El modelo chino presenta una nueva oportunidad, ya que ofrece una plataforma especialmente potente para captar las señales de radio del espacio y profundizar la investigación sobre la ciencia básica del Universo y la búsqueda de posibles señales de vida extraterrestre.
Pekín, 31 octubre (EFE).- El mayor radiotelescopio del mundo, construido en el suroeste de China, se sumará a un proyecto internacional de búsqueda de extraterrestres centrado en la estrella más misteriosa del Universo, conocida como Tabby.
Los administradores del aparato, el Observatorio Astronómico Nacional de China (NAOC), firmaron un acuerdo este mes para participar en el programa «Breakthrough Initiatives» («Iniciativas innovadoras»), liderado por el multimillonario ruso Yuri Milner y el científico Stephen Hawking, informó hoy el diario South China Morning Post (SCMP).
Con ese acuerdo, el radiotelescopio, una gigantesca instalación de 500 metros de diámetro inaugurada el pasado septiembre en la provincia china de Guizhou, unirá fuerzas con otros aparatos similares en Estados Unidos y Australia para tratar de encontrar vida inteligente fuera de nuestro planeta.
Los equipos establecerán un plan de «respuesta rápida», de tal manera que cuando uno de estos aparatos registre alguna señal, el resto tratará de captarla y confirmar los datos.
En principio, el foco está en la estrella KIC 8462852, conocida como Tabby en honor a la científica de Yale Tabetha Boyajian, quien comenzó a investigar este lejano astro ubicado en la constelación del Cisne.
Un grupo de científicos y ciudadanos descubrió esta estrella en el otoño de 2015, con un brillo que no puede ser explicado fácilmente por fenómenos naturales y que podría ser la primera prueba de una teoría elaborada hace décadas para detectar civilizaciones avanzadas en el espacio, la teoría de la esfera Dyson.
La esfera Dyson es una hipotética megaestrucutura de paneles alrededor de una estrella que sería utilizada por una civilización muy avanzada que ha consumido los recursos de su planeta y necesita ingentes cantidades de energía.
Desde su descubrimiento, los astrónomos han quedado prendados de Tabby y han tratado de que los telescopios espaciales de referencia estudien el astro, pero de momento no se ha resuelto el enigma.
Ahora, el modelo chino presenta una nueva oportunidad, ya que ofrece una plataforma especialmente potente para captar las señales de radio del espacio y profundizar la investigación sobre la ciencia básica del Universo y la búsqueda de posibles señales de vida extraterrestre.
No obstante, un investigador en Pekín relacionado con el proyecto comentó al diario SCMP que será «extremadamente difícil» encontrar tiempo para dedicarlo a esta tarea debido a la «apretada agenda» del radiotelescopio.
«La agenda está llena. De hecho, creo que no podremos hacer nada en dos años», señaló la fuente, que no quiso desvelar su nombre.
Al parecer, las autoridades chinas han dado prioridad a otras iniciativas de investigación como aquellas centradas en púlsares, ante la falta de éxito que, hasta ahora, ha tenido la búsqueda de vida fuera de la Tierra.