Christine Lagarde, directora gerente del FMI, dedicó buena parte de su intervención a criticar los llamados al proteccionismo comercial, que se escuchan en EU, con los candidatos presidenciales, el republicano Donald Trump y la demócrata Hillary Clinton expresando sus recelos ante futuros acuerdos de libre comercio internacionales.
Por Alfonso Fernández
Washington, 28 septiembre (EFE).– La actual tendencia a favor del proteccionismo comercial, que se registra en Estados Unidos y en Europa, es un «claro caso de mala práctica económica» y supone un freno más para la economía global en un momento de «débil» crecimiento, afirmó hoy Christine Lagarde, directora gerente del FMI.
«Si damos la espalda al comercio ahora, estaríamos ahogando un impulso clave del crecimiento en un punto en el que la economía global todavía se encuentra necesitada de cualquier buena noticia», dijo Lagarde en una conferencia en la Universidad Northwestern de Chicago.
Las declaraciones de la directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI) se producen una semana antes de que la institución financiera dé a conocer sus nuevas proyecciones económicas globales, en el arranque de su asamblea anual.
Como ha venido haciendo en sus últimos discursos, Lagarde dedicó buena parte de su intervención a criticar los llamados al proteccionismo comercial, que se escuchan en EU, con los candidatos presidenciales, el republicano Donald Trump y la demócrata Hillary Clinton expresando sus recelos ante futuros acuerdos de libre comercio internacionales.
«La restricción del comercio es un caso claro de mala práctica económica. Más que ayudar a esos sectores de la economía que se quiere proteger, cerrarse al comercio denegaría a las familias y trabajadores importantes oportunidades», indicó, al lamentar el repunte de las políticas proteccionistas registradas en los últimos cinco años.
Por ello, Lagarde remarcó que se debe «revertir la tendencia hacia el proteccionismo (…) que crearía confusión en las cadenas de valor globales y elevaría el coste de muchos productos básicos», y apostar por «restaurar un clima que apoye un rebote en el comercio».
Además de en EU, la reciente victoria en el Reino Unido en el referéndum sobre la salida británica de la Unión Europea (UE) ha mostrado el actual vigor a favor del proteccionismo comercial y en contra de la globalización.
Para Lagarde este panorama es especialmente preocupante en un contexto de debilidad global.
«El crecimiento sigue siendo demasiado bajo durante demasiado tiempo, y para muy pocos», subrayó la ex ministra de Finanzas de Francia.
Aunque no dio detalles de las nuevas proyecciones del Fondo, que se divulgarán el martes 4 de octubre, sí ofreció indicios de la falta de impulso en las economías avanzadas.
En concreto, señaló que el crecimiento estimado para EEUU, la primera economía global, será reducido de nuevo, después de que en julio ya fuese rebajado del 2.4 por ciento a 2.2 por ciento en 2016.
«La economía de EU tuvo un traspiés en la primera mitad de 2016 (…) pero los datos en el frente del empleo han sido relativamente buenos, y existen esperanzadores signos positivos de caída de la pobreza y alza de los ingresos medios en 2015», explicó.
Por lo que se refiere a la otra orilla del Atlántico, Lagarde dijo que «el crecimiento en Europa sigue por debajo de lo normal, aunque la actividad económica está ahora avanzando bajo las tensiones generadas por una alta deuda y la debilidad entre varios bancos».
Como contraste, ubicó a China e India, que crecerán por encima del 6 por ciento y el 7 por ciento, respectivamente, y que seguirán tirando de la economía global.
Asimismo, sostuvo que «Rusia y Brasil están mostrando algunas señales de mejoría después de un periodo de severa contracción».
La asamblea anual del FMI y el Banco Mundial tendrá lugar la próxima semana, del 4 al 9 de octubre, y reunirá en Washington a los principales líderes económicos mundiales para discutir los retos globales.