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Los expertos dicen que capturar a las vaquitas que sobreviven al sexenio de EPN tiene alto riesgo

06/04/2017 - 7:00 pm

La Semarnat anunció un plan para capturar y enclaustrar a las pocas vaquita marinas que quedan en el Alto Golfo de California. La medida comenzará en otoño, pero, de acuerdo con los expertos, algunas podrían morir durante la captura. Organizaciones en defensa de la vaquita marina y pescadores del Alto Golfo de California coincidieron en que el Gobierno mexicano no ha implementado soluciones efectivas ni para salvar de la extinción a la marsopa ni para dar alternativas a las familias afectadas por las vedas decretadas en la zona.

Ciudad de México, 6 de abril (SinEmbargo).- El 10 de abril de 2015, el Presidente Enrique Peña Nieto anunció el periodo de veda por dos años para el uso de redes de enmalle que resultan dañinas para la vaquita marina en el Alto Golfo de California. A días de cumplirse dos años y dar por concluida la medida, activistas y pescadores criticaron que la prohibición no ha sido efectiva para salvaguardar a la especie.

La Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) anunció que en el próximo otoño, cuando las aguas del también llamado Mar de Cortés estén más tranquilas, comenzará con la captura de vaquitas marinas que aún quedan en la zona, según lo reportado por la agencia AP. Sin embargo, las autoridades no han informado si levantarán o no las vedas decretadas en la zona para algunos tipos de pesca que han afectado a decenas de familias que tienen como único sustento, por ejemplo, la captura de curvina.

El Gobierno de México busca rescatar a la vaquita con delfines adiestrados para su localización y la creación de un espacio delimitado que las proteja de sus amenazas. Sin embargo, los expertos reconocen que el plan es arriesgado porque las pocas vaquitas hembras que quedan podrían morir durante la captura.

Se estima que actualmente ya sólo quedan 30 vaquitas marinas en el mundo, según el Comité Internacional para la Recuperación de la especie (CIRVA), pero apenas en febrero pasado la Semarnat informó que eran 60. Además, en las últimas dos semanas, dos cadáveres de la especie fueron hallados.

LAS MEDIDAS NO HAN FUNCIONADO 

Pese a la veda decretada desde 2015 que prohibe el uso de redes de enmalle en la zona, la pesca ilegal de totoaba –principal causa de que la vaquita esté al borde de la extinción– no ha parado. Nuevos hallazgos de redes con decenas de este pez se han registrado en las últimas semanas. Para los activistas, lo que ha reinado es la impunidad para detener esta práctica ilegal.

Las medidas emprendidas por el Gobierno por salvar a la marsopa más pequeña del mundo no sólo no han sido efectivas, además han ocasionado distintas problemáticas: diversas manifestaciones encabezadas por pescadores afectados que tienen como único sustento la pesca en la zona; el boicot al camarón mexicano anunciado el 16 de marzo por organizaciones de Estados Unidos, e incluso se han reportado amenazas y ataques contra los grupos defensores de la marsopa.

La incertidumbre crece mientras se acerca la fecha en que finaliza la veda en el hábitat de la marsopa. Y aunque la Semarnat anunció la medida del cautiverio para intentar salvar a la marsopa; para los pescados aún no hay alternativas.

Alejandro Olivera, representante del Centro para la Diversidad Biológica en México (CDB), dijo que existe un proyecto para continuar con la veda que aún se encuentra en evaluación por parte de la Comisión Federal de Mejora Regulatoria (Cofemer). No obstante, explicó que aunque esta nueva prohibición considera el mismo polígono de distribución de la vaquita marina que el que está por vencer, sí permite el uso de redes para pescar tiburón, por lo que de aprobarse representaría un riesgo para la marsopa.

«Representa un retroceso porque permitiría otra vez artes de pesca, como las de camarón, que han llevado a la vaquita a mermar su población, antes de que el tráfico de totoaba fuera tan intenso. Representa un fracaso en el discurso que se dio hace dos años porque la estrategia buscaba que la población de la vaquita marina por lo menos se mantuviera estable o se recuperara, pero no fue así», dijo en entrevista para SinEmbargo.

El activista alertó que de no dar a conocer alguna medida en torno a la prohibición de las redes cuanto antes, el 11 de abril los pescadores podrían regresar a capturar, como hace dos años, sin ninguna restricción, con lo que el cetáceo en peligro de extinción podría sufrir las consecuencias.

Hasta 2012, alrededor de 200 ejemplares de vaquita marina nadaban por aguas mexicanas; para febrero de este año, de acuerdo con datos del CIRVA, la población alcanzaba apenas 30.

«Esto no es nuevo, el fin de la veda se sabía desde el momento en que fue anunciada. Estamos a menos de una semana de que concluya y todavía no hay un proyecto concreto, apenas está en evaluación y va en retroceso», subrayó Olivera.

El evidente declive, agregó, «ha sido responsabilidad del Gobierno. Sus políticas públicas no han permitido la recuperación de la especie y la falta de aplicación de la Ley ha permitido impunidad en el tráfico de totoaba». 

Miguel Alejandro Rivas Soto, coordinador de la campaña de Océanos de Greenpeace México, comentó que hasta la semana pasada el proyecto ya se encontraba en la página oficial de la Cofemer, pero por razones hasta el momento desconocidas, fue eliminado.

«No sabemos si el Gobierno está trabajando en un plan estratégico, si la que subió le pareció insuficiente. Al parecer el plan de las autoridades es mantener esta veda un año más, pero al estar eliminado de la página no hay nada oficial y nosotros seguimos con la misma incertidumbre que antes de que subieran ese decreto», indicó.

La semana pasada, pescadores del San Felipe, Baja California, protestaron en contra de la veda de pesca de camarón y otras especies, impuestas por autoridades de Estados Unidos y México. Por ejemplo, en febrero pasado, la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) prohibió algunos tipos de pesca con red, entre ellas la de curvina.

El pasado 8 de marzo la manifestación subió de tono: decenas de pescadores afectados protagonizaron un ataque en contra de personal y propiedad de la Profepa y del Consejo Nacional de Pesca (Conapesca).

Mientras, los hallazgos de redes ilegales o cargamentos de totoabas no han cesado. En una semana, autoridades hallaron redes con 86 totoabas en el Golfo de California. Días después fueron recuperadas otros 20 ejemplares muertos; y la semana pasada otros 66.

Miguel Rivas, de Greenpeace, remarcó que la primer «gran falla» del Gobierno mexicano en la preservación de la vaquita marina consistió en poner a los pescadores y al medio ambiente en contra. La actividad económica se detuvo en la zona y más de mil 300 familias se vieron afectadas, sin que las autoridades proporcionaran alternativas suficientes para su subsistencia. Pese a que al anunciar la veda, el Gobierno comenzó a otorgar compensaciones, éstas resultaron poco equitativas. El CDB denunció, en su momento, que la mayoría de los beneficiados reciben cada mes entre cuatro, seis, siete u ocho mil pesos; mientras dos personas reciben más de un millón de pesos.

El defensor ambiental criticó que la vigilancia en el Alto Golfo para evitar la pesca de totoaba «fue a medias» y el uso de drones «llegó tarde», por lo que la actividad «nunca dejó de ocurrir».

«Eran medidas diseñada en escritorio y mal implementadas en el mar. No era una buena combinación que llevara a una real protección de la vaquita […]. Hubo una mala implementación y falta de compromiso con la fiscalización porque en realidad nunca hubo compromiso, nunca hubo verdaderas ganas de acabar con la pesca ilegal», aseguró.

Carlos Tirado Pineda, presidente de la Federación de Pesca de la Reserva de la Biosfera, consideró  que «lo poco que se ha hecho no ha dado resultados. Estamos desfasados en artes de pesca en el Alto Golfo y es necesario buscar un punto de equilibrio porque nuestras artes de pesca tradicionales no afectan a especies como la vaquita, las que están afectando a la especie son las redes ilegales para capturar totoabas».

El representante del sector pesquero en el Alto Golfo adelantó que esta semana se llevará a cabo una reunión en el Instituto Nacional de Pesca (Inapesca)para pedir a las autoridades sensibilidad ante la situación y ofrecer alternativas de redes sustentables que eviten impactar a la especie en riesgo de desaparecer, a fin de que les permitan reactivar la pesca a la brevedad.

«A los pescadores no se les ofrecen alternativas sustentables para que puedan llevar a cabo su actividad, sin el riesgo de dañar al medio ambiente. Las medidas no han considerado a los pescadores, van en su contra, entonces [el Gobierno] los pone contra al medio ambiente. Siempre hemos dicho que esto no tendría solución sólo dando medidas para la vaquita, también había que velar por las personas, que se sintieran seguras, con sus necesidades cubiertas», añadió Miguel Rivas.

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