Microsoft ha compensado a una usuaria con 10 mil dólares después de que la actualización automática a Windows 10 dejase su ordenador completamente inestable.
Por Juan Caballo
Ciudad de México, 28 de junio (SinEmbargo/TICbeat).- Teri Goldstein, de California, ha sido compensada con 10 mil dólares por Microsoft después de que su ordenador con Windows 7 instalase de forma incorrecta Windows 10, la última versión del sistema operativo de los de Redmond.
La instalación automática de Windows 10 se completó pero el ordenador de Goldstein se volvió completamente inestable. “Nunca había oído hablar de Windows 10. Nadie me preguntó si quería actualizar” denuncia.
Después de intentar solucionar el problema de manera amistosa con Microsoft, Goldstein demandó a la compañía exigiendo un nuevo equipo y una compensación por las pérdidas económicas en su negocio, una agencia de viajes en Sausalito, California. El gigante tecnológico dio un paso atrás para evitar más gastos legales y pagó lo que se le reclamaba.
El caso de Goldstein se suma a una larga lista de quejas y demandas contra Microsoft, que ha insistido una y otra vez en su política agresiva de migraciones a Windows 10. El nuevo sistema operativo, que hasta el próximo 29 de julio todavía se ofrecerá como una actualización gratuita a partir de Windows 7, empezó a distribuirse el año pasado bajo el consentimiento de los usuarios.
Más tarde, en febrero de este año, Microsoft convirtió a Windows 10 en una “actualización recomendada” para Windows 7 o posterior. De esta forma, la descarga e instalación se automatizó a través de Windows Update. Ya en marzo, surgieron las primeras reacciones en contra.
La postura de los de Redmond al respecto no solo ha abonado el enfado entre los usuarios, también ha logrado aumentar hasta los 270 millones el número de ordenadores con Windows 10 a finales de marzo del 2016, esto es el 43 por ciento de los PC de todo el mundo. Así se ha posicionado como el segundo sistema operativo más común, solo después de Windows 7.
Ahora, después del precedente que ha asentado Teri Goldstein, Microsoft se enfrenta a un panorama legal que podría dar coba a otras demandas por las instalaciones fallidas de Windows 10.