Después de un año de consolidación, el mercado de telecomunicaciones llega a 2016 con un escenario que promete crecimiento y mayores inversiones directas.
Ciudad de México, 31 de diciembre (SinEmbargo).– El año que hoy acaba puede calificarse como positivo para el mercado de las telecomunicaciones en México, al tratarse de un periodo de consolidación del nuevo marco regulatorio que ha traído ventajas económicas y de servicios para los usuarios, por lo que el nuevo reto de las autoridades, será el monitoreo permanente y la óptima aplicación de las leyes.
Según lo señala un análisis realizado por consultoría The Competitive Intelligence Unit (CIU), este mercado que tiene como característica un crecimiento de entre tres y seis veces más que la economía nacional, entró en un periodo de desaceleración y reconfiguración de incentivos, consecuencia natural de la reforma al marco legal y regulatorio que trajo la Reforma en Telecomunicaciones y Radiodifusión.
A lo largo de este año, especialistas del sector coincidieron que es en este mercado donde se ha logrado concretar una de las principales reformas estructurales de la administración de Enrique Peña Nieto.
El análisis realizado por Ernesto Piedras enumera algunos de los elementos positivos, como las nuevas inversiones, mayor cobertura, menores precios y más servicios para el usuario final, se dejaron de pagar cargos de larga distancia nacional, comenzaron a aplicar servicios móviles con llamadas sin costo a Estados Unidos y Canadá, llamadas ilimitadas a estos países y otros de América Latina, se pueden elegir paquetes con mayor números de minutos y mensajes y MBs para la navegación en Internet.
El Informe Estadístico Trimestral del Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) señala que en el sector, la Inversión Extranjera Directa (IED) en el primer trimestre de 2015 fue de 28.4 por ciento, “la mayor contribución de todos los sectores”, gracias a la compra de Iusacell y Unefon por parte de AT&T.
“Estamos alejándonos de la fase precia que el que consenso identificaba por la pasividad y la captura regulatoria, con inversiones al mínimo posible, calidad deficiente y precios elevados. En el corto plazo y a partir de la entrada en vigor del nuevo marco regulatorio, pudimos dar cuenta de anuncios sobre nueva inversión extranjera directa, nuevos despliegues de infraestructura, adquisición de operadores, reestructuración accionaria y financiera de operadores, así como el lanzamiento de nuevos servicios y ofertas tarifarias”, puede leerse en el documento.
En resumen, en este escenario de mayor inversión y nuevas reglas de competencia, resulta fundamental establecer un monitoreo continuo a la óptima aplicación de las “aún nuevas” bases legales y regulatorias. “No hacerlo así podría regresarnos a fases de incapacidad regulatoria para detonar la competencia efectiva y limitado aprovechamiento del progreso tecnológico”.
Respecto a los precios, de agosto de 2014, fecha en la que entró en rigor la nueva ley, a noviembre de este año, éstos tuvieron una disminución de 18.7 por ciento, lo que marcó un mínimo histórico en el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC).
La agencia internacional Moody’s calificó al sector con perspectiva estable; también detectaron un retroceso en 2015 pero con una recuperación para 2016, con un crecimiento de entre un 3 por ciento a 3.5 por ciento, siendo los ingresos de las telecomunicaciones móviles superiores a las fijas.
Para el siguiente año, lo que estima la calificadora, son movimientos de América Móvil para eludir la condición de preponderancia que guarda desde julio de 2015; la resolución de litigios por las tarifas de interconexión que está pendiente desde que la Comisión Federal de Telecomunicaciones estaba en activo; y el inicio del despliegue de la Red Pública compartida de la banda de los 700 Mhz.