El Instituto Chihuahuense de Cultura entregó al ayuntamiento de Ciudad Juárez del edificio que comprende la primera etapa de la Sala de Arte Germán Valdés Tin Tan, donde el público podrá observar pertenencias e indumentarias que pertenecieron al artista.
Ciudad de México, 8 de julio (SinEmbargo).- “Es el debate acerca de quién es mejor, sin Cantinflas o Tin Tan, porque todos sabemos que el mejor es Tin Tan”, bromea un fan del que es considerado el mejor comediante en la historia de México, tratando de cerrar infructuosamente una discusión que carece de sentido.
México es el país que se ha beneficiado con ambos, aunque al contrario de lo que ha pasado con Mario Moreno “Cantinflas” (1911-1993), que se mantiene como un ícono estático del humor nacional, Germán Valdés Tin Tan (1915-1973) mantiene una vigencia extraordinaria entre las nuevas generaciones.
“Si uno camina por las calles de México encuentra centenares de jovencitos con playeras de Tin Tan, de pronto hay homenajes de grupos anónimos que hacen bailes vistiéndose de pachuchos, cada tanto se programan ciclos con sus películas y sin embargo no hay nada de Cantinflas”, afirmaba el biógrafo Rafael Aviña en una entrevista que le hiciéramos hace algunos años para este periódico.
Germán Valdés fue un personaje de hondas raíces populares, surgido del estrato humilde de la sociedad. La conquista del público la hizo presentando, con una estética muy particular, la personalidad del mexicano atrapado en medio de la frontera norte: el “pachuco”.
Los “pachucos” eran la imagen rebelde de una sociedad repudiada por los estadounidenses y poco apreciada por los propios mexicanos, esos hombres y mujeres que emigraron para alcanzar el “sueño americano”.
Tin Tan hizo familiar al “pachuco” de hablar indescifrable y vestir estrafalario y en la Época de Oro del cine mexicano se hizo el rey del barrio, tal el nombre del filme de 1949, considerada por los críticos como la mejor comedia el cine nacional.
“Yo soy un chavalo que tiene 28 años; en el barrio me dicen las muchachas ‘el griego’, por el perfil; uso muy buena garra; los muchachos a mí me dicen ‘Tin Tan’ porque en mí todo es música”, decía.
Tin Tan, había nacido en ciudad de México el 15 de septiembre de 1915 y allí murió el 29 de junio de 1973.
“Era un excelente bailarín, cantaba muy bien, realmente tenía una tesitura muy agradable; como actor era extraordinario por su enorme espontaneidad. Era muy fresco, un gran improvisador. A pesar de ser galán, porque sin duda era un tipo guapo, él prefería descomponer su rostro para hacer reír al público. Sus películas planteaban todo el tiempo una situación cómica, algo que no sucede en las comedias mexicanas de la actualidad, que constantemente recurren al albur”, afirma Rafael Aviña.
“Con Tin Tan lo que pasa es que todos sus personajes son profundamente mexicanos, desde el indio que hace en El ceniciento hasta el personaje de barrio revoltoso que hace en filmes como El rey del barrio, todos personajes que representaban el bastión de los más humildes de ese momento”, agrega.
EL NUEVO HOGAR EN CIUDAD JUÁREZ
La imagen de Germán Valdés Tin Tan trastoca muchos rasgos de identidad de los chihuahuenses y en especial de los habitantes de la frontera y en virtud de ello Ciudad Juárez ha decidido rendir un merecido homenaje al Pachuco de oro con la Sala de Arte que lleva su nombre.
Así, el Instituto Chihuahuense de Cultura entregó al ayuntamiento de Ciudad Juárez del edificio que comprende la primera etapa de la Sala de Arte Germán Valdés Tin Tan, donde el público podrá observar pertenencias e indumentarias que pertenecieron al artista.
Al proyecto se integrará el Instituto Chihuahuense de Cultura y la Plataforma de Imcine, para instalar una pantalla donde se exhiban cintas de la Época de oro del cine mexicano y conforme avance la edificación, se contará con otros servicios, como dos salas de proyección, una de ellas exclusivamente para cintas protagonizadas por Tin Tan y la otra para cine mexicano y de arte en general.
La tercera etapa contempla un espacio para café literario, además de la instalación de un Cine Callejero, a fin de proyectar por las noches, en un esquema muy antiguo, funciones al aire libre.
El proyecto apuesta a la integración de la ciudadanía con el Centro Histórico de Ciudad Juárez, en un esfuerzo por revitalizarlo y regenerarlo, mediante actividades al aire libre y museográficas, aseguraron las autoridades de la cultura local.
Los recursos para dar forma a la primera etapa de la edificación provienen de una partida de cinco millones de pesos, aprobada en el Presupuesto de Egresos de la Federación 2015, recursos que se suman a los aportados por el municipio, el cual donó los terrenos. Sumado a ello están los pagos por los derechos de autor y uso de objetos, a la familia Valdés.
El concepto arquitectónico de la edificación responde a un estilo sobrio, con ladrillo ornamental e iluminación dirigida, para dar un toque museográfico adecuado.
La próxima semana llegará a Ciudad Juárez el lote con pertenencias de Tin Tan, donado por su hija Rosalía Valdés, para iniciar con el montaje que llevará dos meses; entre agosto y septiembre se tiene previsto inaugurar el recinto.
En el Centro Histórico de Ciudad Juárez se ubica una escultura de tamaño natural de Germán Valdés, ahí se dan cita los amantes y seguidores del pachuco, quienes ahora tendrán una sala de arte especialmente dedicada al genio del humor mexicano.
