«México es un país peligroso para los defensores de derechos humanos y periodistas», reconoció Forst en conferencia de prensa en la Ciudad de México. Sin embargo, aseguró que el Gobierno se esfuerza por cambiar la situación.
Ciudad de México, 24 de enero (SinEmbargo).- Michel Forst, Relator Especial de la ONU para la situación de defensores y defensoras de derechos humanos, urgió al Gobierno mexicano a detener el patrón de violencia y ataques en contra de los defensores de los derechos humanos que aqueja al país. Asimismo, hizo un llamado a realizar pronunciamientos sólidos sobre la labor de los activistas a fin de protegerlos y reconocer su labor.
«México es un país peligroso para los defensores de derechos humanos y periodistas», reconoció en conferencia de prensa en la Ciudad de México. Sin embargo, aseguró que el Gobierno se esfuerza por cambiar la situación.
El Relator comentó que además existe un patrón de violencia y ataques hacia los defensores, por parte de la Policía federal, municipal, local e incluso la Marina y el Ejército.
«La situación de las y los defensores está condicionada por la criminalización de sus actividades a través del mal uso deliberado del derecho penal y la manipulación del poder punitivo, tanto por actores estatales como no estatales, para impedir y hasta prevenir la legítimas actividades de defensores para promover y proteger los derechos humanos», puntualizó.
Forst presentó, al cierre de su visita oficial a México, los hallazgos y recomendaciones preliminares para el Estado mexicano y señaló que en el país existe un clima de impunidad del 98 por ciento, aunque, dijo el «alto nivel de impunidad en el país no es un tema nuevo».
El Relator visitó México del 16 al 24 de enero, invitado por el Gobierno y acudió a Chihuahua, Guerrero, Oaxaca y el Estado de México, donde sostuvo reuniones con la sociedad civil, víctimas y autoridades, con el fin de conocer si en el país gobernado por Enrique Peña Nieto existe un entorno seguro y propicio para los defensores de los derechos humanos y periodistas.
Asimismo señaló que existen altos niveles de corrupción e influencia del crimen organizado en contra de los defensores y los periodistas.
Tras el reciente asesinato del activista Isidro Baldenegro, pidió a las autoridades reconocer que se trata de una muestra de que en el país hay una tendencia de violencia en contra los defensores de los derechos humanos.