Hoy en día, existe todo tipo de juguetes para satisfacer cualquier perversión o fetiche y el tabú cultural que los rodea ya desapareció.
Por Neil McArthur
Ciudad de México, 23 de septiembre (SinEmbargo/Vice).- En los últimos diez años, la industria de juguete sexuales se ha convertido en un mercado de 15 mil millones de dólares y se cree que va a alcanzar los 50 mil millones para el año 2020.
Hoy en día, existe todo tipo de juguetes para satisfacer cualquier perversión o fetiche y el tabú cultural que los rodea ya desapareció. Por eso, cuando el carismático activista trans y emprendedor incansable Buck Angel dice que «No se ha hecho un solo juguete para hombres trans en toda la historia del mercado de juguetes para adultos», resulta difícil de creer.
Pero esto va a cambiar esta semana con la llegada de un nuevo juguete a las sex shops: el Buck-OFF, un juguete para masturbarte que está diseñado específicamente para las personas trans que pasaron de ser mujeres a hombres. El dispositivo, distribuido por el fabricante de juguetes sexuales Perfect Fit, es creación de Angel y le tomó casi cinco años desarrollarlo. Representa una adición radical para la industria de los juguetes sexuales, una que podría sentar un precedente para que los inversionistas y fabricantes amplíen sus horizontes más allá de los strap-ons y los columpios.
El Buck-OFF está diseñado para personas que están tomando o han tomado testosterona como parte de su transición de mujer a hombre, la cual normalmente produce el efecto de alargar sus genitales. El Buck-OFF se parece a otros juguetes para masturbación en su diseño básico pero hay dos diferencias clave: es más corto más amplio que otros juguetes y crea succión. Eso permite que los hombres trans se masturben con mayor facilidad y también ayuda a frenar la disforia de género que se presenta al usar otros juguetes.
Mucha gente que ya vivió o está en proceso de transición de mujer a hombre «no quiere tocar sus genitales», dijo Angel para VICE. «Se disocian de sus vaginas porque no les parecen masculinas. Cuando pasas por esa transición, quieres tener pene, quieres sentirte como hombre y por eso no quieres tocar tu vagina». El Buck-OFF «te permite masturbarte sin tocar tu vagina».
¿Cómo es posible que los hombres trans se le hayan escapado al radar de la industria de juguetes sexuales hasta ahora? Alex Iantaffi, un terapeuta y educador sexual que trabaja con la comunidad trans, cree que la raíz del problema radica en la forma en que nuestra cultura ve a las personas trans. Iantaffi dijo que la gente ve a los cuerpos trans «como algo que existe para mirada cisgénero y, por lo mismo, son casi una forma de estimulación», en vez de verlos como gente con necesidades sexuales y derechos de salud sexual.
Y aunque uno creería que para los empresarios la posibilidad de explotar un mercado nuevo es más importante que sus prejuicios, Marina Adshade, profesora de la Escuela de Economía de Vancouver y autora de un libro sobre sexo y economía, señala que algunos estudios revelan que los inversionistas están muy lejos de ser las calculadoras racionales que creemos que son y que los prejuicios pueden influir en sus decisiones tanto como el deseo de generar ganancias. «Sabemos que los capitalistas de riesgo pueden ser excluyentes», dijo Adshade. «Está comprobado que constantemente ofrecen financiamientos menores a las mujeres emprendedoras, por ejemplo. Y diseñar juguetes sexuales es caro. Por eso siguen apareciendo en Kickstarter. Probablemente [los inversionistas] creyeron que el mercado era demasiado pequeño. Los capitalistas de riesgo quieren sacarle lo máximo a cada dólar».
Angel entiende la precaución de los inversionistas. «Todo se reduce al dinero. Nadie quiere ser el primero», dijo. Pero también cree que subestiman el tamaño del mercado. «Es como cuando sacaron la primera computadora. Había que demostrarle a la gente que iba a funcionar».
Wyatt Riot, que trabaja en She Bop, una tienda para adultos en Portland, Oregón, que se especializa en productos femeninos, queer y trans, dice van a distribuir Buck-OFF. «Definitivamente hay un mercado para productos como este; hemos tenido clientes que preguntan por juguetes de este estilo», dijo para VICE, y subrayó que espera ver más productos como Buck-OFF en tiendas próximamente. «A menudo, los trans tienen que modificar juguetes para hacer que funcionen en sus cuerpos». Puso como ejemplo el Bro Sleeve, una manga para masturbación que algunos hombres trans han modificado para usarla, aunque los resultados no siempre fueron buenos y han provocado disforia de género.
Iantaffi aplaude la acción para reconocer las necesidades sexuales de las personas trans. Dice que es esencial que la gente tenga acceso a dispositivos sexuales auxiliares para satisfacer sus necesidades y que éstos «pueden ser invaluables para una persona que explora su propio cuerpo y sexualidad». Sin embargo, también le preocupa cómo se va a promocionar el Buck-OFF. «El marketing y la venta de aparatos sexuales para las personas trans es otra manera de obtener beneficios económicos con nuestros cuerpos», dijo. «Creo que ver este tipo de dispositivos en las sex shops podría reforzar el discurso que las personas trans son diferentes a la ‘norma’, que implícitamente es la gente y el cuerpo cisgénero. A fin de cuentas, el binarismo de género trans/cis reafirma la discriminación de las formas de expresión no cisgénero, a pesar de que su objetivo sea fomentar el reconocimiento de la identidad trans».
Angel cree que su producto puede ayudar a validar la identidad masculina trans. Espera que su juguete se convierta en una herramienta de aprendizaje para que los terapeutas y educadores ayuden a los hombres trans a conectarse con sus cuerpos, todas metas muy válidas. Y con apenas una semana en el mercado, la respuesta inicial del Buck-OFF de los clientes y las tiendas ha sido muy entusiasta. «Fue un éxito en todo el mundo», dijo.
«He probado de todo para sentirme bien cuando me masturbo y ahora por fin me siento como el hombre que soy cuando lo hago. Y todo es gracias a ustedes», decía una de las primeras reseñas del producto en la página web de Perfect Fit. «Te amo con todo mi corazón, Buck. Me das la fuerza para seguir día a día y ser mejor!!!!»
Neil McArthur es el director del Centro de Ética Profesional y Aplicada en la Universidad de Manitoba. Su trabajo se enfoca en la ética sexual y la filosofía de la sexualidad. Síguelo en Twitter.