El líder del equipo investigador, Sander Otte, compara su logro con un puzzle en el que cada bit consiste en dos posiciones sobre la superficie de átomos de cobre, de tal modo que un átomo de cloro puede deslizarse hacia atrás y adelante entre estas ambas posiciones, lo que equivaldría al 0 y al 1 del código binario
Por Marcos Merino
Ciudad de México, 23 julio (SinEmbargo/Ticbeat).- La densidad de almacenamiento que proporcionaría esta tecnología permitiría escribir todos los libros creados por la Humanidad en un solo sello de correos.
Hace 75 años, Richard Feynman puso sobre la mesa una teoría revolucionaria: que algún día seríamos capaces de almacenar una porción de información en un átomo individual, siempre y cuando contáramos con una plataforma capaz de organizarlos en un patrón ordenado.
Ahora, un equipo de investigadores del Instituto Kavli de Nanociencia de la Universidad de Delft, en los Países Bajos, han convertido la teoría en realidad, logrando construir una memoria de 1 kilobyte (8.000 bits) en la que cada bit está representado por la posición de un único átomo de cloro sobre una superficie de cobre.
Para la prueba han usado -cómo no- unos párrafos de la visionaria ponencia de Feynman “There’s plenty of room at the bottom“, codificándolos en un espacio de 100 nanómetros de ancho, usando para ello un microscopio de efecto túnel (STM), cuya punta es capaz observar los átomos y moverlos de uno a uno al lugar deseado.
El líder del equipo investigador, Sander Otte, compara su logro con un puzzle en el que cada bit consiste en dos posiciones sobre la superficie de átomos de cobre, de tal modo que un átomo de cloro puede deslizarse hacia atrás y adelante entre estas ambas posiciones, lo que equivaldría al 0 y al 1 del código binario.
Los científicos del Instituto Kavli han logrado construir una memoria de 1 kilobyte (8.000 bits), donde cada bit está representado por la posición de un solo átomo de cloro. “En teoría, esta densidad de almacenamiento permitiría que todos los libros que ha sido creados por la Humanidad pudieran ser escritos en un solo sello de correos”, destaca Otte.
Sin embargo, esta tecnología aún está lejos de ser aplicable a nuestros dispositivos cotidianos: opera a temperaturas muy bajas (en el rango del helio líquido) y la velocidad del proceso de escritura y lectura en esta clase de dispositivos todavía es demasiado lenta, puesto que requiere de varios minutos.