Washington, 27 ago (EFE).- El devastador paso del huracán «Irene», con vientos de 140 kilómetros por hora, ocasionó hoy la muerte de cuatro personas y provocó que cerca de un millón de hogares se hayan quedado sin electricidad en los primeros estados afectados, Carolina del Norte y Virginia.

En Carolina del Norte, donde «Irene» tocó tierra a las 07.30 hora local (11.30 GMT), las autoridades confirmaron la muerte de tres personas: una golpeada por un tronco que se cayó, otro en un accidente de tráfico y la tercera por un paro cardíaco cuando apuntalaba las ventanas de su casa.

El cuarto fallecido es un niño de 11 años, que perdió la vida a consecuencia de la caída de un gran árbol sobre la residencia familiar en Newport, sur de Virginia.

Además, se han registrado daños materiales en numerosas infraestructuras de suministro eléctrico en ambos estados, lo que que ha dejado sin luz a un millón de personas.

El presidente Barack Obama, quien ayer adelantó su regreso de vacaciones estivales ante la alerta del huracán, se desplazó hoy al centro de operaciones de la Agencia Federal de Gestión de Desastres (FEMA) en Washington para recibir actualizaciones acerca del curso del ciclón y las medidas de prevención tomadas.

Obama indicó que «las próximas 72 horas van a ser muy largas» y señaló que las principales preocupaciones de las autoridades son «las inundaciones y los cortes de suministro eléctrico».

La mayoría de la costa este de EE.UU., donde residen 65 millones de personas, se encuentra en estado de emergencia ante la llegada del huracán «Irene», que ya ha obligado a evacuar a dos millones de personas.

El transporte en la región noreste de EE.UU. está totalmente paralizado, y tanto los aeropuertos como el servicio ferroviario ha sido suspendido en lo que resta de hoy y mañana domingo, lo que ha ocasionado la suspensión de más de 10.000 vuelos internacionales y nacionales.

Según el último boletín del Centro Nacional de Huracanes (CNH), «Irene» estaba localizado a las 18.00 GMT de hoy 70 kilómetros al oeste de cabo Hatteras, en Carolina del Norte, y 155 kilómetros al sur de Norfolk, en Virginia.

Los pronósticos del CNH sitúan el recorrido de «Irene» a lo largo de la costa atlántica entre hoy sábado y mañana domingo, e incluso Canadá ya ha declarado el estado de alerta de tormenta tropical.

Los meteorólogos han alertado que el ciclón provocará, además, tornados en la cola del huracán lo que acentúa su peligrosidad.

El ojo del huracán, que avanza a 22 kilómetros por hora, se encuentra ahora en Virginia, y los estados de Maryland y Delaware, además de la capital estadounidense, ya sufrían los primeros embates del ciclón a primera hora de esta tarde.

Tanto Washington D.C. como Nueva York han declarado el estado de emergencia, y el alcalde neoyorquino Michael Bloomberg reiteró hoy la orden de evacuación «obligatoria» de las zonas por debajo del nivel del agua, que afecta a unas 370.000 personas.

«Nunca habíamos emitido una orden de evacuación obligatoria, y no lo estaríamos haciendo ahora si no creyéramos que la tormenta tiene el potencial de convertirse en algo muy serio», afirmó Bloomberg en una rueda de prensa.

Las autoridades de Nueva York han suspendido a partir del mediodía el servicio de transporte público en la ciudad, que incluye el metro, los autobuses y el servicio de ferrys que conectan la isla de Manhattan con los demás distritos y, además, han advertido que los puentes podrían cerrarse dependiendo de los vientos en lo que resta de día.

Pese a que «Irene» se ha reducido a categoría 1, de la escala Saffir-Simpson, la menor de las cinco posibles, los expertos han advertido que sigue manteniendo su peligrosidad.

«Algunas de nuestras inundaciones más devastadoras han sucedido durante tormentas tropicales», dijo Craig Fugate, director de FEMA.

Este es el primer ciclón que impacta territorio estadounidense desde 2008, cuando «Ike» tocó tierra en Galveston, Texas.