En mayo de 2019, Martin prometió en su blog que el sexto libro de la saga estaría terminado para el el Worldcon 2020 de Nueva Zelanda. “Tienen mi permiso formal para encarcelarme en una pequeña cabaña en White Island, con vistas a ese lago de ácido sulfúrico, hasta que lo termine», escribió el autor.
Madrid, 31 de julio (EuropaPress).- Si hay algo que puede llegar a ser tan frustrante para algunos fans de Juego de tronos como el controvertido final de la serie, es el hecho de que George R.R. Martin sigue sin terminar Vientos de Invierno, el que será el sexto libro de la saga. Durante años, el autor ha estado alargando la esperanza del fandom asegurando que lo terminará. Pero ni poniéndose a sí mismo plazos parece que lo logre.
En mayo de 2019, Martin prometió en su blog que Vientos de Invierno estaría terminado para la Convención Mundial de Ciencia Ficción 2020 de Nueva Zelanda, uno de los mayores eventos geek del mundo que éste año se realiza de manera virtual. Pues bien, la Convención comenzó el pasado 29 de julio, y del sexto libro de Juego de tronos… nadie sabe nada.
Y la parte más divertida de todo el asunto es que Martin estaba tan seguro que lograría terminar el libro a tiempo que dio permiso a sus fans para encarcelarle en caso de que no cumpliese su promesa. Es decir, que oficialmente el escritor de Juego de tronos debería estar entre rejas. Él mismo lo dijo.
«Si no tengo Vientos de Invierno en la mano cuando llegue a Nueva Zelanda para el Worldcon, tenéis aquí mi permiso formal por escrito para encarcelarme en una pequeña cabaña en White Island, con vistas a ese lago de ácido sulfúrico, hasta que lo termine», escribió en una entrada de su blog. «Siempre y cuando los vapores ácidos no estropeen mi antiguo procesador de textos DOS, estaré bien».
Por supuesto, existe la remota posibilidad de que Martin de la sorpresa y presente una primera versión terminada de Vientos de Invierno en la Convención. Durante la cuarentena, el autor prometió a sus fans, de nuevo, que completaría la novela. Pero conociendo los ritmos de trabajo del autor, parece poco probable que lo haya hecho.
