“Suena Guernica – Exquirla, ‘Destruidnos juntos’”, como si la catástrofe sucediera de nuevo. Como ver el cuadro de Pablo Picasso colgado ahora en el Museo Reina Sofía. Llorar ante él y llorar con esta canción infalible, certera.
¿Quién es este Niño de Elche? No quiere que podamos decir de él que es flamenco, sino que es “ex flamenco” para que todos los ortodoxos se caigan de bruces. “Aunque siempre digo de mí que soy flamenco, porque experimento” y esa es una verdadera característica del género, le dijo a Andreu Buenafuente, de Late Motiv.
“Como la ortodoxia es una utopía viven siempre cabreados, porque es algo que no pueden conseguir y utilizan toda su ira para vomitar sus bilis”, dice este artista realmente novedoso y sensible, que ha puesto al flamenco patas para arriba y que hoy toda España lo escucha.
El «enfant terrible» del cante que le puso quejío y versos explosivos a un disco de «kraut rock» ya mítico como Voces del extremo, Niño de Elche retorna a sus raíces para poner patas arriba saetas, fandangos, seguiriyas y tanguillos, convencido de que «el flamenco siempre ha sido y será irreverente».
«Los ortodoxos siempre son susceptibles, no solo a lo que haga yo, sino a lo que hacen ellos mismos, porque la ortodoxia no existe, es una utopía que nunca se cumple, así que siempre hay pegas», afirma en una charla con EFE, ajeno a posibles críticas.
En Antología del cante flamenco heterodoxo (Sony Music) ha hecho acopio de diversos palos flamencos en riguroso «orden historiográfico», lo único riguroso de esta colección de temas que ha concebido «como una mirada a personajes, a zonas y a disidentes».
«Frente a las demás antologías, cuya misión es ordenar y guardar, este es un archivo liberado del que todo el mundo puede apropiarse, como hemos hecho nosotros, y utilizarlo a su imagen y semejanza», proclama.
Nació como Francisco Contreras Molina en 1985 y se dio a conocer en Sonar 2015 con su proyecto El Niño de Elche y Los Voluble, una muestra de lo que muchos críticos dijeron “la aparición de un artista mayúsculo”.
Luego dio a tocar con los pos-rockeros Toundra, “especialistas en guitarras limpias y contundentes, de la escuela de grupos ‘cool’ como Mogwai y Explosions In The Sky”, dice el crítico Víctor Lenore, quien destaca el proyecto Voces del extremo.
Es un artista muy joven, a veces preso de su personaje, pero para nosotros, que hace mucho no escuchamos nada novedoso del flamenco, este cantaor es formidable.