El chip combina enfoques de inteligencia artificial inspirados en el cerebro y basados en la informática. Esta tecnología híbrida puede tener el potencial de mejorar la capacidad de estos sistemas para lograr inteligencia artificial general -también conocida por algunos investigadores como IA fuerte-, «que podría, en principio, realizar cualquier tarea de la que un ser humano sea capaz».
Madrid, 31 de julio (EFE).– Un equipo de científicos chinos ha desarrollado un nuevo chip basado en inteligencia artificial (IA) capaz de accionar una bicicleta que funciona de manera autónoma y de conseguir que esta ruede, gire a la izquierda, a la derecha, vaya más o menos rápido, salve obstáculos o coja curvas.
La descripción de este nuevo chip, denominado Tianjic, se publica en la revista Nature, en un artículo que lidera Luping Shi, de la Universidad Tsinghua de Pekín, en China.
El chip combina enfoques de inteligencia artificial inspirados en el cerebro y basados en la informática, explica la revista.
Esta tecnología híbrida puede tener el potencial de mejorar la capacidad de estos sistemas para lograr inteligencia artificial general -también conocida por algunos investigadores como IA fuerte-, «que podría, en principio, realizar cualquier tarea de la que un ser humano sea capaz».
Y es que, actualmente existen dos enfoques principales para el desarrollo de esta inteligencia artificial general.
Uno basado en la neurociencia, que intenta imitar de cerca al cerebro, y otro orientado a la informática, que utiliza las computadoras para realizar algoritmos de aprendizaje automático.
El objetivo final, según los investigadores, sería combinar los dos, pero los sistemas utilizan plataformas distintas e incompatibles, limitando así el desarrollo de la inteligencia artificial general.
Precisamente, Luping Shi y sus colegas han desarrollado un chip electrónico que puede integrar ambos enfoques.
Su chip híbrido tiene muchos núcleos funcionales que son altamente reconfigurables, lo que permite acomodar tanto algoritmos de aprendizaje de máquina como circuitos inspirados en el cerebro.
Para demostrar las capacidades de procesamiento de esta tecnología híbrida, los expertos han elegido una bicicleta no tripulada.
Este vehículo de dos ruedas responde a los comandos de voz, guarda el equilibrio, puede detectar y seguir a una persona y consigue evitar los obstáculos, entre otras capacidades.
Los autores esperan que este trabajo estimule el desarrollo de la inteligencia artificial general al «allanar el camino» hacia un hardware más generalizado.