El incremento de basura es resultado del gran aumento en el consumo de productos plásticos de un sólo uso, como vasos, cubiertos o platos desechables, así como empaquetados fáciles de desinfectar.
Ciudad de México, 31 de enero (RT).- Nancy Jiménez Martínez, investigadora del Centro Regional de Investigaciones Multidisciplinarias de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), advirtió que la pandemia del coronavirus ha provocado en el país un grave problema ecológico, causado por un «significativo» aumento en la producción de basura, aunado a un deficiente sistema de recolección y tratamiento de los desechos.
Como resultado de las medidas de confinamiento aplicadas para contener la transmisión del coronavirus, la producción de residuos y desechos domésticos ha aumentado entre un 3.5 y 17 por ciento, dependiendo de la región del país, detalló la UNAM en un boletín publicado este domingo.
Esta situación, señaló la académica, es producto del drástico aumento en el consumo de productos plásticos de un sólo uso, tales como vasos, cubiertos o vajillas desechables, así como por el uso desmedido de envoltorios y empaquetados «fáciles de desinfectar», los cuales aportan una sensación de seguridad ante el coronavirus.
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— Sala de Prensa UNAM (@SalaPrensaUNAM) January 31, 2021
Del mismo modo, explicó Jiménez, los desechos de tipo biológico-infeccioso producidos por los hospitales han registrado un crecimiento exponencial. «Sin COVID generábamos 1.5 kilos [de basura] por persona en los hospitales, en junio de 2020 alcanzamos un nivel que llegó a 16 mil toneladas, y en el escenario crítico que hoy estamos se han alcanzado 29 mil toneladas de residuos», lo que representa un aumento del 300 por ciento.
Asimismo, la investigadora destacó el hecho de que en México uno de cada diez municipios «no presta un servicio público de acopio de basura», por lo que cerca del 16 por ciento de los desechos «quedan por ahí, y ni siquiera son recolectados». Esta situación, aseguró, se agrava al considerar que la gran mayoría «de los sitios de disposición final corresponden a tiraderos o basureros a cielo abierto», y únicamente el 3.7 por ciento cumplen con la normativa ambiental mexicana.
Ante este panorama, la investigadora ha instado a las autoridades a responder a la emergencia ecológica que se vive actualmente, «a fin de mitigar los riesgos a la salud y aminorar los efectos al medio ambiente que provoca la pandemia».