Hay lugares que era imposible haber imaginado siquiera y que sin embargo habitan la imaginación de quienes los han conocido. Escribí este poema al despertar entre montañas que parecen flotantes, en la Bahía de Halong, en Vietnam. La suerte de habitar de pronto un mito, un sueño compartido por otros se convierte en privilegio de compartir con quien se ama uno de esos instantes únicos en los que la realidad y el sueño pierden sus fronteras.
Por Alberto Ruy-Sánchez