«El Ejército ha investigado profundamente la acusación palestina de la muerte de una bebé por inhalación del gas lacrimógeno. Después de investigaciones operativas y médicas se ha concluido que no hay correlación entre la actividad de las Fuerzas de Defensa de Israel en el pueblo y la trágica muerte de la menor», se afirma en el escrito.

El documento precisa que «ayer, durante un amotinamiento violento en la entrada del pueblo de Fajer, docenas de palestinos tiraron piedras, dispararon canicas y tiraron neumáticos ardiendo a fuerzas en el lugar. Estas respondieron con métodos de dispersión de masas y balas del calibre 0,22 contra los principales instigadores».

«Cuando los amotinadores trataron de bloquear la carretera principal con rocas, las fuerzas respondieron con gas lacrimógeno», explicó el Ejército en respuesta a una pregunta de Efe.

Según el comunicado, el gas lacrimógeno se utilizó «a docenas de metros de la residencia» de la familia Thawabta y no se emplearon medios de dispersión de masas cerca de la vivienda.

Ayer, un portavoz de la Media Luna Roja (equivalente a la Cruz Roja en el mundo musulmán) aseguró que la bebé, Ramadan Mohamad Faisa Thawabta, ya presentaba problemas respiratorios previos, pero atribuyó su muerte a la inhalación del gas.

Israel y Palestina viven una oleada de violencia desde principios de mes, con disturbios violentos y casi diarios apuñalamientos o intentos de apuñalamientos por parte de palestinos contra israelíes, así como casos en los que supuestos atacantes son abatidos por las fuerzas de seguridad.

Alrededor de setenta palestinos y diez israelíes han muerto en este periodo.