«Si no hubiese televisión, Donald Trump no habría sido nominado», apuntó el presentador, Jimmy Kimmel, quien reprendió en su discurso de apertura a Mark Burnett, productor de «The Apprentice», el reality show que convirtió a Trump en un nombre conocido en Estados Unidos.
Por Christian Fahrenbach
Los Angeles, 19 sep (dpa) – Si los organizadores de la 68 edición de los Premios Emmy se hubiesen propuesto un lema, este podría haber sido: «Como siempre, pero con una pizca de política».
Los espectadores de la gala retransmitida la noche del domingo desde el Microsoft Theater de Los Angeles vivieron una ceremonia agradable pero rutinaria en la que en muchas categorías se repitieron los premiados del año pasado.
El entretenimiento llegó sobre todo con las referencias políticas y críticas al candidato republicano a la presidencia, Donald Trump, o a bromas como las protagonizadas por el presentador Jimmy Kimmel y Matt Damon, que acudía como invitado.
Empezando por los premios, «Juego de Tronos» arrasó en la categoría de drama con 12 galardones, entre ellos a mejor serie dramática, repitiendo así la cantidad de estatuillas conseguidas en 2015.
Como mejor comedia se alzó de nuevo este año la sátira política «Veep», en la que Julia Louis-Dreyfus interpreta a Selina Meyer, una sobrepasada presidenta. Louis-Dreyfus, que saltó a la fama con «Seinfeld», también repitió al conseguir el premio a la mejor actriz de comedia.
Además, utilizó su discurso de aceptación del galardón para bromear y pedir disculpas por «el actual clima político». «Nuestra serie empezó como una sátira política y se transformó en un documental», dijo en referencia a la campaña de Trump.
No fue ella la única que se refirió al candidato republicano. «Si no hubiese televisión, Donald Trump no habría sido nominado», apuntó el presentador, Jimmy Kimmel, quien reprendió en su discurso de apertura a Mark Burnett, productor de «The Apprentice», el reality show que convirtió a Trump en un nombre conocido en Estados Unidos.
«¿A quién debe culparse por el fenómeno Donald Trump?», preguntó Kimmel. «A ese tipo», dijo, en referencia a Burnett. «Si (Trump) es elegido y construye ese muro (con México), la primera persona a la que culparemos es a Mark Burnett».
Quizás la mayor sorpresa de la noche fue el inesperado cameo de Jeb Bush, quien antes de ser arrollado por el «efecto Trump», era considerado por muchos como posible candidato republicano a las elecciones. El hermano del ex presidente George W. Bush apareció en el «sketch» inicial de la ceremonia haciendo de chofer de Louis-Dreyfus y explicó que se encontraba «entre varios trabajos».
Apenas quedaron dudas sobre las simpatías políticas de los famosos del mundo de la televisión y el cine reunidos en el Microsoft Theater. Courtney B. Vance, ganador del Emmy a mejor actor de miniserie por «The People v. O.J. Simpson», lo resumió en su discurso de agradecimiento: «¡Obama fuera! ¡Hillary dentro!».
La gran cosecha de premios lograda por «The People v. O.J. Simpson» es tambien una muestra de lo mucho que la política y la actualidad marcaron en esta ocasión las tres horas de gala. La serie sobre el juicio por asesinato contra el futbolita O.J.Simpson se hizo en total con nueve galardones, superada sólo por «Juego de Tronos».
Como el año anterior, «Transparent» obtuvo el galardón al mejor actor de comedia para Jeffrey Tambor, que encarna a un hombre que pasados los 60 años cuenta a su familia que es transexual. Tambor confió en ser el último hombre en recibir un premio por interpretar a una mujer transexual y pidió que en el futuro se den más oportunidades a los artistas de la comunidad trans. Los tres premios conseguidos por la serie de Amazon pueden entenderse también como una señal de valentía de la industria de la televisión.
Rami Malek, premiado por su papel como hacker en «Mr. Robot», pidió asimismo más atención para los marginados de la sociedad. En sus palabras de agradecimiento, el actor estadounidense de origen egipcio pidió más benevolencia con personas como el personaje que interpreta en la serie, Elliot Aldersson.