Como si no fuera suficiente con las malas noticias sobre el curso de la economía o la violencia que todos los días aboya los anhelos de paz en el país, este fin de semana México fue escenario de movilizaciones a favor y en contra de reconocer diversos derechos a Lesbianas, Gays, Bisexuales y personas Transgénero (LGBT). Las manifestaciones en contra del matrimonio gay fueron más numerosas y recibieron el apoyo de ciertos sectores de la iglesia católica. Quienes defienden esos derechos apelan a la ley y a la idea del Estado laico para exigir un alto a los embates conservadores. Otro motivo de división que el país no necesita.
Ciudad de México, 11 de septiembre (SinEmbargo).- La iniciativa de Ley que busca reconocer en la Constitución mexicana el matrimonio igualitario, propuesta por el Presidente Enrique Peña Nieto en el marco del Día Mundial contra la Homofobia, ha provocado divisiones en buena parte de la sociedad mexicana.
Por un lado, miles de personas marcharon el sábado para evitar que las personas homosexuales tengan oportunidad de adoptar y derecho al matrimonio y, en respuesta a ello, en la Ciudad de México más de 60 organizaciones que integran el Frente Orgullo Nacional se manifestaron en defensa del Estado laico, la igualdad de derechos y el matrimonio igualitario.
La Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) y el Frente Nacional por la Familia, ambos en contra de los derechos de grupos homosexuales, convocaron a la Marcha por la Familia, donde participaron más de un millón de personas, según los convocantes, en 27 entidades del país el sábado pasado. Los inconformes enfundados en atuendos de color blanco gritaban consignas como “¡los niños merecen un padre y una madre!” y “¡despierta y defiende a la familia!”.
Aguascalientes, Baja California, Campeche, Chiapas, Chihuahua, Coahuila, Colima, Durango, Estado de México, Guanajuato, Hidalgo, Michoacán, Morelos, Nuevo León, Oaxaca, Puebla, Nayarit, Querétaro, Quintana Roo, San Luis Potosí, Sinaloa, Sonora, Tabasco, Tamaulipas, Veracruz, Yucatán, y Zacatecas fueron las entidades donde las personas salieron a manifestar su oposición a la iniciativa que propone legalizar el matrimonio entre personas del mismo sexo.
El especialista en temas religiosos Bernardo Barranco en su artículo «El acecho del fundamentalismo católico en México», publicado en La Jornada señaló que los obispos mexicanos han cometido «un grave error» al legitimar a nivel político y religioso al Frente Nacional por la Familia. «Están refrendado el rostro más oscuro y conspirativo de la ultraderecha católica mexicana», afirmó.
Un día después de las movilizaciones masivas apoyadas por la iglesia, vino la respuesta. Este domingo 11 de septiembre, la comunidad de Lesbianas, Gays, Bisexuales y personas Transgénero (LGBT) marchó en la Ciudad de México para exigir que el matrimonio igualitario y el derecho a adoptar sean una realidad en todo el país. El contingente incluso exigió –a las afueras de la Catedral Metropolitana–, la destitución del cardenal Norberto Rivera Carrera.
«¡Fuera la Iglesia del Estado! ¡Estado laico sí, intromisión del clero no!», gritaron los manifestantes en la Plaza Tlaxcoaque antes de dirigirse a la Catedral.
Joaquín Días, director adjunto de YAAJ México «Transformando tu Vida», una A.C. que defiende los derechos de la comunidad, aseguró que «no se legisla con religión, el Estado es laico, nosotros estamos apelando [para que se pronuncien sobre el tema] a la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), a la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), al Gobierno de la Ciudad de México y el resto de los estados
La marcha de este domingo, aclaró, no fue sólo a nombre de la comunidad LGTB de la CdMx, sino de todos los estados que integran la República Mexicana.
«Hay muchos lugares donde las personas no pueden marchar, donde hacerlo pone en riesgo muy grave su integridad física. Queremos que los derechos que se gozan en la capital, se universalicen y se garanticen en todo el país», dijo.
En 2015, la Comisión Ciudadana Contra Crímenes de Odio por Homofobia (CCCCOH) de la organización civil Letra S Sida, Cultura y Vida Cotidiana A.C., dio a conocer que de 1995 a 2014 fueron asesinadas en el país mil 218 personas de la comunidad LGBT.
Asimismo, la Encuesta Nacional sobre Discriminación y Juventudes LGBTI, aplicada a mil 079 jóvenes que forman parte de esa comunidad, arrojó un «alto índice de violencia verbal en el espacio público perpetrado principalmente por personas desconocidas».
Además, dicho informe concluyó que 8 de cada 10 jóvenes LGBT consideró que los derechos humanos no los protegen debido a su orientación sexual y/o a su identidad de género.
La activista independiente de los derechos humanos, Marbella, exigió la renuncia del Cardenal Rivera porque “la ignorancia es la madre de todas las fobias, de la transfobia y de los misóginos. En provincia no hay avance porque hay mucha ignorancia y la gente se deja manipular por la Iglesia”, a pesar de que desde la época de Benito Juárez se hizo la separación Iglesia- Estado.
Las organizaciones preparan una carta, un fragmento de la cual se leyó frente a la Catedral, que en primera instancia planean colgar en el sitio de peticiones Change.org antes del 24 de septiembre, día en que el Frente por la Familia planea manifestarse nuevamente contra los derechos de la comunidad LGBT.
Después de recabar firmas en dicha plataforma, planean enviar la misiva al Vaticano, con la finalidad de que Norberto Rivera sea sancionado e incluso separado de su cargo.
Cabe recordar que en junio pasado, días después del ataque en Orlando, Florida, dentro de un club gay donde fueron asesinadas 49 personas, el Papa Francisco aseguró que los homosexuales, así como otros grupos marginados por la jerarquía católica, merecen una disculpa.
LA IGLESIA ‘SE METE’ EN ASUNTOS DE ESTADO
Hace algunas semanas, Rivera fue duramente criticado al publicar en el semanario Desde la Fe el texto «¿Por qué la Iglesia se opone a la iniciativa del Presidente que promueve el ‘matrimonio igualitario’?», allí la Arquidiócesis de México emitió su postura sobre los matrimonios y la sexualidad de la comunidad lésbico- gay.
«La Iglesia se opone porque no quiere que nadie sufra los daños que este tipo de unión [matrimonio igualitario] suele provocar: daños a la salud espiritual, psicológica y física […] El cuerpo humano no está diseñado para la relación homosexual […] El ano del hombre no está diseñado para recibir, sólo para expeler. Su membrana es delicada, se desgarra con facilidad y carece de protección contra agentes externos que pudieran infectarlo», opinó la Arquidiócesis el pasado 17 de julio.
Dos semanas después a través del semanario Desde la Fe, subrayó: «La Iglesia sólo admite el matrimonio entre hombre y mujer, porque así lo establece la palabra de Dios».
Sin embargo, no ha sido la primera vez en que la Iglesia católica se pronuncia por las decisiones del Gobierno. La capital gobernada por Miguel Ángel Mancera Espinosa es la única entidad en la República Mexicana en donde se permite –desde abril de 2007– legalmente el aborto durante las primeras doce semanas de gestación.
De acuerdo con el periódico La Jornada, durante la homilía del pasado 26 de mayo, Rivera Carrera pidió a los fieles defender la vida desde la concepción, además del matrimonio entre hombre y mujer.
Allí mismo lamentó que en la Ciudad de México el aborto sea legal, en lugar de proteger e informar a las mujeres para que concluyan su embarazo y finalmente tengan la opción de entregar a su hijo en adopción a algún matrimonio, “»se prefirió el camino de liquidarlo en el seno materno» dijo.
Esta tarde, la Arquidiócesis publicó el texto «No se nace homosexual», para el que entrevistó a Richard Cohen, licenciado en Psicología Terapéutica por la Universidad de Boston, allí el psicoterapeuta señala que por más de 25 años ha trabajado «con personas que se sienten atraídas por otras del mismo sexo, pero que en el fondo desean llevar un estilo de vida heterosexual, casarse, tener hijos y formar una familia».
En el pasado –de acuerdo con Desde la Fe– Cohen tuvo como parejas a hombres y aseguró que la homosexualidad puede ser reversible.
Hace alrededor de 26 años, la Organización Mundial de la Salud (OMS) decidió eliminar la homosexualidad del catálogo de enfermedades mentales.
