Los científicos lo nombraron Gualicho, un espíritu malvado temido por los indígenas tehuelches de la Patagonia argentina y asociado a la mala suerte, en alusión a las dificultades que atravesaron para obtener los restos fósiles y estudiarlo desde el año 2007 hasta la actualidad.
Por Juan Manuel Nievas
BUENOS AIRES, 14 jul (Xinhua) — Investigadores de Argentina y Estados Unidos identificaron una nueva especie de dinosaurio carnívoro que habitó el sur del país austral hace unos 90 millones de años, el «Gualicho shinyae».
Se trata de una especie de hasta ocho metros de largo, pero con brazos de sólo unos 60 centímetros de largo, el cual muestra similitudes con dinosaurios que habitaron en el continente Africano, explicó este miércoles el paleontólogo argentino Sebastián Apesteguía en el auditorio del Ministerio de Ciencia y Tecnología de Buenos Aires.
Los detalles del hallazgo de este dinosaurio en el norte de la Patagonia argentina fueron publicados este miércoles de manera simultánea a la presentación en Buenos Aires, por la revista científica «PLOS One», de Estados Unidos.
Los científicos lo nombraron Gualicho, un espíritu malvado temido por los indígenas tehuelches de la Patagonia argentina y asociado a la mala suerte, en alusión a las dificultades que atravesaron para obtener los restos fósiles y estudiarlo desde el año 2007 hasta la actualidad.
«Estamos ante un grupo de dinosaurios completamente nuevo», afirmó a Xinhua Apesteguía, quien es investigador adjunto del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas de Argentina (Conicet) en la Fundación Félix de Azara (Universidad Maimónides).
«Es algo completamente diferente, un linaje que no conocíamos, un comienzo para poder entender un nuevo tipo de dinosaurios carnívoros», enfatizó.
El científico remarcó que el Gualicho «tiene parientes con brazos muy bien desarrollados, con brazos enormes, pero este es así, es nuevo y hay que estudiarlo».
«Aporta un nuevo linaje y aporta material para entender qué pasó evolutivamente y entender qué pasó con los dinosaurios carnívoros de América del Sur», dijo Apesteguía al explicar detalles del terópodo.
El hallazgo tuvo lugar en un campo de la provincia de Río Negro, cerca del embalse Ezequiel Ramos Mejía, frente a la localidad de Villa El Chocón, provincia de Neuquén.
«Los dinosaurios del Cretácico superior de la Patagonia corresponden a dos grupos, los ‘abelisáuridos’, como el ‘Carnotaurus’, y los ‘carcarodontosáuridos’, que eran los depredadores máximos y medían hasta 15 metros de longitud», precisó.
«Ahora encontramos este dinosaurio con características de esos dos grupos. Los brazos cortos, con dos dedos, parecidos a los del grupo de los ‘abelisáuridos’, y el resto del cuerpo a los ‘carcarodontosáuridos'», puntualizó.
Los brazos «eran irrelevantes para muchos de ellos porque sus cabezas eran enormes y en equilibrio con la cola», comentó Apesteguía.
Los científicos experimentaron diversos contratiempos, desde la desaparición del esqueleto hasta la desconfianza del dueño del campo, quien no autorizaba el ingreso de los investigadores al predio para avanzar con sus tareas.
«El dueño del campo fue muy celoso sobre el ingreso de personas, y respetamos la voluntad, pero nos costó mucho tiempo. Accedimos un día en el año 2000 y durante 15 a 20 días en el año 2007», recordó Apesteguía.
Un accidente con los vehículos utilizados en la zona, junto a la decisión de autoridades provinciales de impedir la prosecución de las tareas demoraron el descubrimiento.
El dinosaurio presentó la escápula, el fémur y la fíbula con similitudes con el terópodo africano «Deltadromaeus», de capas geológicas de la misma época.
«Este linaje se desconocía para Sudamérica, con un pariente cercano que vivía en Africa», explicó el paleontólogo argentino, quien mencionó a Akiko Shinya, jefa preparadora de fósiles del museo de Chicago, Estados Unidos, quien encontró el 13 de febrero de 2007 el esqueleto casi completo de Gualicho.
El nombre completo del terópodo es «Gualicho shinyae», por las «dificultades que sorteamos para poder recobrar el esqueleto hallado y también para honrar a la antigua diosa ‘Watsiltsüm’ de los tehuelches del norte, que es considerada como la dueña de los animales y del viento», añadió el investigador argentino.
Los restos fósiles originales de Gualicho se conservan en el Museo Patagónico de Ciencias Naturales de la ciudad de General Roca, provincia de Río Negro, y en el Museo Provincial Carlos Ameghino, de la ciudad de Cipolletti, de la misma provincia.