más féminas en la administración pública -hoy en día, según la plataforma del Partido Revolucionario Institucional (PRI), 55 de 121 funcionarios tricolores que operan en el Edomex, son mujeres (el 45.45 por ciento del total de los servidores públicos priistas)-. Empero su as bajo la manga sigue siendo el “salario rosa”.
#DichosyHechos dice que, según la información disponible acerca del “salario rosa”, la propuesta no ofrece explicación alguna del modo en que se efectuará. En ese sentido, la proposición de Del Mazo está hueca. A continuación los hechos.
· La población beneficiaria: Los datos disponibles del Inegi no permiten saber cuántas amas de casa hay en el Estado de México. Sin embargo, sí esclarece que en dicha entidad, el 28 por ciento de los hogares tienen jefatura femenina, o bien, que 1 millón 158 mil 268 de mujeres dirigen un hogar en el Edomex. En cuanto al empleo se refiere, un informe de abril de este año de la Subsecretaría de Empleo y Productividad Laboral señaló que, al cierre de 2016, de 2 millones 751 mil 287 mujeres mexiquenses que trabajan (el 38.5 por ciento de la población mexiquense ocupada) 182 mil 817 “no recibe ingresos”. Por otro lado, de acuerdo con la Encuesta Intercensal 2015, sólo el 18.1 por ciento de los hogares del Estado de México (o 754 mil 445 de ellos) reciben ingresos monetarios por programas de gobierno. Y, según el Quinto Informe de Gobierno de Eruviel Ávila Villegas, hasta finales de 2016, 29 mil jefas de familia habrían sido beneficiadas con seguro de vida y 642 mil mujeres habrían recibido apoyos.
Con estas cifras, seríamos capaces de calcular un número aproximado de mujeres que podrían verse beneficiadas con el «salario rosa» de Alfredo Del Mazo. Empero, la cuestión radica en que no existen datos suficientes para establecer la magnitud del problema. No es posible saber con exactitud cuántas de esas mujeres se dedican a tareas domésticas y cuántas podrían ser beneficiarias del «salario rosa». Por ello, la pregunta que se desprende es ¿en qué datos basa Alfredo Del Mazo su propuesta de campaña? Si no establece el número de beneficiarios, no es posible determinar el alcance del proyecto, y por tanto, hace pensar que más que una propuesta seria, es una propuesta en vilo.
· El monto de la inversión: El candidato priista no ha soltado un número concreto, por lo que no podemos saber a cuánto ascenderá el costo de inversión para el gobierno. Asimismo, no es posible saber de facto de dónde sacará los recursos que tendría que destinar para apoyar a un número incierto de mujeres. Entonces ¿donde se halla el sustento, “la carnita” de su proyecto? Según algunos medios de comunicación nacionales, el mes pasado Josefina Vázquez Mota criticó el «salario rosa» de 600 pesos mensuales. “Las mujeres no necesitamos que nos vengan a pintar de color de rosa, lo que necesitamos son las oportunidades de empleo que nos merecemos y el cumplimiento cabal de la ley”, detalló el 4 de abril de este año. Más allá del costo anualizado que implicaría desembolsar 600 pesos para millones de amas de casa, lo cierto es que el monto mensual, en sí, no es adecuado para mejorar la situación de las mujeres mexiquenses. Sólo por ponerlo en perspectiva, de acuerdo con la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), 500 pesos es el salario mínimo diario que una persona debería ganar para tener un nivel de vida digno.
· La solución y el parche: La propuesta de Del Mazo aliviaría, en lo mínimo, algunas de las carencias a las que una mujer, ama de casa, se enfrenta en su día a día. Pero en definitiva no resolvería el problema. Para algunas organizaciones internacionales, las carencias, más que con subsidios, se resuelven con un aumento en la productividad de los integrantes de una determinada sociedad. De acuerdo con un estudio del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia de la Organización de las Naciones Unidas, “el 77 por ciento de las amas de casa no se cree merecedora de un sueldo”, mientras que un 86 por ciento de ellas, asegura que cuidar de los suyos es parte de su responsabilidad. En ese sentido, el artículo «Cerrando las brechas de género: Es hora de actuar”, publicado por la OCDE, refiere que la carga del trabajo no remunerado -en los que las mujeres dedican cuatro horas diarias más que los hombres- es uno de los obstáculos que le impiden a las mexicanas participar en el mercado laboral -además de otras cuestiones como los tradicionales roles de género, la carencia de políticas de conciliación entre trabajo y la vida familiar, entre otros-. Por ello, del estudio se desprenden una serie de ejemplos que indican que la incorporación de mujeres a la fuerza de trabajo es un factor que reduce la brecha de género laboral. Lo que propone Del Mazo, según este paradigma, no serviría para resolver a fondo el problema. Es decir, su “salario rosa”, aunque podría «contener» la crisis, no la reduciría. Es un pequeño parche que no ofrece resultados adecuados a las necesidades de las mexiquenses.
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#DichosyHechos no entiende cómo es que Alfredo Del Mazo pretende “reconocer a las amas de casa” si su proyecto carece del más mínimo sustento en datos, necesario para ofrecer una propuesta sensata o creíble -en lugar de un mero recurso discursivo-. Asimismo, a partir de lo expuesto (hasta ahora) por el candidato tricolor, no es posible saber qué tan prioritarias son las mujeres en su estrategia. Su propuesta -como ya se dijo- está hueca.