Redacción/SinEmbargo
22/05/2017 - 6:46 am
Las alianzas: El efecto Morena / Geografía de la Violencia
El reciente anuncio de la alianza entre el Partido Acción Nacional (PAN) y el Partido de la Revolución Democrática (PRD) sobre la cración de un «Frente Amplio Opositor» para sacar al PRI de la presidencia en 2018 ha levantado fuertes sospechas, de que contrario al anuncio de los líderes nacionales de ambos partidos, se trata de un frente para luchar contra AMLO y el crecimiento de la simpatía por su partido
Las alianzas: El efecto Morena
El reciente anuncio de la alianza entre el Partido Acción Nacional (PAN) y el Partido de la Revolución Democrática (PRD) sobre la creación de un «Frente Amplio Opositor» para sacar al PRI de la presidencia en 2018 ha levantado fuertes sospechas, de que contrario al anuncio de los líderes nacionales de ambos partidos, se trata de un frente para luchar contra AMLO y el crecimiento de la simpatía por su partido. Al respecto en El Universal, el periodista Salvador García Soto, escribe que: «la ruta de una posible alianza para 2018, trazada por los dirigentes nacionales de PAN y PRD, es la respuesta al fenómeno de la tendencia creciente de Morena […]. No es casual que Ricardo Anaya y Alejandra Barrales hayan elegido este momento […]a, para anunciar su proyecto aliancista […]. Con su asociación, PAN y PRD aceptan implícitamente que el enemigo a vencer, para ambos, es Andrés Manuel López Obrador y su partido […]. Al mismo tiempo, con su conferencia conjunta del sábado pasado, Anaya y Barrales reconocen tácitamente que se equivocaron y que no haber ido juntos en el Edomex fue producto, o de un grave error político de soberbia de ambos o de una muy ‘eficiente’ operación financiera […] desde el Palacio de Gobierno de Toluca. Porque los dirigentes del PAN y PRD afirman que su alianza en Nayarit y Veracruz los llevará a triunfos contundentes de sus candidatos, pero reniegan de una posible declinación de sus candidatos Josefina Vázquez Mota y Juan Zepeda en el Estado de México, a pesar de que saben que ninguno de los dos tiene ya posibilidades de ganar. Y si se sumaran sus porcentajes (18 y 14, respectivamente) está claro que juntos hubieran podido derrotar tanto al PRI como a Morena. ¿Por qué razón le cerraron entonces la puerta a una alianza que hubiera sido ganadora en el Edomex? […]. Un ‘frente opositor’ para la sucesión presidencial trae más dudas que certezas: ¿Cómo elegirán al candidato que abandere una alianza? Porque si lo hacen por encuestas está claro que sería un panista el que encabezará la coalición […]. Si en el Edomex, el argumento oficial […] fue que no hubo alianza porque ‘había candidatos que no transitaban’, ahora en la elección presidencial, cuando los intereses son mucho mayores, los aspirantes y corrientes internas de los dos partidos no permitirán tan fácilmente una coalición que tendrá que definirse por el candidato de uno de los dos partidos. Y todo apunta a que esa sería una alianza encabezada por un candidato presidencial panista, con los perredistas sólo como aliados».
La idea de una estrategia en contra de AMLO y no de el PRI es compartida en La Jornada, por el periodista Julio Hernández López, quien escribe que: «el ruidoso anuncio de un proyecto de frente electoral táctico para las elecciones de 2018, entre los partidos Acción Nacional y el de la Revolución Democrática […] por encima del discurso que habla de crear ese frente opositor para sacar al PRI de Los Pinos, el objetivo real consiste en cerrar filas contra Andrés Manuel López Obrador, a quien muy poco parece afectar la aparición de videos o de acusaciones respecto de la operación de Morena y de sus candidatos, en especial en el estado de México. Es tan firme el posicionamiento del tabasqueño que, aun cuando Delfina Gómez fuera despojada del triunfo, es previsible que se mantenga el volumen de mexicanos que desean que él presida el país; incluso podría suceder que un fraude escandaloso y violento en el estado de México multiplicara los ánimos en favor de AMLO para 2018».
En Milenio, el periodista Carlos Marín, también escribe al respecto que: «el sábado los dirigentes nacionales del PAN y el PRD citaron a conferencia de prensa para denunciar marrullerías del PRI en el proceso electoral de Nayarit […]. Al día siguiente los medios resaltaron que Ricardo Anaya y Alejandra Barrales perfilan una alianza para las presidenciales de 2018, lo que de inmediato provocó reacciones de burla y descalificación por parte de los líderes del PRI, Enrique Ochoa, y de Morena, Andrés Manuel López Obrador. Desatado el escándalo, ‘para evitar una incorrecta apreciación’, Barrales aclaró que ‘de ninguna manera la conferencia referida tuvo como fin preconfigurar algún tipo de alianza anticipada…’. Sí, pero ella y Anaya, a pregunta de los reporteros, fueron quienes lo dijeron. Lo sucedido es común en muchos políticos y gobernantes que bajo reflectores mediáticos no resisten responder lo que sea que se les pregunte. Tan fácil que pudieran evitar el ridículo con ‘2018 no es hoy nuestro tema’, o aplicar como puedan del inglés el ‘no comment…'».
El anuncio de la alianza no es del todo bien visto al interior del partido del sol azteca, así lo asegura en el Excélsior, su columna de trascendidos, Frentes Políticos, mencionando que: «Alejandra Barrales, líder nacional del PRD, está de nuevo en el ojo del huracán, pues tras el anuncio de contemplar una posible alianza con el PAN para buscar la Presidencia de la República en 2018, las críticas y los reclamos no tardaron en llegar. La corriente Izquierda Democrática Nacional se deslindó del Frente Amplio Opositor que anunció la Presidenta del sol azteca. Alejandro Sánchez, secretario de Acción Política Estratégica del PRD, dijo que esta decisión no se ha tomado al interior del Comité Ejecutivo Nacional. Piensan que, además, el anuncio a estas alturas puede afectar la campaña en el Edomex, aunque esperan que los dichos no tenga un efecto negativo, que repercuta en una desbandada. Tras lo sucedido a los perredistas les queda aquel dicho de ‘no me ayudes comadre’”.
También en Milenio, su columna de trascendidos Trascendió, aborda el descontento de los perredistas con la alianza y asegura que: «el anuncio de la Presidenta del PRD, Alejandra Barrales, de construir un frente amplio con Acción Nacional para sacar al Revolucionario Institucional de Los Pinos en 2018, está muy lejos de tener la aprobación de su partido y ya se alistan mensajes en contra. Se sabe que esta semana el ex Gobernador de Michoacán Leonel Godoy, así como el ex representante ante el Instituto Nacional Electoral Pablo Gómez, harán un llamado al voto útil en el Estado de México en favor de la candidata de Morena, Delfina Gómez. Y no son todos los que se pronunciarán contra esa decisión de Barrales».
En tanto En el diario Reforma, su columna de trascendidos Templo Mayor, asegura que: «para beneplácito del PRI y de Andrés Manuel López Obrador, los principales opositores a una alianza PAN-PRD en la elección presidencial están, curiosamente, dentro de estos mismos partidos. En el caso del perredismo, a algunas de las tribus les preocupa más mantener su parcela de poder, que darle viabilidad de largo plazo a su partido. Por eso la corriente de René Bejarano salió a descalificar la idea de la alianza. Se sabe también que la idea de que panistas y perredistas -junto con otros partidos y organismos civiles- formen un frente amplio para dar la pelea en 2018, no cayó nada bien a Graco Ramírez, quien de la mano de Silvano Aureoles busca apresurar el relevo de Alejandra Barrales. A ver qué pasa».
En el PAN tampoco parecen estar muy contentos con el anuncio, pues de en El Universal, su columna de trascendidos Bajo Reserva, asegura que: «a varios les extraña la reacción de la aspirante panista a la candidatura presidencial Margarita Zavala al anuncio que de manera conjunta hicieron el Presidente de su partido, Ricardo Anaya, y la líder nacional del PRD, Alejandra Barrales, sobre la posibilidad de conformar un bloque opositor rumbo al proceso electoral de 2018. Nos dicen que entre los calderonistas hubo confusión sobre la primera reacción de doña Margarita, quien consideran pareció recibir con agrado el mensaje. Nos dicen que para que no quede duda, ayer la ex primera dama, esposa del ex Presidente Felipe Calderón, dijo que no está de acuerdo en esta alianza, que le molestó no ser consultada por Anaya y que considera que esta es una maniobra que beneficia al propio Ricardo Anaya. Por su parte, otro al que al parecer no le cayó nada bien la noticia es al ex gobernador de Puebla y también aspirante a la candidatura presidencial panista, Rafael Moreno Valle, quien dijo ayer en Nayarit que antes de pensar en un frente amplio, en una alianza con el PRD, primero se tiene que saber cuál es el rumbo y el proyecto de nación al que se aspira»
Geografía de la Violencia
En El Universal, el periodista Ricardo Raphael, destaca las características geográficas de las entidades con mayor y menor índice de violencia en el país, poniendo cómo hipótesis su importancia para el favorecer o no la operación del crimen organizado y la acción del gobierno. Por lo que escribe que: «en México los especialistas se rebanan los sesos tratando de explicar las razones de la violencia. Las variables más comunes de los estudios sobre el tema son la educación, la pobreza, la desigualdad, la presencia de fuerzas militares, las rutas de trasiego de droga, la corrupción, la proximidad con la frontera, la presencia de cárteles criminales y así un largo etcétera. Cabe sin embargo hacer notar que hay poco trabajo de análisis a propósito de las regiones pacíficas mexicanas […]. ¿Por qué Aguascalientes, Yucatán, Querétaro, Tlaxcala y Campeche muestran el menor número de homicidios dolosos […] dentro del territorio mexicano? […]. Cabe decir que las entidades pacíficas no exhiben resultados educativos similares, tampoco son igualmente ricas, no muestran indicadores parecidos de pobreza, ni de desigualdad. Es cierto que ninguno de estos estados se halla cerca de la frontera norte mexicana pero están localizados en regiones muy distintas […]. Hay sin embargo una variable que sí comparten: orografía. Cuatro de las cinco entidades mencionadas poseen un paisaje casi plano que ha permitido el desarrollo eficiente de vías de comunicación. No hay comunidad en Tlaxcala, Aguascalientes, Campeche o Yucatán que esté aislada […]. Siguiendo esta reflexión cabe hacer notar que Guerrero, Sinaloa, Chihuahua, Michoacán o Veracruz tienen en común el problema opuesto. Cuentan con cientos de comunidades a las que es complicado acceder […]. No sorprende que en esas regiones el Ejército tenga mayor presencia. Es la única expresión del Estado con capacidad para moverse entre localidades apartadas […]. El fenómeno de la violencia obliga a reconocer que el Estado mexicano no ha estado a la altura del desafío que le impuso la geografía nacional. Ahí donde salió barato comunicar a las poblaciones hoy hay control territorial de la autoridad legal. En cambio, donde la orografía venció sobre las vías de comunicación, la violencia sigue imponiéndose. De la mano de la incomunicación viene luego la posibilidad de cultivar o de transportar droga […]. La orografía podría también ser la explicación de la presencia o de la ausencia de las empresas criminales».
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