Los números de violencia, los más altos de la actual administración del Presidente Enrique Peña Nieto, aún no han llegado a su techo, aseguran organizaciones de la sociedad civil que monitorean la incidencia delictiva. Septiembre registró mil 974 homicidios dolosos, y se convirtió así en el mes con más asesinatos en lo que va de la presente administración. ¿Por qué la violencia sigue en aumento?
Ciudad de México, 25 de octubre (SinEmbargo).— El reacomodo de las fuerzas del narcotráfico ha terminado por disparar la violencia en México. Organizaciones de la sociedad civil y una consultora en seguridad expusieron que la indiferencia del Gobierno federal podría, a este ritmo, elevar las tasas de incidencia delictiva para el resto del sexenio.
“Como no están realizando estrategias de seguridad distintas, la tendencia seguirá”, alertó Santiago Roel, director de la Organización Semáforo Delictivo, para quien la ola de violencia se desata, en especial, por el narcomenudeo.
6 de cada 10 asesinatos, entre enero y septiembre fueron ejecuciones (asesinatos cometidos por el crimen), apuntó el Semáforo Delictivo, con base a datos de la empresa Lantia Consultores. Estos serían 47 por ciento más que los registrados en ese plazo el año pasado.
Entre enero y septiembre también aumentaron los homicidios intencionales o dolosos en un 20 por ciento con relación a los mismos meses del año pasado. Un alza, que de acuerdo con Roel, se explica por el aumento de los enfrentamientos provocados por el mercado negro de las drogas.
La consultora Lilian Chapa Koloffon refirió que el reacomodo sin fin de las estructuras de organización criminal ha cobrado miles de vidas. Mientras que las autoridades se han valido de la situación para insinuar que quien muere tiene un grado de culpabilidad por su muerte.
“Vemos el regreso de la violencia a ciudades donde ya no se habían vivido estos episodios desde el 2007, con tasas de homicidio tan altas. Esto es una violencia cíclica que tienen sus orígenes en las disputas del crimen organizado”, dijo Chapa.
Este podría ser el caso de Acapulco, Guerrero, donde las tasa de homicidios dolosos en los primeros nueve meses del año ascendió a 722; un aumento del 5 por ciento con relación al año pasado.
En Ciudad Juárez, Chihuahua, los homicidios dolosos crecieron en un 50 por ciento en ese periodo; en Reynosa, Tamaulipas,un 20 por ciento y en Tijuana una alza del 33 por ciento.
El Gobierno Federal ha lanzado una estrategia que prioriza los esfuerzos de seguridad en 50 municipios, donde de acuerdo con lo dicho por el Secretario de Gobernación Miguel Ángel Osorio Chong se concentra el 42 por ciento de los homicidios dolosos.
“En meses recientes este fenómeno ha repuntado en algunas regiones del país [homicidios]. También es necesario decir que dicho repunte se explica, en gran medida, al crecimiento de los delitos locales”, dijo Chong, el 30 de agosto, durante una sesión del Consejo Nacional de Seguridad Pública.
La estrategia abarca sólo al 2 por ciento de las entidades del país. Y especialistas ya ven con reservas la iniciativa.
“Sorprende que a estas alturas del sexenio se quiera vender esta propuesta. Se supone que el Pronapred [Programa Nacional para la Prevención Social de la Violencia] trabajó polígonos prioritarios, si no, ¿qué se estuvo haciendo desde el 2013?”, dijo Chapa.
Un año antes, en las bases del Pronapred, el Gobierno de Enrique Peña Nieto responsabilizó a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público de dar seguimiento a 118 mil 801 millones de pesos para programas de prevención de la violencia. Lo que cuestionaría el uso de estos recursos.
GOBIERNO INDIFERENTE
La indiferencia del Gobierno federal ante la creciente ola de violencia ha quedado evidenciada en varias ocasiones, refirió Francisco Rivas, director del Observatorio Nacional Ciudadano (ONC).
Rivas detalló que la Segob negó los recrudecimientos de la violencia desde el 2013, sin embargo, las negaciones, en su experiencia, también se han dado por parte de autoridades estatales como Jalisco y la Ciudad de México.
“A raíz de que pusimos el dedo en el renglón, el jefe de Gobierno de la capital [Miguel Ángel Mancera] ha estado desestimando esta información [del ONC] como si el interés nuestro fuera golpear y no, poner en evidencia y tratar de resolver una problemática”, expuso.
El pasado 14 de octubre, Miguel Ángel Osorio Chong pidió a los Diputados federales que se retome la iniciativa del Mando Mixto Policía (originalmente llamada Mando Único), en la que las fuerzas policiales de los municipios pasan al control del estado.
A diferencia de la iniciativa original, enviada en octubre del 2014 por el Presidente Enrique Peña Nieto al Senado, la propuesta buscaría respetar que grandes ciudades mantengan el mando de sus policías, mientras que municipios chicos la cedan.
Sin embargo, aún no hay consenso entre las diferentes bancadas para respaldar la propuesta durante el segundo periodo ordinario de sesiones.
Rivas aseguró que los trabajos deben ser integrales, y no sólo buscar una “panacea” a los problemas.
“Difícilmente vamos a tener estrategias efectivas que sean diseñadas sin una lógica local. En Ciudad de México por muchas condiciones el mando estatal único funciona, pero tampoco quiere decir que eso funcionará en todos lados”, dijo.
