Organizaciones de la sociedad civil en pro del medio ambiente anunciaron este día un boicot en contra del camarón proveniente de México, a fin de presionar al Gobierno de Enrique Peña Nieto a que proteja a la vaquita marina de una extinción inminente. La mitad de la población de esta especie se perdió sólo entre 2015 y 2016.
Ciudad de México, 16 de marzo (SinEmbargo).- Organizaciones de la sociedad civil en pro del medio ambiente anunciaron este día un boicot en contra del camarón proveniente de México, a fin de presionar al Gobierno de Enrique Peña Nieto a que proteja a la vaquita marina de una extinción inminente.
La campaña «Boycott Mexican Shrimp» [Boicot al Camarón Mexicano] se lanzó a tres días de la inauguración en Boston de la Seafood Expo North América, una de las exposiciones comerciales más importantes del sector pesquero del mundo, y pocos días después del descubrimiento de una cría de vaquita muerta en el Alto Golfo de California, en México.
Más de 40 organizaciones no gubernamentales se han sumado al llamado del Instituto de Bienestar Animal, el Centro para la Diversidad Biológica (CDB) y el Consejo de Defensa de Recursos Naturales, a boicotear el camarón mexicano «para salvar a la vaquita» y están exigiendo a las autoridades mexicanas:
• Prohibir permanente e inmediatamente todas las redes de enmalle en el hábitat de la vaquita.
• Reforzar drásticamente la aplicación de la Ley en el agua y en las fronteras de México.
• Eliminar todas las redes ilegales del norte del Golfo de California.
Desde hace varios meses, el CDB había insistido en la necesidad de tomar medidas «urgentes y agresivas» para intentar salvarla, entre ellas, que el Gobierno de Estados Unidos impusiera sanciones comerciales para obligar al Gobierno de Peña Nieto a actuar con urgencia. Pero el Gobierno no actuó.
«Las autoridades mexicanas simplemente no escuchan, incluso mientras la vaquita se desliza cada vez más cerca hacia la extinción», acusaron las organizaciones en la página oficial de la campaña.
La mitad de la población de la vaquita se perdió sólo entre 2015 y 2016. Hace algunas semanas, el Comité Internacional para la Recuperación de la Vaquita marina (CIRVA) dio a conocer que la marsopa más pequeña del mundo está cada vez más cerca de la extinción, ya que apenas quedan 30 ejemplares en vida silvestre, por lo que activistas y especialistas han alertado que podría extinguirse en los siguientes tres años si no se actúa con prontitud.
El CIRVA anunció que este año atraparán y protegerán a la mayor cantidad posible de ejemplares, en un último esfuerzo para salvarla de la extinción.
A través de un comunicado, las organizaciones recordaron que durante décadas, las vaquitas han muerto al quedar atrapadas en las redes de enmalle usadas en el Alto Golfo para capturar camarón, y así abastecer el «lucrativo» mercado de los Estados Unidos. Además, El propio CIRVA ha denunciado que la captura incidental en redes de malla empleadas para la pesca de totoaba –también en peligro de extinción– con fines comerciales en el hábitat de la marsopa, ha sido la principal causa de la disminución en su población.
En 2015, en un esfuerzo por detener el declive de la vaquita, México estableció una prohibición de dos años al uso de redes de enmalle dentro del rango distribución de la vaquita, sin embargo, indicaron, la implementación de la veda «ha sido catastrófica», ya que la pesca ilegal se ha extendido en todo el hábitat de la vaquita, incluyendo barcos camaroneros que continúan navegando por las aguas del Refugio de la Vaquita, una zona donde la pesca está restringida.
Aunado a ello, pescadores de la región y ONGs con presencia en México han señalado que dicha prohibición de redes de enmalle concluye en abril próximo, sin que hasta el momento el Gobierno mexicano haya anunciado si la veda se extenderá u optará por nuevas medidas.
«La vida de las vaquitas están en manos de personas que han sabido durante años que sus acciones están llevando a esta especie a la extinción», dijo Zak Smith, abogado senior del Proyecto de Protección de Mamíferos Marinos del Consejo de Defensa de Recursos Naturales. Asimismo, agregó: «Ya es tiempo de que los cómplices de la desaparición de la vaquita –el gobierno mexicano, las pesquerías de camarón y los importadores de mariscos de los Estados Unidos– tomen acción inmediata que asegure que las redes de enmalle sean removidas del hábitat de la vaquita, es el único camino para salvar esta preciosa especie. Si no, la extinción de la vaquita está en ellos».
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Las organizaciones promoverán la campaña «Boycott Mexican Shrimp» con un anuncio espectacular móvil fuera de la Seafood Expo. Además, a través del sitio oficial de la campaña se provee de herramientas para facilitar a los consumidores a identificar los productos de camarón mexicanos, y contactar a las empresas que compran el producto. Incluso, hay un botón que redirecciona a una petición que permite a los consumidores mostrar su apoyo a la campaña y así enviar un «mensaje más fuerte» al Gobierno mexicano para que «actúe ahora o pierda la vaquita para siempre».
Kate O’Connell, consultora de fauna marina del Instituto de Bienestar Animal reconoció que «las dependencias de pesca mexicanas han sabido salvar a la vaquita durante años, pero no han tomado las medidas necesarias, protegiendo los beneficios de la industria en lugar de esta especie en peligro de extinción» y añadió que «al apoyar el boicot al camarón mexicano, los consumidores y las empresas distribuidoras de pescados y mariscos pueden enviar una señal clara a estas dependencias de que ya no más».
«Esta es la última oportunidad para la vaquita. Durante décadas, los funcionarios mexicanos le han fallado a la vaquita, y ahora sólo acciones más contundentes captarán su atención. Para salvar a estas maravillosas marsopas, debemos boicotear al camarón mexicano», dijo Sarah Uhlemann, directora del programa internacional del Centro para la Diversidad Biológica.
A lo largo de la Seafood Expo, que será del 19 de marzo al 21 de marzo, el anuncio espectacular móvil recorrerá el perímetro del Centro de Convenciones y Exposiciones de Boston, el Consulado General de México en Boston y la sede local de Trader Joe’s, uno de los comerciantes de camarón mexicano.