La Feria del Libro de la Frontera (FELIF) inició el 24 de mayo y concluirá el 2 de junio en Ciudad Juárez, Chihuahua.
Ciudad Juárez, Chihuahua, 31 de mayo (SinEmbargo).– La Feria del Libro de la Frontera (FELIF), un evento multicultural, tiene como objetivo principal la promoción de la lectura, misma que “alejará a jóvenes de otras situaciones que pueden impactar en su desarrollo”, señala Lilia Ortega, coordinadora de las Ferias del Libro en Chihuahua.
“Se trata de que la gente conozca las temáticas y artistas de Ciudad Juárez. Queremos que se borre la imagen de la Ciudad Juárez peligrosa, horrible. Juárez es maravillosa. Hay mucho talento”, indica.
En entrevista pasa SinEmbargo, Lilia Ortega compartió detalles sobre cómo se realiza una Feria del Libro.
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–Háblanos sobre los objetivos de la Feria del Libro de la Frontera.
–Esta es la tercera edición de la Feria. En estos años ha cambiado y ha evolucionado muchísimo en contenidos, en organización, en ambientación, en espacios, en las editoriales invitadas y en las actividades que se están realizando. En la última edición de la Feria, tuvimos una asistencia de cerca de 20 mil personas. Nuestra meta de este año eran las 40 mil. Hoy estamos muy carca de la meta y aún quedan varios días de Feria. Para nosotros es un gran logro. Yo estoy como coordinadora, pero sin toda la gente que está trabajando, no se logra. El cambio que hubo en los objetivos de la Feria tiene que ver con el programa prioritario del Gobierno del estado de Chihuahua, el programa leer más. Si bien las ferias ya existían y ya sucedían antes, el programa le da más fuerza. Se trata de impulsar el fomento a la lectura, que debe ser prioritaria para cambiar la situación que ha vivido Chihuahua. Se trata de mejorar los índices de lectura. Creemos en que la lectura acerca a la cultura de manera directa. Genera creatividad y desarrolla habilidades increíbles. Ayuda con la parte analítica y la escritura. Un lector se forma a lo largo de los años. Nuestro foco principal son los niños y adolescentes, pues de ahí se disparan muchas cosas: gente interesada en el cine, en la fotografía, en seguir a artistas, ilustradores. La lectura aleja a los jóvenes de otras situaciones que pueden impactar en su desarrollo.
–Los niños so uno de los elementos más importantes en la Feria del Libro de la Frontera. Tienen hasta un área especial.
–Sí, lo más importante es el público infante-juvenil. Más del 50 por ciento de las actividades en la Feria son dirigidas a jóvenes y a niños, por eso tenemos nuestros talleres escolares todas las mañanas. Tenemos escuelas invitadas de varios municipios de la región. La Feria no es sólo para el municipio de Juárez, sino para todos los municipios de la parte norte del Estado. Para nosotros es muy importante que los niños entiendan qué es una Feria del Libro y que va más allá de personas vendiendo libros.
–Además del número de asistentes, ¿se han alcanzado otras metas?
–El año pasado no se atendieron tantos municipios. Este año aumentamos ese número. También tenemos a autores que salen de la Feria y van a hablar con los chavos. Este año hay mesas binacionales. También queríamos acercar al público de las bibliotecas estadounidenses, es decir, gente que viene interesada a ver la oferta nacional. Eso es importante para la industria editorial mexicana. Se compran títulos, aumentan las ventas y se difunde la cultura y el talento mexicano.
–¿Cuál es la trascendencia de un evento en Ciudad Juárez?
–Yo no había tenido la oportunidad de organizar esta Feria. La frontera tiene un encanto muy específico. La gente se interesa en la frontera no sólo por la ubicación geográfica, sino por todas las temáticas que interactuan en la frontera. Para mí, apoyar y ser parte del equipo fantástico que está a cargo de esta Feria, es un honor. Seguiré con la coordinación de ferias estatales. Ya estamos pensando en qué queremos para el próximo año. El objetivo es que se conozcan las temáticas y artistas de Ciudad Juárez. Queremos que se borre la imagen de la Ciudad Juárez peligrosa, horrible. Juárez es maravillosa. hay mucho talento. Venga a la Feria para que se den cuenta.
–En todo este proceso, cuéntanos una anécdota con la que te quedes.
–Hay muchas. Lo más gracioso es ver como el equipo programador es apasionado. A mí me toca mucho coordinar la parte de gestión y la parte del dinero, estar cuidando cómo se usarán los recursos. Había momentos en los que ya no podíamos traer a nadie más, pero se encontraba una manera para poder continuar. Dos o tres veces estuvimos a punto de cerrar el programa, y siempre hay una idea que se puede integrar. Eso para mí fue el reto más importante.