Para Violeta Rodríguez del Villar, académica de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), el país debe fortificar su política redistributiva e invertir en capital humano para potenciar su mercado interno y recuperar en un plazo más corto un crecimiento económico sólido, ya que, dijo, aunque la economía mexicana se ha visto afectada por la inestabilidad internacional, tampoco «tenemos en lo interno un mercado doméstico sólido».
Por Edna Alcántara
Ciudad de México, 8 de octubre (Xinhua).- La rebaja de la expectativa de crecimiento económico para México este año no se puede achacar exclusivamente a la coyuntura internacional, sino también a problemas internos como la debilidad del mercado nacional, según opinan varios expertos.
El martes, el Fondo Monetario Internacional (FMI) redujo su expectativa de crecimiento para México este año en cuatro décimas, del 2,5 al 2,1 por ciento, debido, según argumentó, al discreto desempeño del sector exportador.
También el banco central de México recortó, en agosto pasado, su pronóstico de crecimiento económico del país para 2016 a un intervalo de entre el 1,7 y el 2,5 por ciento desde un rango previo del 2 al 3 por ciento, alegando factores externos como la volatilidad financiera global y una debilidad industrial de Estados Unidos.
No obstante, académicos y analistas económicos del país consideran que el problema va más allá.
Para Violeta Rodríguez del Villar, académica de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), el país debe fortificar su política redistributiva e invertir en capital humano para potenciar su mercado interno y recuperar en un plazo más corto un crecimiento económico sólido, aseguró este miércoles en una entrevista con Xinhua.
También debe «aprovechar mejor sus capacidades de productividad y, al ser un país muy rico en recursos naturales, tendría que explotarlos de una manera adecuada, además de que puede buscar productos de bienes más competitivos, así como desarrollar zonas geográficas y otras áreas para explotar, incluso la espacial».
La especialista del Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM subrayó que, aunque la economía mexicana se ha visto afectada por la inestabilidad internacional, tampoco «tenemos en lo interno un mercado doméstico sólido».
Por su parte, Jorge Lomelí Morales, especialista en temas de economía financiera de la Universidad de La Salle, comentó a Xinhua que «no se ha diagnosticado de manera profunda qué es lo que está pasando, cuál es el cáncer, ni tampoco se ha pensado en un proyecto a largo plazo; hasta ahora, sólo se crea la medicina que atienda cualquier situación a corto plazo».
Otros países como Corea, Japón y China «no están haciendo milagros», precisó, sino que tienen todo un proceso planeado en el que «gradualmente, por decirlo así, están subiendo una escalera en la que peldaño representa un avance tecnológico que implica cierta relación en mano de obra, educación, investigación, desarrollo, empresas, universidades y empresas, todos unidos».
Ellos, aseveró, saben a dónde ir y «nosotros no contamos con un elemento así, algo que sepamos que nos marque el rumbo: los objetivos son estos, las metas son tales y la forma para lograrlo es esta».
El crecimiento del Producto Interno de México (PIB) fue del 1,35 por ciento en 2013, el 2,2 por ciento en 2014 y el 2,5 por ciento en 2015.
Gabriela Siller, directora de análisis Económico-Financiero de Banco Base, prevé que al cierre de este año el crecimiento económico será del 1,9 por ciento, por debajo de lo estimado por el central Banco de México y el FMI.
Ante esta situación, de acuerdo con la analista, ahora lo que debe hacerse es tener un mejor déficit público y, ante esto, dijo, sólo queda bajar el gasto del Gobierno.
Lomelí Morales, entre tanto, comentó al respecto que es necesario que el país latinoamericano se ajuste de manera racional y «evite seguir improvisando».
En su informe Proyecciones Económicas Mundiales (WEO, por sus siglas en inglés), el FMI, además de recortar en cuatro décimas la proyección del crecimiento mexicano para 2016, redujo la expectativa también para 2017 un 0,3 por ciento y la situó en el 2,3 por ciento.
La agencia calificadora Standard & Poor’s (S&P) bajó a finales de agosto la perspectiva de la calificación a largo plazo de México de «estable» a «negativa» y sostuvo que la deuda neta del Gobierno se ubicó en 42 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) en 2015, vaticinando que llegaría al 45 por ciento en 2016 y al 48 por ciento en 2018-2019.
Este miércoles, el director de departamento de fianzas públicas del FMI, Vitor Gaspar, dijo que si bien México está tomando las medidas necesarias para reducir la deuda, debería contar con un Consejo Fiscal independiente que ayude al Gobierno federal a conseguir la reducción del déficit.
Con un Consejo Fiscal independiente, expuso Gaspar, el país podría tener «un vínculo más estrecho entre las metas de deuda y los objetivos de deuda, podría invertir más en el marco de las reglas fiscales para que exista la flexibilidad necesaria a corto plazo y que coincida con un proyecto de crecimiento bien anclado».
En opinión de Banco Base, esta sería «una buena medida para México».