Omar Vidal, director de WWF en México, dijo que si bien la ballena gris está fuera de peligro de extinción –ya que existen alrededor de 22 mil animales– sigue en la categoría de protección, de acuerdo con la Norma Oficial Mexicana 059-SEMARNAT 2010, y deben intensificarse los esfuerzos para su conservación ante otro enemigo: el cambio climático. La especie ya ha estado amenazada: se recuperó tras la mitad del siglo XIX, luego de que su caza comercial hizo que se redujera a menos de 4 mil ejemplares.
Ciudad de México, 15 de febrero (SinEmbargo).– Científicos mexicanos que estudian el comportamiento de la ballena gris en la península de Baja California observaron que en lo que va de la actual temporada de avistamiento –que comprende de diciembre a abril– los cetáceos se están moviendo hacia el sur, en busca de aguas más cálidas, «debido a una disminución de la temperatura superficial del mar a causa de la variabilidad climática», informó el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por sus siglas en inglés).
La organización indicó que el pasado 16 de enero se contaron 347 ballenas en la Laguna Ojo de Liebre frente a las 584 ballenas que se registraron el 18 de enero de 2016, es decir 40 por ciento menos. Mientras, el 19 de enero de este año fueron vistas 39 ballenas en la Laguna San Ignacio, ante los 107 cetáceos del 19 de enero de 2015, 63 por ciento menos.
En entrevista para SinEmbargo, Omar Vidal, director general de WWF en México, estimó que el cambio climático y el calentamiento global podrían estar impactando a esta especie que miden alrededor de 13 metros y pesa 30 mil kilogramos.
La organización internacional, nacida en 1961, detalló que en comparación con 2016, el inicio de la actual temporada se ha detectado una disminución en la cantidad de ballenas grises en las lagunas costeras de Ojo de Liebre y San Ignacio. Estas zonas, según la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp), reúnen características ideales, entre ellas la profundidad, temperatura, nutrientes y salinidad, para el apareamiento y la reproducción de los cetáceos.
WWF destacó que dicho decremento no se ha observado en el Complejo Lagunar de Bahía Magdalena, que se encuentra a 280 kilómetros hacia el sur, en el extremo de la península de Baja California Sur, en Los Cabos. En ese lugar generalmente no hay individuos de esta especie o se observan aisladamente. Sin embargo, ahora «han sido frecuentes los avistamientos», dijo Jorge Urbán, profesor e investigador de la Universidad Autónoma de Baja California Sur, en un comunicado difundido por la organización.
Omar Vidal subrayó que la ballena gris está fuera de peligro de extinción, ya que existen alrededor de 22 mil animales, sin embargo, sí se encuentra en la categoría de protección, de acuerdo con la Norma Oficial Mexicana 059-SEMARNAT 2010.
El director deWWF en México recordó que la especie se recuperó después que a mediados del siglo XIX su caza comercial la redujo a menos de 4 mil ejemplares.
«Utilicemos éste ejemplo de recuperación de la ballena gris, que debido al compromiso del Gobierno mexicano y la comunidad internacional se pudo recuperar. Yo creo que ese mismo compromiso, esa misma entrega, ese mismo apoyo debería extenderse a muchas otras especies en México que están en peligro de extinción», agregó.
¿CÓMO AYUDAR A LA CONSERVACIÓN DE LA BALLENA GRIS?
Vidal señaló la importancia de disminuir las emisiones de gases de efecto invernadero «no sólo para las ballenas sino para toda la humanidad»; además de disminuir las presiones por causas humanas y la alteración de los sitios –ya sea por ruido, tráfico marítimo y redes– en donde la especie llega con el fin de criar.
«Disminuyendo las presiones humanas directas se va a ayudar a que las ballenas se puedan adaptar al cambio climático», aseguró. De lo contrario, si las ballenas encuentran aguas más calientes pueden migrar antes, con lo que su balance energético puede verse afectado, puntualizó.
México, Estados Unidos y Canadá, naciones por donde transita la especie, son miembros de la Comisión Ballenera Internacional (IWC, por sus siglas en inglés), la cual está conformada en total por 88 países y se encarga de regular la caza, estudiar otras posibles amenazas para las ballenas y establecer acuerdos internacionales que las protejan.
LA BALLENA INSPIRA EXPOSICIÓN EN LA CDMX
Ayer martes, la alianza WWF-Fundación Telmex Telcel inauguró la exposición “Megaviajeras” en el Museo Soumaya, en la Ciudad de México. Esta muestra está inspirada en la especie marítima que viaja a 8 kilómetros por hora durante la migración desde Alaska, en Estados Unidos, a la Península de Baja California, en México.
La exposición está constituida por obras de estudiantes de secundaria y bachillerato de 14 estados de la República Mexicana que hacen un llamado a conservar a la ballena gris.
“Árbol cetáceo”, “Ballena y ballenato”, “Tan frágiles como el cristal”, “Ponte en mi lugar” y “Quiero Vivir”, son los títulos de algunas de las piezas que podrán ser admiradas del 14 al 28 de febrero, en el Museo ubicado en Plaza Carso.
«El arte es una herramienta poderosa con la cual podemos devolver a la naturaleza algo de lo mucho que nos da y lograr algo que ésta no nos pide por modestia: crear conciencia […]. La naturaleza ha sido un factor fundamental en el mundo del arte y una fuente de inspiración inagotable para el artista. Ambas convergen cuando el artista logra encontrar el perfecto equilibrio de la naturaleza y decide reinterpretarla», comentó Rodrigo de la Sierra, artista plástico que participó en la inauguración de la muestra.